El 10 de diciembre de 2021, la activista antivacunas francesa y autodenominada periodista independiente Natacha Rey apareció un vídeo de cuatro horas en YouTube junto a la médium Amandine Roy. En el vídeo aseguraba que, tras una exhaustiva investigación de tres años, había logrado descubrir que la primera dama francesa, Brigitte Macron, nació realmente como un hombre llamado Jean-Michel Trogneux en 1953. Pese a venir de un canal de dudosa reputación, en muy pocas horas el vídeo alcanzó las 500.000 reproducciones.
Su imprevisible impacto se convirtió de pronto en un fenómeno político en Francia: el 21 de diciembre, la mujer de Macron presentó una denuncia por difamación y, en enero de 2022, se vio forzada a intervenir públicamente en las televisiones nacionales TF1 y RTL para desmentir que era un hombre. Este inédito fenómeno –que un rumor de bajo vuelo pusiera contra las cuerdas a la primera dama de la República Francesa– llamó la atención en París a la veterana reportera Emmanuelle Anizon del semanario Le Nouvel Observateur.
Así que se puso sobre la pista: "Quería investigarlo porque es un rumor que ha tenido una enorme repercusión, tanto en Francia como en el extranjero. Golpeó a la cima del Estado, lo cual me pareció muy interesante. Pero sobre todo, me interesó porque venía de una mujer y nacía de un conjunto de creencias un tanto oscuras, que en este caso se encarnaron. Por todo ello me pareció periodísticamente interesante, había un buen punto de partida", dice en conversación telefónica con EL ESPAÑOL | Porfolio.
Fruto de su investigación escribió el libro L'Affaire Madame, publicado en Francia el pasado 24 de marzo por StudioFact, y que se ha convertido en un fenómeno de la literatura periodística. En el libro, Anizon recorre cronológicamente el bulo desde su nacimiento hasta que estalla en la cúpula del poder en Francia, se mete en la cabeza de quien fabricó el rumor y analiza las implicaciones y relaciones que éste ha tenido tanto en Francia como en Estados Unidos.
El origen
"Natacha Rey es una ciudadana absolutamente normal y corriente que sueña con ser artista, bastante culta y leída, y que defiende con convicción la causa animalista. Además, es guapa y tiene una apariencia frágil. Pero con el paso de los años comienza a desconfiar del poder y hacia las élites, a raíz de varios escándalos. En la época de los chalecos amarillos se pone de su lado, por ejemplo, y con el tiempo, entra en la lógica de la desconfianza y de rechazo a las instituciones. Dejó de votar, por ejemplo; en el Covid se convirtió en antivacunas... Y al mismo tiempo, comenzó a informarse por su cuenta, desconfiando también de los medios tradicionales", dice Anizon.
Según describe Anizon, Rey empezó a investigar por su cuenta el caso de Macron por comentarios o preguntas que con toda seriedad surgieron en foros de internet por parte de personas de un perfil parecido al suyo. "Su pretensión de investigar el origen sexual de Brigitte Macron nace desde la absoluta convicción, sin una intención de intoxicar", dice Anizon. "Es una deriva bastante clásica. Son personas que poco a poco abandonan todos los referentes comunes, y que poco a poco se adentran en un mundo paralelo", prosigue la periodista.
En la difusión original del rumor, por ejemplo, Rey explicó que cuando fue a solicitar la partida de nacimiento de Brigitte Macron, el alcalde del pueblo le puso trabas burocráticas, "lo cual es el clásico punto que alimentó su desconfianza", según Anizon. "Quienes lo empezaron son personas sinceras, que creen que han trabajado sobre el terreno y han llegado a una revelación que las élites ocultan", dice la periodista. Por ello, no describe a Rey ni al origen del bulo como un complot para desestabilizar al poder. Eso vendría después.
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La revista mensual considerada en Francia de extrema derecha Faits et Documents, fundada en 1996 y dirigida por el negacionista del Holocausto Alain Soral, se hizo eco de la investigación de Rey en seis entregas. Luego lo tradujo al inglés y lo envió a sus contrapartes estadounidenses, multiplicando el eco del fenómeno. "Aquí sí que entra una mano que, independientemente de que la información sea cierta o no, tiene la intención de desestabilizar al poder", dice Anizon.
Así, en Francia, el hashtag #JeanMichelTrogneux (el supuesto nombre de nacimiento de Brigitte Macron) se viralizó en redes sociales, con cientos de cuentas falsas y bots que lo reprodujeron. El estallido del rumor se produjo, además, en los meses previos a las últimas elecciones presidenciales francesas en las que Macron revalidó su victoria.
