Mientras Rusia empieza a actuar a la desesperada y Ucrania trata de solventar los problemas de su sistema eléctrico, España cumple el compromiso alcanzado en octubre de suministrar cuatro lanzaderas Hawk y una batería Aspide al país presidido por Volodímir Zelenski. Según ha confirmado el Ministerio de Defensa a través de un comunicado, el equipamiento militar, distribuido en dos convoyes, ya va camino por carretera hacia el hub logístico de Polonia, donde se ha centralizado toda la entrega y recepción de material para Ucrania.
También han partido hacia Ucrania, en un avión C295, los 19 soldados ucranianos que fueron adiestrados en la base militar de Zaragoza para la utilización del sistema antiaéreo Spada 2000 y sus misiles Aspide. Tras cuatro semanas de entrenamiento, los militares están preparados para operar el sistema de forma autónoma en los diversos frentes del conflicto y contrarrestar así los misiles rusos.
Estas entregas se suman a los obuses españoles que usa Ucrania y fueron decisivos en su contraofensiva gracias a sus 24 km de alcance y su alta capacidad explosiva y a los grupos electrógenos asociados a las baterías antiaéreas que ya están en Polonia, gracias a la coordinación del Mando de Operaciones (EMAD). En su día, Oleksii Reznikov, Ministro de Defensa ucraniano, se manifestó así sobre el envío: "Agradezco a mi colega Margarita Robles la decisión de enviar 4 sistemas de defensa aérea HAWK a Ucrania [...]. Hoy la defensa aérea es una prioridad no sólo para Ucrania, sino para toda Europa".
Sistemas Hawk
Los misiles de tierra-aire Hawk de medio alcance se llaman así por las iniciales de Homing All the Way Killer, que se podría traducir como "interceptor guiado a lo largo de su vuelo", debido al seguimiento que realiza de las aeronaves enemigas marcadas como objetivo.
Este sistema antiaéreo, encargado de la detección, identificación, seguimiento y destrucción de objetivos aéreos a media y baja altura, entró en servicio por primera vez en 1960 y desde entonces ha sido adoptado por muchos países, entre ellos España, hasta convertirse en uno de los sistemas más comunes en su clase.
El tiempo de despliegue de la batería completa está en torno a las tres horas y puede operar de manera aislada o integrarse en un sistema de defensa aéreo más amplio. Los lanzadores tienen capacidad para tres misiles cada uno y cuentan con un rango máximo de alcance de 40 km, 18 km de 'techo' y una velocidad de crucero de 2,5 Mach gracias a su motor de combustible sólido. Una de sus características más destacadas es su gran versatilidad, gracias a sus sensores de alta y baja cota.
Los Hawk, que pesan unos 630 kilos, son misiles semiactivos, es decir, que necesitan datos de un radar iluminador. Este se encarga de proporcionar en tiempo real la información de vuelo, así como la distancia, la altitud, la orientación y la dirección de las aeronaves o misiles enemigos, tanto a la unidad de control como a los lanzadores y al misil. Por su parte, el radar de adquisición tiene un alcance de hasta 120 km de distancia y 80 km en altura.
Spada 2000 y misiles Aspide
La otra batería antiaérea que España ha enviado a Ucrania es la evolución de los sistemas Spada, que comenzaron a operar en la Fuerza Aérea Italiana en 1983 y permiten interceptar misiles de corto alcance con un rango superior a los 20 kilómetros, cubriendo una superficie de hasta 2.000 kilómetros cuadrados. Spada 2000 funciona tanto de día como de noche y también en condiciones climatológicas adversas, y permiten proteger todo tipo de emplazamientos terrestres, desde bases aéreas hasta puertos, zonas civiles o edificios importantes.
La configuración básica del sistema cuenta con un centro de detección, para el control operativo táctico, dos secciones de fuego (ampliables a cuatro) y uno o dos lanzadores de misiles por sección, hasta un máximo de ocho lanzadores. Una de sus ventajas es su facilidad de transporte, tanto en camión como en tren o avión, además de la posibilidad de integrar y coordinar hasta 10 sistemas de artillería antiaérea adicionales.
Los proyectiles que lanza Spada 2000 son los misiles Aspide, fabricados por la italiana Selenia y desarrollados en los años 70. Se trata de un misil tierra-aire que ha estado presente tanto en las filas del Ejército del Aire como en las del Ejército de Tierra. De estas últimas, se conoce su baja a finales del 2020. Son capaces de impactar contra un objetivo en un radio de 25 kilómetros en su versión tierra-aire, con una masa total de 220 kilogramos, 35 de los cuales corresponden a la ojiva.
Hasta la fecha, el esfuerzo de ayuda a Ucrania por parte de España se ha concretado en unos 31 aviones, cerca de 80 camiones y dos barcos para transporte de material y personal, como niños y heridos. Lo que se ha descartado definitivamente parece ser el envío de 40 Leopard A4, los blindados que España lleva guardando 10 años en un almacén de Zaragoza.
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