Tras varios días de avisos por parte de las autoridades, Irán finalmente dio el paso en la madrugada del domingo y lanzó sobre suelo israelí un ataque con más de 300 drones y misiles. Los sistemas y escudos antiaéreos de Israel lograron parar el 99% de las amenazas aéreas de Teherán gracias en parte a la ayuda de cazas de Reino Unido y Estados Unidos desplegados en la región.
Tras el ataque con drones iraníes a la base naval de Eliat, Israel respondió el uno de abril bombardeando el edificio contiguo a la embajada de Irán en Damasco. En ese lugar se reunían altos cargos de Hezbolá, la Yihad Islámica, la Guardia Revolucionaria Islámica y el gobierno sirio de Bashar Al-Assad. El resultado de la explosión fue de, al menos, siete fallecidos entre los que se encontraban tres mandos de las milicias de Teherán.
Desde ese momento y durante los últimos días, ambos países orientales se sumieron en una escalada de tensiones con un importante cruce de acusaciones y la activación de todas las alertas por parte de los servicios de inteligencia. En unas declaraciones realizadas el pasado domingo, el ministro de Defensa de Israel dijo que el país estaba listo para manejar cualquier movimiento militar en la región.
"Al completar la evaluación, el ministro Gallant enfatizó que el sistema de defensa ha completado los preparativos para las respuestas en caso de cualquier escenario que pueda desarrollarse frente a Irán", según publicó su oficina de prensa y recoge Reuters. Las declaraciones llegaron después de mantener una reunión con altos oficiales militares.
Casi al mismo tiempo y desde Irán, un asesor de Alí Jamenei dijo que ninguna de las embajadas de Israel estaba ya a salvo y que Teherán consideraba la confrontación con el país como un "derecho legítimo y legal". También la agencia de noticias iraní ISNA publicó en la mañana de este domingo una infografía donde se recoge los misiles con el rango operativo suficiente como para llegar a suelo israelí.
Las inversiones en investigación y desarrollo tecnológico han convertido a Irán en una potencia armamentística de primer orden. Tanto es así que su arsenal ya es considerado por algunos analistas como de los más potentes de todo el mundo y exporta algunas de sus plataformas a países aliados como Rusia.
Misiles hipersónicos
Siguiendo el paso de sus aliados más cercanos —Rusia, China y Corea del Norte— Irán se integró en el selecto club de países con armas hipersónicas el pasado 2023. El primero en presentarse al gran público fue el misil Fattah a mediados de año con una amplia cobertura mediática por parte de los medios de Teherán.
"El misil hipersónico, guiado con precisión, tiene un alcance de 1.400 kilómetros y es capaz de penetrar todos los escudos de defensa", señaló en junio Amirali Hajizadeh, jefe de la fuerza aeroespacial del país. Un rango operativo suficiente como para alcanzar suelo israelí.
En esa ocasión, además, la televisión estatal iraní apuntó que el "misil puede eludir los sistemas antibalísticos más avanzados de Estados Unidos y del régimen sionista", en referencia a los fabricados por Israel, uno de los especialistas mundiales en esta rama de defensa. "Incluida la Cúpula de hierro". La velocidad máxima del Fattah es de 14 veces la del sonido, unos 17.000 kilómetros por hora.
Más recientemente, en noviembre, Irán volvió a mostrar al mundo parte de su potencial militar incorporando a su arsenal el Fattah 2. Además, se encuadra dentro de la categoría HGV, según la agencia de noticias iraní Tasnim News, tan sólo al alcance en este momento por Rusia.
Los HGV —Hypersonic Glide Vehicle o Vehículo Planeador Hipersónico— es uno de los métodos más utilizados para crear este tipo de armamento. Consiste en el lanzamiento de un cohete con uno o varios de estos vehículos en su interior para, una vez a la altura deseada, desplegarlos siguiendo una trayectoria de reentrada atmosférica maniobrable.
Dispone de una primera etapa de propulsión que se basa en otro misil y le permite ascender a una altitud no desvelada, aunque seguro a que cientos de kilómetros de la superficie. Una vez allí, entra en funcionamiento la segunda etapa de propulsión de combustible líquido —a base de hidrazina— antes de desplegar el vehículo de planeo hipersónico, que será el que se dirigirá hacia el objetivo final marcado.
En lo relativo a las especificaciones, medios iraníes han indicado que puede llegar hasta los 1.500 kilómetros de rango operativo; muy por debajo de otras propuestas HGV de países como Rusia o China, con alcances globales de decenas de miles de kilómetros. "El Fattah 2 puede elegir la forma de su trayectoria de vuelo como los misiles de crucero", afirman desde Tasnim. Puede "engañar a los sistemas de defensa antimisiles del enemigo en cualquier momento mediante la realización de maniobras".
También explican que la velocidad máxima que puede alcanzar se sitúa en torno a 10 veces la del sonido, unos 12.000 kilómetros por hora. Según explican, la combinación de esta alta velocidad con la capacidad de maniobra supone un verdadero reto para los escudos antiaéreos, tecnología en la que Israel ha demostrado estar en la cúspide del desarrollo tecnológico de todo el mundo con sistemas como la Cúpula de Hierro o el Iron Beam que emplea láser.
