Mónica Fustes junto a sus retratos.

Mónica Fustes junto a sus retratos. CEDIDA

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‘O curruncho dos de sempre’: 40 rostros que observan desde el paseo de Espasante (Ortigueira)

En cada farola del paseo de Espasante hay un retrato de alguien que ha sido parte fundamental de la vida de la joven Mónica Fustes, que ha querido homenajear a su gente y sus raíces a través de la pintura

17 julio, 2022 06:00

Sentir las raíces del pueblo que le vieron crecer y aprovechar la pandemia para retomar la pintura, un hobby que creía perdido, fueron las claves para la existencia de ‘O curruncho dos de sempre’. Así se llama el especial proyecto de la gallega de 28 años y natural de Espasante (Ortigueira), Mónica Fustes, a la que el paseo marítimo de la localidad debe la vida que alberga a día de hoy, ya que los paseantes son observados de cerca por 40 rostros muy familiares para la gente de la zona.

Modesto de Orilla. Foto:@little.tribi

Modesto de Orilla. Foto:@little.tribi

A pesar de que ha estudiado Publicidad y Relaciones Públicas en Pontevedra, estuvo de Erasmus en Polonia y otro de intercambio en Madrid, donde luego vivió un tiempo para especializarse en Comunicación Corporativa y Dirección de Marketing y Gestión Comercial, la joven nunca se ha desvinculado de las calles que le vieron convertirse en la mujer que es hoy y mucho menos de sus vecinos. Para Fustes, Espasante es Chano el del bar, Don Francisco, el médico que le regalaba bolígrafos por no llorar en su consulta; Leliña la que le dejaba espacio en su puerta para resguardarse de la lluvia cuando esperaba al autobús, Mary Carmen de Cortés o Maruja y Marcial, que le daban pan recién hecho a las 09:00 horas para su bocadillo del recreo.

Con su habilidad para la pintura se planteó, gracias a la propuesta inicial de Luis de Sancho, responsable del Bodegón 82, hacer algo "con gente de siempre". Las primeras intenciones iban en torno a retratar a los dueños de los bares del pueblo "que tanta vida nos dan", según ella, pero comenzaron a salir multitud de nombres que le hicieron cambiar de parecer y convertir la iniciativa en algo más ambicioso. La primera lista elaborada constaba de 10 retratos (cinco hombres y cinco mujeres), que acabaron transformándose en un total de 40. En cada farola del paseo de Espasante, hay un retrato.

Carmen de Keko. Foto: @little.tribi

Carmen de Keko. Foto: @little.tribi

"Las personas representadas formaron parte esencial de mi vida"

Foto: CEDIDA

Foto: CEDIDA

Durante la pandemia, Fustes se pasó horas haciendo retratos. Cuenta que era "la mejor forma de evadirse y de que el tiempo pasase lo más rápido posible". Cuando pudo volver a su pueblo (vive en A Coruña desde hace cuatro años porque trabaja en la ciudad), recuerda que le regaló al dueño del bar que le dio la idea del proyecto un dibujo del que denomina como un "clásico" de Espasante: Pataquiña.

La elección de los siguientes retratados admite que "no fue sencilla en absoluto", pero deja claro que "las 40 personas que están inmortalizadas en el paseo le hicieron la vida más bonita y forman una parte esencial de su vida". Cada una de las ilustraciones tienen para ella "una vida y un algo" que las hace especiales, y guarda buenos recuerdos sobre todo de las reacciones de la gente de pueblo retratada cuando se vio por primera vez en la piedra del paseo.

Maruja y Marcial. Foto: @little.tribi

Maruja y Marcial. Foto: @little.tribi

Dos de los retratos de su particular colección crean en ella sentimientos muy familiares: los de Modesto y su hermano Lito. "Modestiño es una de las personas que más marcó mi infancia porque aparecía por la esquina de mi casa con caramelos. No nos pedía besos, ni nos pedía atención, pero tampoco hacía falta, porque era inevitable no dárselos, fue un abuelo más para nosotras", explica, a lo que añade emocionada: "Ojalá nos esté observando por algún agujero para que vea que seguimos siendo "as nenas do pedregal" pero 20 años más tarde".

Sus padres también tienen un sitio especial en esta exposición y los describe como "dos guerreros". "Estaban muy orgullosos el día de la inauguración de la muestra pero yo lo estoy más de ellos por la educación que me dieron, de todo lo que me enseñaron y lo mucho que trabajaron para que pudiera formarme y llegar donde estoy", afirma.

"Espasante para mí es contar los días que quedan para volver"

Lola de Marica. Foto: @little.tribi

Lola de Marica. Foto: @little.tribi

"Espasante para mí es casa. Es contar los días que quedan para volver. Son bares. Es gente de la que me gusta estar rodeada y sin la que nada sería lo mismo. Somos una gran familia y eso se nota en nuestros valores", aclara Fustes para justificar su férrea defensa de su pueblo. "Un paraíso así no puede dejar de ser visitado", dice con convicción.

Recuerda con especial cariño el día que por fin pudo mostrar todas las ilustraciones. "La mayor parte de las personas no sabían que habían sido elegidas para los retratos y se emocionaron muchísimo. Fue muy impactante, cuando paso por la zona es como un paseo desde mi infancia hasta el día de hoy y se me remueve todo", subraya.

En sus paseos por la zona cada fin de semana, expone que se queda con tres cosas: cruzarse con gente que ha retratado y que mira su propio retrato, coincidir con familiares de los retratados mientras miran el dibujo y escuchar las opiniones de la que gente que ve las pinturas por primera vez.