Locales de A Coruña mantienen su horario habitual a pesar de la ampliación por Carnaval

Aunque el Concello de A Coruña decidió ampliar el horario de los locales de hostelería durante los días de Carnaval, permitiendo que pudieran cerrar dos horas más de lo habitual, algunos empresarios del sector optaron por mantener su horario de siempre.

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Entre ellos se encuentran César, propietario de La Urbana, que decidió no aprovechar la prórroga. "La música se cortó a las 2:00 y a esa hora empezamos a recoger", explicó. A pesar de la oportunidad de seguir abiertos durante más tiempo, César considera que extender el horario podría generar más complicaciones que beneficios. "Si ampliamos el horario, ¡nos dormimos aquí!", bromeó.

Lo mismo, Javier, propietario de El Nuevo Ama (calle San Juan) y A Casiña (calle Mantelería), también prefirió mantener sus horarios de cierre normales, sin extenderlos. Aunque reconoció que el Carnaval es una época de gran trabajo, destacó que no le parece conveniente abrir más allá del horario establecido. "Los beneficios que se puedan generar no compensan con los problemas que esto te puede traer", comentó.

Cabe recordar que, en las últimas semanas, algunos negocios de ocio nocturno decidieron rebelarse contra la normativa vigente. Entre las problemáticas se incluyen el límite de ruido establecido y los horarios de cierre, ya que varios locales habían sido sancionados por infringir esta normativa después de las quejas de los vecinos.

Esto puso de manifiesto la falta de un acuerdo entre hosteleros y vecinos. Algo que Javier prefiere evitar, y que por eso decidió cerrar antes su negocio, con el fin de no perturbar el descanso de los vecinos. 

A pesar de la flexibilidad ofrecida por el Concello, algunos locales en la ciudad priorizaron el respeto a los horarios tradicionales. "Lus pubs y discos también tienen que trabajar", añade César, de la plaza de "la urbana". 

Sin embargo, otros locales decidieron aprovechar la ampliación horaria, manteniendo sus negocios abiertos hasta las 3:30 de la mañana, como es el caso de la Esquina de Valentina, en la calle Torreiro. Al tratarse de un local de restauración, la licencia tan solo le permitía estar abierto hasta la 1:30, por lo que no le vino nada mal esta medida temporal.