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Habitar las Formas: Juguetes artesanales de madera ecológica hechos en Galicia para aprender
Las pedagogías Montessori, Waldorf y Pikler guían la creación de estos juguetes que buscan ayudar a los más pequeños a desarrollar sus capacidades sensoriales y habilidades corporales al mismo tiempo que se divierten con productos locales que pasan de generación en generación
30 julio, 2022 06:00Fabricar juguetes de madera ecológica a través de los que los más pequeños puedan dar rienda suelta a su imaginación al mismo tiempo que aprenden y desarrollan sus capacidades sensoriales y sus habilidades corporales. Este es el objetivo de Habitar las formas, un taller artesanal ubicado en el polígono industrial de Iñás, en Oleiros (A Coruña), desde el que salen numerosos juegos Montessori, Waldorf o Pikler elaborados con materiales naturales desde hace cinco años.
Agustín Álvarez y Marcos López, especialista en arte y arquitecto técnico respectivamente, se unieron para crear este proyecto que ya lleva la diversión pedagógica a diferentes puntos de España. "La idea surgió a raíz del apego a la pedagogía Waldorf, que es una forma de criar que difiere de la educación tradicional y que se basa en el alma artística de cada niño y niña", explica Elena Martín, miembro del equipo de Habitar las Formas
La importancia de las tres pedagogías elegidas
Estos constructores de juguetes y artesanos contemporáneos lanzaron su primer juguete en 2018: el arcoíris Waldorf. Este juego de 12 piezas semicirculares de colores alberga numerosas posibilidades para que los más pequeños pasen un buen rato y aprendan. "A través de él, los niños perciben la belleza, la calidad de los materiales y la sensibilidad con la que fueron pensados y construidos", comenta la trabajadora, que recuerda la apuesta de la firma por los juguetes ecológicos, 100% artesanales y sin pilas.
El siguiente juguete que salió del obrador de Habitar las formas fue la tabla curva Montessori, uno de los artículos estrella de la empresa. "Es muy utilizada tanto por los menores como por los adultos por su versatilidad, su robustez y calidad. Y además damos la oportunidad de incluirla con lana merino o con corcho 100% sin aditivos para que esté más protegida", explica Martín.
Los juguetes se crean en un taller en el que el olor a madera y cera de abeja está presente en cada esquina. Un ambiente en el que se elaboran casi un centenar de propuestas diferentes de forma artesanal, todas ellas basadas en las pedagogías Montessori, Waldorf y Pikler, diferentes y complementarias. Pero, ¿por qué apuesta la firma por estas tres en concreto?
"En general, todas fomentan el juego libre, la imaginación, la independencia y la felicidad de los menores, respetando su ritmo de aprendizaje. Pikler, por ejemplo, busca que los niños exploren de forma autónoma su entorno para que su autoaprendizaje sea lo importante, está orientado al mobiliario. Waldorf busca al artista que cada niño y niña lleva dentro, sacándolo a través de la naturaleza o el uso de estos juguetes pedagógicos. Montessori ayuda a desarrollar habilidades como la inteligencia espacio visual, el lenguaje o las matemáticas", explica la trabajadora de Habitar las Formas.
Juguetes duraderos
"Apostamos por los juguetes de madera porque son más duraderos y transmiten información sensorial. Son piezas que, si las cuidas, pasan de generación en generación", indica Elena Martín. Un aspecto fundamental que evita la compra continua de juguetes, ya que son atemporales y muy versátiles.
"La emergencia climática es un desafío para la sociedad y cada uno tiene que aportar su granito de arena para combatirla. Si compras un juguete de plástico en China, tu huella es mayor que si lo compras de madera en el comercio local y hecho en tu propio país", explica Martín, que reivindica su apuesta por oficios tradicionales como la carpintería.
La madera utilizada es de abedul y de ayous con certificado MSC. "Usamos sierras o de algún taladro, máquinas rudimentarias que nos ayudan. Pero nuestros juguetes están 100% hechos a mano de forma artesanal, intentando tener el menor impacto posible en el medio ambiente", concreta la trabajadora.
La firma, además, creó una paleta de 12 colores vinculados a las emociones que usa en todas sus creaciones. Los tintes empleados para colorear las piezas son al agua, libres de tóxicos y materiales pesados. Esos 12 colores forman el arcoíris Waldorf y también dan vida a las Nanis, figuras de personas sin género que los propios pequeños pueden construir y transformar.
La importancia del Banco de la Amistad
El color juega también un papel fundamental en el Banco de la Amistad, una iniciativa mediante la cual Habitar las formas cede gratuitamente durante 15 días este elemento a un centro educativo con el objetivo de que se convierta en un espacio de interacción social y emocional. "Intentamos abordar la inteligencia emocional en los menores. Por ejemplo, si vas a un cole nuevo, te puedas sentar para que los otros niños se acerquen de forma proactiva y te pregunten como te llamas o si quieres jugar", explica Martín.
El Banco de la Amistad viaja por todo España, y los centros interesados en formar parte de esta bonita iniciativa pueden contactar con los responsables de la firma para poder ubicarlo en sus patios. "Hemos conseguido que el banco no haya estado parado en ningún cole, que haya hecho su itinerario, y ya tenemos reservas hasta octubre. La granja escuela Corazón de Carballo lo tiene, y los niños de los campamentos podrán conocer esta iniciativa pedagógica", indica la trabajadora.
Las puertas abiertas a la diversión
Habitar las Formas vende sus juguetes a todo España y tiene las puertas de su taller abiertas a todas aquellas personas que quieran verlos más de cerca. Precisamente para dar a conocer sus creaciones, la firma estuvo el pasado mes de junio en el Mercado das Nubes de A Coruña, donde triunfaron sus Mapoulas. Estas muñecas inspiradas en la Mariquita Pérez están elaboradas con madera y es posible cambiarles la ropa imantada para probarles diferentes look.
Los productos están pensados sobre todo para pequeños de 0 a 8 años, aunque hay algunos que también emplean niños de más edad o adultos. Uno de ellos es Ceo, un juguete diseñado por los fundadores de la firma que consiste en piezas de madera que se pueden encajar para construir en voladizo y que está recomendado para menores de hasta 12 años.
Los más populares son el arcoíris Waldorf, la tabla curva Montessori y el mobiliario Pikler. Tres opciones diferentes que en todo caso respetan el ritmo de aprendizaje de los más pequeños que, además, pueden pedir su juguete personalizado con su nombre. Una iniciativa que resume a la perfección lo que Habitar las formas busca transmitir: la importancia de aprender divirtiéndose.