El mundo de los teléfonos plegables tiene dos nuevos modelos con los que se medirán el resto de terminales. Los renovados Galaxy Z Fold 4 y Z Flip 4 de Samsung llegan a las tiendas de España hoy 26 de agosto con un estilo continuista que esconde las principales novedades en el rendimiento, las batería y las cámaras, entre otros detalles clave.
[Contacto con los Samsung Galaxy Z Fold 3 y Galaxy Z Flip 3: unos plegables más finos y compactos]
En EL ESPAÑOL-Omicrono hemos podido probar ambos smartphones con pantalla flexible durante más de una semana, tiempo suficiente para poder relatar dónde han evolucionado los plegables más conocidos el mercado y cuáles son los parecidos y diferencias de cada modelo, porque aunque a simple vista son dos productos muy similares, al mismo tiempo, son muy distintos, enfocados a consumidores con unas necesidades casi opuestas.
Lo primero que ha querido mejorar la marca coreana ha sido la calidad de sus diseños que no cambian a simple vista, pero sí en esencia, siendo más resistentes e incluso más cómodos de utilizar. También llevan por dentro los cambios en rendimiento, cámaras y batería, además de nuevas funciones de software con las que sacarles más partido. De todo ello, hablamos a continuación.
Diseño más resistente
Salvo por detalles como el color o pequeños cambios en el conjunto de las cámaras, un consumidor podría confundir esta nueva generación con la tercera de 2021, pero se equivocaría. Si nos fijamos con cuidado se perciben materiales más robustos y en las especificaciones queda claro que Samsung ha querido dotar de mayor resistencia a estos dos terminales. El Z Fold 4, por ejemplo, es el primero de su categoría que es resistente al agua con certificado IPX8.
Este modelo sigue siendo pesado, aunque Samsung presume que es el más fino y ligero hasta la fecha, con un grosor de 14,2 mm plegado y un peso de sólo 263 gramos. Está creado para quienes lo utilizan tanto como móvil, como tablet. En él se pueden consultar varias aplicaciones al mismo tiempo; ver películas o leer una novela o un cómic es realmente cómodo con su pantalla desplegada de 7,6 pulgadas.
Se trata de un panel AMOLED con resolución QXGA+ y 120 Hz de tasa de refresco, cuya fluidez se aprovecha aún más con funciones como la barra de herramientas inferior (como la de los ordenadores), la multipantalla y el Modo Flex para saltar de una aplicación a otra. De la resistencia de las pantallas plegables no hay muchos cambios, aguantan hasta 200.000 pliegues; en el tiempo que lo hemos probado, no ha habido problema, la marca del doblez se mantiene sin influir en la calidad de la imagen.
La pantalla exterior también cuenta con tecnología AMOLED y llega a las 6,2 pulgadas, con resolución HD+. Es la ventana perfecta para no tener que hacer fuerza y abrir el smartphone, ya que desde este panel con cámara integrada se puede acceder a todo el teléfono.
Sin los paneles externos, el uso de ambos plegables se volvería una tortura pues no son fáciles de abrir. No es que cueste mucho, pero se necesitan las dos manos, nada de querer abrirlos con el pulgar como ocurría con los móviles tipo concha de los 2000. Esto se debe a la resistencia de la bisagra y los materiales que la marca ha querido reforzar este año, ante las quejas de los consumidores.
La pequeña pantalla del Flip de 1,9 pulgadas se integra perfectamente con el cristal negro junto a las dos lentes principales. Es una práctica ventana para consultar los mensajes, controlar la musica, la hora, y demás aplicaciones, además de hacer algún selfie esporádico con las principales cámaras del teléfono.
No es tan práctico, por el contrario, la posición de los botones del modelo tipo concha cuando está desplegado. Ambos teléfonos cuentan con el lector de huellas en el botón de encendido, pero llegar al del Flip se hace cuesta arriba. Además, cuando se pliega, el botón del volumen cambia de posición obligando a pensar con cuidado como se usa cada vez si no te quieres confundir y quedarte sordo al subir el volumen cuando lo que querías era bajarlo.
Al margen de estas inconveniencias el Z Flip 4 es el modelo más práctico de los dos por su reducido tamaño y es estilo de polvera que facilita guardarlo en un bolsillo. Al abrirlo, la pantalla completa AMOLED de 6,7 pulgadas tiene resolución FHD+ 120 Hz de tasa de refresco, HDR10+ y un brillo máximo de 1200 nits. Es alargada y estrecha pero Samsung cuenta con gestos suficientes para navegar por ella con una sola mano y saltar entre aplicaciones con fluidez.
