Lo que se sabe y no se sabe de Anna, la niña de dos años que ha huido con su madre a Colombia

El pasado 21 de abril, María José Rodríguez Castillo llegó al aeropuerto de Adolfo Suárez en Metro con su hija Anna de la mano. La madre, de 26 años, y la hija, de dos, se embarcaron juntas en un avión rumbo a Bogotá (Colombia). Tres días después, el padre de la niña, Gheorghe Eugen, denunció la desaparición de Anna ante la Guardia Civil.

En la mañana de este jueves, la Guardia Civil ha alertado de la desaparición de la menor de edad en Collado Villalba (Madrid). Pronto se ha sabido que lo que parecía una desaparición al uso es en realidad una sustracción de menores. Pero el caso ha sufrido un segundo giro cuando se ha sabido que Gheorghe, de 30 años, acumula varios antecedentes de violencia de género contra la madre.

Aunque ambos progenitores vivían en la citada localidad madrileña, estaban separados por los episodios de maltrato ocurridos en el pasado. El 20 de abril fue la última vez que Gheorghe ha visto a su hija. Según la descripción que él mismo ha facilitado a la Guardia Civil, la pequeña mide 75 centímetros, es de complexión delgada, pelo castaño y largo y ojos marrones.

Actualmente la Guardia Civil investiga lo ocurrido y ya está en contacto con las autoridades colombianas. Todo hace indicar que María José buscaba huir de su maltratador. ¿Estamos ante un caso de sustracción de menores? ¿Hay otras razones para esta huída? Quedan muchas preguntas por responder en torno a este caso. 

2.000 anuales

Los casos de sustracción de menores son complejos y, en ningún caso, son casos aislados. En el año 2015, España tuvo que reclamar la restitución de 171 menores sustraídos por sus progenitores y llevados a otros países. Asimismo, 140 menores fueron trasladados ilícitamente a España.

Anualmente, en Europa se producen cerca de 2.000 casos como este. Desde el año 2002, la sustracción de menores puede ser constitutiva de delito, de manera que puede iniciarse también un proceso penal por llevarse a un menor sin permiso de uno de los progenitores. Actualmente, los ministerios de Interior, Exteriores y Justicia tienen un protocolo establecido para estos casos.