Joe Biden ha hecho, sin pretenderlo, lo que la mayoría de los presidentes evitan con cuidado: poner a su vicepresidente, en este caso Kamala Harris, bajo el foco público. Al mostrarse envejecido y confundido sobre el escenario del debate con Donald Trump, Biden provocó un pánico generalizado entre los demócratas (y varias peticiones de dimisión), lo que hizo que todos se fijaran en su vicepresidenta como posible sustituta.

Estar a sólo un paso de una presidencia que ostenta un hombre de 81 años siempre le ha dado potencial relevancia mediática a Harris. Sin embargo, la Casa Blanca y los medios de comunicación se han mostrado reacios a concederle esa relevancia. 

Pero si Biden se hace a un lado, Harris se convertirá repentinamente en la favorita para ostentar la candidatura demócrata. Si él tiene un problema médico que lo deja incapacitado antes de las elecciones, ella se convertirá en presidenta de los Estados Unidos.

La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, en un acto de campaña en Carolina del Norte.

La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, en un acto de campaña en Carolina del Norte. Reuters

Sin embargo, muchas personas en los Estados Unidos y en todo el mundo desconocen quién es Kamala Harris.

Esto es en gran medida culpa de Biden. Si han visto la serie Veep sabrán que marginar al vicepresidente es una tradición en la Casa Blanca.

Se suponía que Biden sería un puente hacia los líderes más jóvenes. En un mitin de campaña en marzo de 2020, flanqueado por sus antiguos rivales en las primarias, Kamala Harris y el senador Cory Booker, así como por la gobernadora de Michigan, Gretchen Witmer, Biden dijo: "Miren, me veo a mí mismo como un puente, no como otra cosa".

Poco después de este discurso, Biden le dijo a un grupo de donantes: "Me veo como un candidato de transición".

El país tomó su palabra y lo eligió. Sin embargo, él y su equipo hicieron pocos esfuerzos para tender ese puente hacia Harris.

A Harris se le asignaron tareas políticas imposibles, como "arreglar" las causas profundas de la inmigración. También otras que no eran adecuadas para ella, como actuar como enlace con el Congreso, donde sólo había servido como senadora durante cuatro años.

El único momento en el que Harris ha tenido la oportunidad de brillar es viajando por todo el país para defender el derecho al aborto. Este es el tema más ganador para los demócratas después de la decisión de la Corte Suprema de anular Roe vs. Wade en 2022. Harris ha podido tomar la iniciativa en este tema porque defiende a fondo el derecho de las mujeres a elegir. Biden, un católico devoto, sólo puede hacerlo de forma tibia

Debido a su edad, se podría esperar que la administración Biden enfatizara cuán capaz es Harris de ponerse en el lugar de Biden. Sin embargo, una y otra vez, cuando los periodistas han preguntado a los funcionarios de la Casa Blanca sobre Harris, han reconducido la conversación hacia Biden en lugar de exponer los puntos fuertes de la vicepresidenta. Como si incluso hablar de ella fuera admitir que Biden es demasiado viejo para el puesto.

Un 74% de los estadounidenses piensa hoy que Joe Biden es demasiado mayor para ser presidente de los Estados Unidos. Eso y sus cifras cada vez más bajas en las encuestas contra Trump han hecho que todos vean con mejores ojos a la mujer que podría convertirse en presidenta de los Estados Unidos.

Harris nos mostró de qué estaba hecha la misma noche del debate al defender a Biden ("un comienzo lento, pero un final fuerte") y hablar luego de la condena en los tribunales de Donald Trump. Ese era el argumento que los demócratas querían desesperadamente que Biden expusiera durante el debate

Esto nos da una idea de lo más importante que debemos saber sobre Kamala Harris: sus raíces como fiscal. Harris se convirtió en alguien a quien seguir en el Partido Demócrata tras su meteórico ascenso en la política de California. Primero como fiscal de distrito en San Francisco, luego como fiscal estatal y luego tras ser elegida para el Senado en 2016.

Sin embargo, su perfil de dureza contra el crimen no le sirvió de mucho en las primarias de 2020, que coincidieron con el apogeo del apoyo al movimiento Black Lives Matter y las protestas contra la policía. Este fue probablemente el golpe fatal a su campaña de primarias, ya que no se le permitió ser ella misma, una fiscal. Harris fue criticada con memes que decían "Kamala es policía". También decían que Kamala no era "auténtica". Biden tuvo entonces que elegir a una mujer negra como compañera de fórmula, y todo quedó entre Harris y la alcaldesa de Los Angeles, Karen Bass.

También se puede atribuir parte de la culpa del perfil bajo de Harris a los medios de comunicación, ya que son ellos los que tienen la responsabilidad de informar sobre la persona más cercana a la Oficina Oval. Los ayudantes de Harris se quejan de que ella se desempeña mejor en eventos más pequeños, donde interactúa con los votantes, pero que la prensa en su mayoría no está interesada en ellos.

A veces, Harris ha sido la primera en no hacerse un favor a sí misma. Ejemplo de ello es su entrevista con el presentador de noticias nocturno de la NBC, Lester Holt, mientras viajaba a Guatemala. Era la primera entrevista importante de su vicepresidencia. Fue una oportunidad para presentarse a los estadounidenses, que no la conocían muy bien. También fue una charla casual sobre "su" tema, las causas de la inmigración.

Pero Harris fracasó. Holt le preguntó por qué no había ido a la frontera mientras ella insistía en que sí había ido. Pero no lo había hecho. Fue una mala entrevista, pero lo que pasó después fue más dañino. En lugar de comparecer frente a la prensa para rectificar, se alejó de los periodistas.

Harris ha demostrado tener una fuerte presencia frente a las cámaras cuando puede defender los temas y las políticas que le interesan. Esto sugiere que la entrevista con Holt probablemente fue sólo un mal día, agravado por algunos malos consejos.

El trabajo de Harris requiere que apoye y defienda a Biden hasta el momento en que él decida abandonar la presidencia, si es que eso llega a suceder. Y ahora ya la estamos viendo poner a trabajar sus habilidades como fiscal en la campaña electoral, luchando por Biden y atacando a Trump.

Kamala, la policía, podría en definitiva ser la persona adecuada para enfrentarse a Donald, el delincuente convicto.