Encontrar piso en Santiago: un reto cada año más difícil
Los universitarios empiezan a buscar piso con la nueva Ley de Vivienda recién salida del horno y récords en los precios de los alquileres
23 junio, 2023 05:00Llega junio y con él vuelve uno de los mayores quebraderos de cabeza para los universitarios compostelanos: buscar piso. En Santiago hay más de 18.000 estudiantes, muchos de los cuales no son de la ciudad, ni de los alrededores y se tienen que enfrentar, año a año, al reto de buscar alojamiento en la capital gallega.
A la alta demanda de pisos de alquiler se une ahora un nuevo factor, la disminución de la oferta. Vicente Martínez, dueño de la Inmobiliaria Apóstol y directivo de Agalin (Asociación Galega de Inmobiliarias), explica que una gran parte de los pisos se han destinado ahora al uso turístico:
“Estamos hablando de más de 1.000 viviendas, eso significa que han desaparecido unas 3.000 habitaciones del mercado. Ahora mismo hay menos oferta, pero se sigue manteniendo la demanda, y eso sube los precios”.
Las zonas más solicitadas son el Ensanche, por su proximidad con el Campus y con las zonas de ocio, y Santa Marta, muy popular entre los estudiantes de Medicina que ya están haciendo prácticas en el hospital.
Los precios dependen de la zona, pero desde la Inmobiliaria Apóstol estiman que los pisos de un dormitorio rondan los 400-450 euros, los de dos dormitorios los 500-600 y los de tres se sitúan entre los 700 y 800 euros. En los de cuatro habitaciones, la horquilla es más amplia dependiendo del estado del inmueble, pero se sitúan entre los 800 y los 1.000 euros.
Una odisea para los estudiantes
Lara González vive junto a otras tres estudiantes. Para ellas, encontrar su actual vivienda fue toda una odisea: “Estuvimos más de un mes buscando, porque los precios son desorbitados para lo que ofrecen. Fuimos a ver un piso de dos habitaciones en el que no se cerraban las ventanas y costaba 500 euros y dos meses de fianza”, explica.
A partir de mayo, las inmobiliarias se empiezan a saturar con colas de decenas de estudiantes en busca del piso perfecto. Aunque, ya son muchos los que acuden a internet para agilizar el proceso y para no tener que desplazarse hasta Santiago.
Este es el caso de Efflam Sionneau, un joven francés que participó este año en el programa Erasmus. “Se busca mayoritariamente en Internet, en conversaciones de WhatsApp de Erasmus o en sitios como Milanuncios, que es donde encontré el mío”, relata.
Para él la vivienda era algo fundamental: “tener un piso donde estás cómodo es bastante importante porque vives en otro país, hay un montón de cosas a las que tienes que adaptarte y tener un lugar agradable para regresar cada día es importante”.
Lara asegura que los estudiantes no piden mucho, “con tal de que el piso sea céntrico, esté bien de precio y en buen estado nos vale”. Para ella, hay demasiados pisos inhabitables que se ofertan a precios muy elevados:
“Nuestro piso no tiene horno, a pesar de que lo pedimos muchas veces. Hay dos baños, y el grande tiene problemas con la cisterna y la tapa, se rompe cada mes o dos meses. El casero al principio nos dijo que no lo teníamos que pagar, pero en estos últimos meses nos ha cobrado el transporte del fontanero”.
Los precios en Santiago
Vicente Martínez explica que los precios siguen la ley de la oferta y la demanda y arroja una lanza a favor de los propietarios. “Nosotros tenemos pisos recién pintados y con muebles nuevos, es normal que cuando un propietario hace una inversión quiera recuperarla”.
Sin embargo, desde el otro lado, los universitarios piden precios más asequibles y adaptados al perfil del estudiante:
“Es imposible mantener la estabilidad económica de una familia de clase media-baja con estudiantes en Santiago”, expone Lara. “El curso que viene mi hermana empieza la universidad en Santiago, y como no encontremos algo medianamente barato, no sé cómo haremos. Porque aparte de pagar el piso, hay que pagar luz, agua, comunidad, fianza, comida, universidad, transporte…”.
Y es que en Compostela el perfil del estudiante sigue siendo el más escogido por parte de los propietarios, que buscan alquileres de 10 meses, de septiembre a junio incluidos.
La nueva Ley de Vivienda
El caso de Santiago no es un caso aislado, los precios de los alquileres se han disparado en toda España. Y es que, según informes del Idealista, los alquileres en España han crecido, en los últimos diez años, más de un 60%.
La nueva Ley de Vivienda, que entró en vigor el pasado 26 de mayo pretende paliar esta situación ayudando a los colectivos con más dificultades de acceso a la vivienda. Para ello, apunta a limitar los precios de los alquileres e impulsar las viviendas públicas. Sin embargo, fuentes jurídicas aseguran que la nueva ley “cuenta con muchas limitaciones”.
La ley habla de regular los alquileres en zonas tensionadas, que son aquellas donde la demanda es muy alta y no hay viviendas suficientes. Sin embargo, esa competencia, en muchos casos como es el de Galicia, está transferida a las comunidades, por lo que el Gobierno no puede actuar por encima de los gobiernos autonómicos.
Desde la Xunta, además, ya han advertido que en Galicia no van a declarar ninguna zona tensionada, pues entienden que es el libre mercado y que la normativa “es dudosa”.
Donde sí podrá actuar el Gobierno será en aquellas comunidades en las que las competencias estén cedidas. Aunque, de acuerdo con expertos legales, “en estos casos se van a encontrar con la normativa europea, que se rige por la libre competencia”.
Por el momento, la ley dice que se va a establecer una comisión para establecer los parámetros que digan qué zonas están tensionadas y cuál es la cuantía de arrendamiento orientativo que es justa. Un proceso largo que, dicen los abogados, no parece que vaya a tener remedio a corto plazo.