Más potencia y autonomía
En su interior, ambos integran el potente procesador Snapdragon 8+ Gen1, el mismo que utilizan la mayoría de móviles de gama alta de este año. Un componente clave que aporta conectividad 5G y fluidez a estos móviles para resistir horas de juego y multitarea sin problemas, algo a lo que también ayudan los 12 GB de RAM del Fold y los 8 GB del Flip. Eso sí, como ocurre con la mayoría de terminales equipados con este chip, el calor se acaba notando al rato con el uso intenso.
Crecen, por tanto, en potencia y también en memoria interna, el plegable más pequeño permite elegir entre 128 GB, 256 GM y 512 GB, mientras que el Fold cuenta con tres configuraciones mayores: 256 GB, 512 GB y hasta 1 TB. Ambos ejecutan Android 12 con la capa de Samsung One UI llena de herramientas enfocadas a su condición de plegables como estamos viendo.
Otra de las características destacables del nuevo plegable tipo concha es el crecimiento de su batería, algo muy demandado por los usuarios. Pasa de los 3.300 a los 3.700 miliamperios hora, permitiendo llegar al final del día con algo más de soltura. También es compatible con carga inalámbrica o ultrarrápida, rellenando el 50 por ciento en 30 minutos. Lo mismo ocurre con su hermano que mantiene los 4.400 mAh que ya integraba y ofrece una autonomía similar soportando todo el día una pantalla más grande.
Fotografías más luminosas
Aunque estemos ante dos móviles Samsung de más de 1.000 euros, la fotografía queda en segundo plano frente a las pantallas, pero esto no implica que no evolucione sustancialmente para no quedarse muy atrás en la calidad que se espera de un móvil de alta gama. Para el Z Fold 4 el salto es más significativo porque hereda la configuración del Samsung Galaxy S22, el flagship del fabricante coreano presentado a principios de año. Por su parte, el Z Flip 4, mantiene el equipo fotográfico de su predecesor ganando en luminosidad con un nuevo sensor un 65% más brillante.
El plegable tipo tablet cuenta con una lente gran angular de 50 MP, un ultra gran angular de 12 MP y un teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico de 3x a 30x de Space Zoom, con tecnología de inteligencia artificial para evitar la distorsión al ampliar la imagen. La estabilización está presente tanto en foto como en vídeo.
La calidad fotográfica es notable tanto de día como de noche, tratando los detalles con colores intensos y buena definición, el software tiende a saturar las imágenes, cualidad que depende del gusto de cada persona. El zoom de 30 aumentos es otro de sus puntos fuertes, apenas pierde nitidez.
Las cámaras y el software hacen un buen equipo hasta para recortar el fondo en los retratos, un efecto que también está bien conseguido en la cámara frontal de 10 MP. Esta destaca por encima de la lente de 4MP que se esconde debajo de la pantalla plegable. Es un detalle curioso para presumir, pero la calidad deja bastante que desear, llena de ruido.
En la otra mano, el Z Flip 4 está equipado con un sensor frontal de 10 MP y por detrás con un gran angular de 12 MP y otro ultra gran angular también de 12 MP, todos con estabilizador de imagen. El dúo de cámaras trasero ofrece buenas fotos para un usuario que no se fije en el detalle, también con cierto exceso de saturación en los colores. Se defiende tanto de día como de noche y en las imágenes gran angular la calidad no decae en exceso.
El modo noche no difiere mucho de la fotografía estándar cuando se capturan escenas nocturnas. Resulta difícil saber a posteriori cuándo se ha tomado la imagen con una función u otra, pero es resultado es aceptable, siempre que haya suficiente luz. En cuanto a los selfies, el procesado es más leve y natural en la cámara del Flip, que con las traseras. Por supuesto, hacerse selfies con el móvil "sentado en la mesa" es una cualidad muy práctica que solo tienen estos modelos.
¿Me los compro?
La cuarta generación de plegables de Samsung consolida la propuesta de ambos modelos. Sabiendo de sobra lo que le gusta a su público, a quién van dirigidos y las mejoras que estos consumidores demandan, el fabricante no se ha complicado la vida y ha puesto la carne en el asador donde era necesario.
Frente a todas estas mejoras, Samsung mantiene los precios como en años anteriores: El Z Fold 4 más barato (de 256 GB de almacenamiento) tiene un precio de 1.799 euros, mientras el Z Flip 4 partirá de los 1.099 euros (con 128 GB de almacenamiento).
No son smartphones para todo el mundo, eso por descontado, pero sí una alternativa diferente en un sector como el de los móviles cada vez más monótono. Quienes ya sentían algo de atracción por este tipo de teléfonos, lo sentirán ahora con más fuerza; para el resto seguirán sin ser una opción. Es cierto que una semana de uso no da para comprobar si las pantallas flexibles pueden ofrecer la durabilidad que tienen los móviles rígidos. A cambio de todas sus ventajas y cualidades únicas, estos móviles exigen más cuidado al usarlos y no obsesionarse con la doblez de la pantalla.
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