Comercios locales de A Coruña ante el Black Friday: "Nos mata, lo hacemos por obligación"
Los pequeños negocios hacen malabares para intentar competir contra las grandes superficies, que son las principales beneficiarias de la campaña
23 noviembre, 2023 05:00Estados Unidos marca el ritmo de España y de buena parte de Europa, sobre todo en lo tocante a economía y consumo. Un ejemplo de ello es la instauración del Black Friday como reclamo comercial en el último viernes del mes de noviembre. En EE.UU la tradición comenzó a como una inauguración de la temporada de compras navideñas, pues coincide con el día después de Acción de Gracias.
En España, sin embargo, no hizo falta excusa para instaurar el Black Friday. Las grandes marcas la aplicaron y, poco a poco, los pequeños comercios también se sumaron a la ola. En los escaparates de A Coruña se ven desde hace días carteles con llamativas ofertas del 20, 50 y 70% de descuento.
Los comercios locales celebran el Black Friday, pero ¿a qué precio? Ajustar beneficios es muy complicado y, al contrario que las grandes multinacionales, no pueden ofrecer gangas a sus clientes. Con todo, ponen todo de su parte para intentar competir contra los gigantes. Van al compás de la competencia más feroz. "El Black Friday nos mata, lo hacemos por obligación", explican desde la zapatería Loyna.
Jorge abrió el negocio hace 14 años y ha visto la evolución del Black Friday en España. Cree que la fiebre por las rebajas no durará mucho más, pero, por el momento, se ve obligado a hacer malabares con las cuentas para poder ofrecer descuentos el 24 de noviembre.
Las grandes empresas, las más beneficiadas
Guante Varadé es una de las tiendas más reconocidas de la calle Real. Tras décadas en el centro de la ciudad, sus dependientas han sabido adaptarse al mercado y a las nuevas modas, Black Friday incluido. El año pasado se sumaron a los descuentos y, aunque siempre hay clientes que aprovechan la oportunidad, "para la mayoría no es determinante a la hora de hacerse con el producto".
En su negocio las ventas no aumentan exponencialmente el último viernes de noviembre: es un día normal. "Influye más el tiempo que el Black Friday, al final si no hace frío no te vas a comprar unos guantes", explican divertidos. No obstante, es cierto que la perspectiva cambia según el tipo de tienda al que se pregunte.
Jugueterías como Eurekakids sí notan el ‘efecto Black Friday’: "La gente suele estar pendiente para adelantar las compras navideñas", detallan sus empleados. Están de acuerdo en que es complicado llegar a realizar descuentos del 20 o 50%, pero aseguran que "luego compensa porque te levanta un poquito el mes".
La directiva de la asociación Zona Comercial Obelisco, que incluye tanto comercios locales como franquicias, creen que el Black Friday es una gran oportunidad: "Esta semana hemos notado un repunte en las ventas", asegura su presidenta Isabel Porto. Hay negocios asociados a la agrupación que no ven ningún obstáculo en aplicar rebajas: "No es complejo cuadrar los descuentos. Además ya hay una tradición desde hace unos cuantos años y la gente cuenta con ello" a la hora de hacer las cuentas del mes, explica.
Un reclamo publicitario para los primerizos
El esfuerzo que realizan ciertos locales para poder afrontar la campaña es inmenso, tanto que algunos propietarios renuncian a seguir la ola. Es el caso de Ferdy, una tienda de diseño situada en San Andrés. En 2019, su primer año como autónomo en A Coruña, decidió probar suerte con el Black Friday. Pero no surtió efecto: "No entró nadie, veías a la gente cargada de bolsas de las grandes superficies, pero nada de pequeños negocios", detalla su propietario.
Explica que los descuentos suelen funcionan como atractivo publicitario. Es por eso que negocios de reciente apertura como Mundo Vintage.Gal usan el Black Friday para atraer nueva clientela: "Es todo un desafío, pero no quiero estar fuera de la campaña. Es una buena oportunidad para darse a conocer en la ciudad", expone Sandra, la propietaria del negocio.
No hay una opinión única sobre el Black Friday en los pequeños comercios. Algunos lo hacen por obligación y otros porque sí que notan un repunte de ventas en un mes históricamente malo como noviembre. En lo que sí coinciden la mayoría de propietarios es que no es nada fácil realizar descuentos del 20, 50 o 70% a pocos días de la campaña de Navidad: adaptarse o morir.