Bajo la etiqueta con el supuesto nombre de Brigitte Macron como hombre, los usuarios de redes como Twitter se hicieron eco de las supuestas pruebas aportadas por Rey en su vídeo de YouTube y luego respaldadas por Faits et Documents. La repercusión del bulo provocó incluso que los medios nacionales franceses tuvieran que desmentir la información.
Para la Anizon, el funcionamiento de un bulo que señala el origen sexual de una primera dama como hombre, se basa "en que provoca odio en la gente". "Con algo así le estás diciendo a la gente, primero, que las élites nos mienten, incluso en la identidad sexual. Y luego tiene un componente de juicio moral que es una forma de transfobia. Lo llamo la inversión de los valores de la élite: la idea de que las élites están equivocadas, que van en contra de unos valores universales y que están retorcidas sexualmente", explica Anizon.
Hasta EEUU
Después de que Faits et Documents diera eco a la pseudo-investigación de Rey en inglés, el escándalo se reprodujo en los círculos trumpistas de internet en Estados Unidos. En foros como 4Chan, el rumor tomó fuerza hasta que de nuevo, dos años después, apareció en las primeras planas de la prensa francesa. El motivo es que el pasado 11 de marzo, la polemista pro-Trump Candace Owens, lo difundió en su canal de YouTube que tiene 3,18 millones de seguidores.
El vídeo, que luego fue eliminado de la plataforma, usaba los mismos documentos que Rey mostró para justificar su pseudo-investigación y por la que fue multada en Francia después de la denuncia de la primera dama en 2021 con apenas 2.000 euros de los que apenas pagó 470.
La aparición de Owens se produjo, además, apenas tres días después de que el propio Emmanuel Macron, por el Día Internacional de la Mujer, desminitiera que su mujer había nacido como hombre. Era la primera vez que Macron hablaba del tema en público. "Lo peor es la información falsa y los escenarios inventados", afirmó. "La gente acaba creyéndoles y te molestan, incluso en tu intimidad", dijo el presidente francés.
El interés que un asunto doméstico francés ha despertado en los foros trumpistas en Estados Unidos tiene una explicación para Anizon. "En un año electoral, cualquier intento de desestabilización a potencias que no son pro-Trump es algo interesante para ellos en el terreno geopolítico", dice. "Y sabemos que en Estados Unidos, este tipo de cosas han tenido un impacto anterior, como ya pasó con Michelle Obama, por lo que, si se difunde que en Francia hay un caso similar, puede ayudar a la gente a reforzar su creencia".
En diciembre de 2020 se viralizó en Estados Unidos una imagen de Barack y Michelle Obama de jóvenes, en la que el cabello y el rostro de la exprimera dama estadounidense habían sido manipulados como prueba irrefutable de que era una mujer trans. La fotografía original, no obstante, había sido publicada por el propio expresidente de Estados Unidos en sus cuentas de Twitter e Instagram para felicitar el cumpleaños a su esposa en 2019. Este bulo contra Obama ya había sido alentado en 2017 por el presentador Alex Jones, responsable de la web que difunde teorías conspirativas InfoWars.
"No tengo mucho interés en la política estadounidense, pero cuando vi que lo de Brigitte Macron se convertía en un asunto importante allá, me di cuenta de que esto no era cualquier rumor", dice Anizon. "Estamos ante una derecha que se retroalimenta en Francia, en Estados Unidos o en España con intereses parecidos que los unen e intercambiar este tipo de rumores en un momento dado, les puede beneficiar", asegura la periodista.
En este sentido, Anizon se pregunta qué responsabilidad tienen los medios tradicionales en aumentar o desarticular una insinuación que parte de un disparate, como para que llegue al propio Elíseo. "Después de mucho reflexionar, creo que les damos el espacio y ayudamos a que existan. Y por eso también quise escribir el libro: para contar que esto existe, e intentar entender por qué pasan estas cosas, por qué hay gente que, desde la desconfianza, difunde estos rumores", dice la periodista.
"Creo que no ganamos nada caricaturizándolos o burlándonos de ellos, englobándolos a todos en el grupo de los teóricos de la conspiración. Cada vez son más, y cada vez son más numerosos… Todos nosotros, en nuestras familias o en nuestro círculo de amigos tenemos a alguien que entra en este tipo de derivas. Y no por ignorarlos desaparecen sus creencias, sino lo contrario. Si hacemos como si este fenómeno no existiera, contribuimos a alimentarlo y hacemos que aumente la desconfianza colectiva. Por eso es necesario hablar de ello e intentar comprender a quienes no votan, no creen en los políticos, ni en las instituciones, ni tampoco en los periodistas", concluye Anizon.