Balísticos de largo alcance
La principal diferencia entre un misil hipersónico de otro balístico es que estos últimos tienen una capacidad de maniobrabilidad muy reducida e incluso nula dependiendo del misil. Una vez se programa el lanzamiento y se realizan los cálculos, el proyectil no puede variar en gran medida su trayectoria mientras se dirige hacia el objetivo marcado.
Este detalle es de suma importancia porque los sistemas antimisiles que protegen a Israel están especialmente diseñados para lidiar contra este tipo de amenazas. El ejército de Netanyahu es también uno de los mayores especialistas en la interceptación de amenazas aéreas tras años de experiencia repeliendo ataques desde la Franja de Gaza.
Uno de los misiles balísticos más avanzados de Irán es el Kheibar —también denominado Khorramshahr-4— que se puso en servicio el pasado año 2023. El primer ensayo lo ejecutaron el mayo pasado y cuenta con un rango operativo de 2.000 kilómetros y una cabeza de guerra de 1.500 kilogramos, situándose como la plataforma que tiene más capacidad de todo el arsenal iraní.
"Nuestro mensaje a los enemigos de Irán es que defenderemos el país y sus logros", declaró el ministro de Defensa Mohammadreza Ashtiani, con motivo del primer lanzamiento oficial. "Nuestro mensaje a nuestros amigos es que queremos ayudar a la estabilidad regional".
El desarrollo de un misil desde cero implica un coste elevadísimo tanto en el periodo de diseño como de construcción, de ahí que Irán haya aprovechado la plataforma de Shahab-3 para crear algunas variantes y versiones más o menos diferenciadas. Este modelo es uno de los más veteranos de cuantos tiene en su arsenal y comenzó su vida operativa en 2003.
El Shahab-3 cuenta con un rago operativo de 1.300 kilómetros, suficiente para cubrir la distancia desde la frontera más occidental de Irán con Irak y llegar a Israel. Sin embargo, la autonomía se plantea algo ajustada y de ahí que las nuevas versiones se posicionen mejor para este tipo de operación.
Los ingenieros iraníes llevaron a cabo algunas modificaciones importantes de la plataforma, como la sustitución del acero por el aluminio —metal más ligero—, el alargamiento del fuselaje o el reemplazo del sistema de navegación y guiado por otro más moderno. De esta forma se crearon los modelos de misiles Ghadr-1 y Emad; además de otros con cambios menores que recibieron la denominación de Shahab-3A, 3B, 3D y 3M.
El misil Ghadr-1 se mostró al mundo por primera vez en el año 2007 y no fue hasta el 2015 cuando Irán lo probó por primera vez, según el medio militar Jane. Cuenta con un rango de 1.950 kilómetros, un peso de 19 toneladas en el momento del lanzamiento y puede integrar una cabeza de guerra de hasta 750 kilogramos.
En cuanto al Emad, desde CSIS indican que Irán lo anunció en octubre del 2015 como un arma de "largo alcance". El análisis del misil señala que en realidad no se trata de un programa totalmente nuevo, sino más bien de un vehículo de reentrada preparado para poder ser acoplado encima de un cohete Ghadr.
Según lo describió el por entonces ministro de Defensa, se trata del primer misil iraní que puede ser controlado y guiado hasta alcanzar su objetivo. En enero de 2021 y tomando referencia información de Teherán, consiguieron impactar contra una embarcación en el océano Índico en mitad de una maniobras. Sin embargo, algunos analistas son más escépticos con el hecho de que Irán tenga esta capacidad de poder impactar contra objetivos móviles, lo que arrojaría un nivel de precisión de unos pocos metros.
Donde sí que coinciden los diversos informes es que el Emad cuenta con un rango operativo de entre 1.700 y 1.800 kilómetros que se une a la capacidad de llevar una ojiva de 750 kilogramos. La diferencia respecto el Ghadr-1 sería, de poder confirmarse y probarse, la posibilidad de ir ajustando la trayectoria hacia el objetivo.
Entre las últimas incorporaciones de este tipo de misiles se encuentra el Hajj Qassem. Denominado así por el oficial militar asesinado por Estados Unidos empleando un dron, se vio por primera vez en agosto de 2020 en una maniobra de lanzamiento. Según Irán, dispone de 1.400 kilómetros de autonomía, 500 kilogramos de cabeza de guerra y emplea un motor de combustible sólido junto a un sistema avanzado de guiado.
Misil de crucero
En febrero de 2023, el régimen de Irán anunció que había concluido el desarrollo de un nuevo misil de crucero con un rango operativo de 1.650 kilómetros. La principal diferencia de este tipo de arma es que no realiza una trayectoria balística —ascendiendo a gran altitud para luego bajar a gran velocidad— como los modelos mencionados antes, sino que emplea una serie de alas y motores que le otorgan la sustentación suficiente como para volar en la atmósfera.
Este tipo de arma se parece más a un avión con motores potentes y cargado de explosivos que a un misil convencional de artillería. El Ejército iraní lo ha denominado Paveh y cuenta con la capacidad de poder cambiar de objetivo en mitad de la misión e incluso de poder atacar a blancos en movimiento.
Los datos sobre el misil son muy escasos y tan sólo se conoce que puede atacar en grandes enjambres, donde una unidad toma el papel de líder y el resto de plataformas la siguen mientras mantienen una comunicación constante y autónoma entre ellas. Uno de los puntos clave que tampoco ha trascendido es su velocidad máxima, ya que suele ser mucho menor que los misiles balísticos convencionales al volar en capas bajas de la atmósfera.