Los teléfonos plegables siguen siendo un artículo de lujo, pero poco a poco van alcanzando mayores cuotas de mercado. Sobre todo para Samsung, el fabricante que dio los primeros pasos en la tecnología de las pantallas plegables y sigue lanzando con regularidad nuevas iteraciones de los Galaxy Z Fold y Z Flip. La cuarta generación de estos dispositivos ha sido la auténtica protagonista del evento Samsung Unpacked que se ha celebrado hoy 10 de agosto, y ya están disponibles para reserva desde su web (aunque no empezarán a distribuirse en España hasta el 26 de agosto). No llegarán solos: Samsung también ha presentado el Galaxy Watch 5 y su versión Pro, así como los Galaxy Buds 2 Pro.
[Mark Notton (Samsung): "La demanda de teléfonos plegables está creciendo exponencialmente"]
Unos días antes, en la flagship store de Samsung en Piccadilly Circus, Londres, en EL ESPAÑOL - Omicrono probamos en primera persona unos móviles que tienen una clara línea continuista con respecto a sus predecesores, aunque siguen ampliando y mejorando la experiencia del usuario, sobre todo en lo que respecta al software. No pretenden reinventar la rueda, sino mejorar sus prestaciones.
Hace apenas unas semanas, la propia marca coreana ofrecía unos datos que indican un gran crecimiento en el mercado de este tipo de dispositivos. Las cifras son claras: el año pasado se vendieron 10 millones de plegables en todo el mundo, un crecimiento del 300% desde el año 2020. Y cada vez más marcas como Xiaomi, Vivo o OnePlus se apuntan a este formato, por más que la mayoría de modelos sólo se vendan en China.
En el apartado nacional, en la primera mitad de este año el segmento ha alcanzado un 15,6% del volumen de facturación de los móviles Samsung de más de 600 euros. Todo un logro, sobre todo teniendo en cuenta su elevado precio, no apto para todos los bolsillos. El Z Fold 4 más barato (de 256 GB de almacenamiento) tiene un precio de 1.799 euros, mientras el Z Flip 4 partirá de los 1.099 euros (con 128 GB de almacenamiento).
El Fold más ligero
Esta nueva generación de plegables de Samsung no incorpora grandes novedades, más allá de una mejora en componentes como el procesador, las cámaras o la batería, en las posibilidades de personalización y en algunas funcionalidades concretas del sistema operativo que parecen avanzar en la buena dirección.
El Galaxy Z Fold 4, la nueva joya de la corona de la marca coreana, es el Fold de Samsung más fino y ligero hasta la fecha, con un grosor de 14,2 mm plegado y un peso de sólo 263 gramos. Precisamente, este era uno de los grandes hándicaps de sus antecesores y, aunque el Fold 4 no supone un salto cualitativo en ese sentido, sí se acerca un poco más al de un Galaxy S22 Ultra, por ejemplo (227 gramos).
De los tres colores, el verde grisáceo, el beis y el negro, el que más destaca es el segundo, ya que el marco metálico tiene un llamativo color dorado. Desplegado, el Fold 4 tiene una relación de aspecto algo más amplia que la del Fold 3, lo que permite una visualización más apaisada, hasta llegar a las 7,6 pulgadas. Eso, junto con la integración del S Pen (que se sigue vendiendo por separado), lo convierten en una gran opción para trabajar desde cualquier sitio, gracias a su énfasis en la productividad y la colaboración entre distintos usuarios.
Pero volvamos a la pantalla principal, una AMOLED con resolución QXGA+ en la que prácticamente no se notan las bisagras de plegado y bajo la cual va integrada la cámara frontal del dispositivo. Cuenta con una tasa de refresco adaptativa de 120 Hz. La pantalla exterior también cuenta con tecnología AMOLED y llega a las 6,2 pulgadas, con resolución HD+.
El sentido de la doble pantalla se refuerza con funcionalidades como el modo Flex, ampliado y mejorado en esta nueva generación de plegables Samsung. Se ha optimizado para la utilización de redes sociales y apps de mensajería como Facebook, WhatsApp o Instagram, pero también puede servir para controlar la reproducción de contenido con el nuevo panel táctil de control, con el que dispondrás de más precisión, aseguran desde la marca coreana.
El apartado fotográfico es prácticamente calcado mismo al del Samsung S22: una lente gran angular de 50 MP, un ultra gran angular de 12 MP y un teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico de 3x y 30x de Space Zoom, con tecnología de inteligencia artificial para evitar la distorsión al ampliar la imagen. También cuenta con distintos modos especialmente adaptados para el factor de forma tan singular del Fold 4, además de OIS y VDIS, o lo que es lo mismo, estabilización tanto de foto como de vídeo.
En cuanto al procesador, en el corazón del Z Fold 4 late un Snapdragon 8+ Gen 1, para que no se te resista ningún juego y la multitarea vaya fluida, algo a lo que también ayudan los 12 GB de RAM. En cuanto al almacenamiento, hay tres opciones, de 256 GB, 512 GB y 1 TB. La batería llega a los 4.400 mAh y es compatible con la carga rápida tanto con cable como de manera inalámbrica.
Los técnicos y expertos de Samsung insisten en que una de las grandes novedades de su nuevo buque insignia es la barra de herramientas de la parte inferior, similar a la de un PC o un Mac. En ella puedes lanzar tus apps favoritas y las abiertas recientemente y, dejando el dedo unos segundos, podrás elegir dónde quieres que se abra la aplicación. Así, la multitarea se hace más cómoda y se puede dividir hasta en cuatro ventanas simultáneas, que puedes reducir, ampliar o configurar a tu antojo utilizando los nuevos gestos de deslizamiento sobre la pantalla.
Un Flip muy personalizable
Si el Fold siempre ha sido el modelo más avanzado de los plegables Samsung, por su tamaño, características y precio, el Z Flip 4 recorta distancias gracias a su versatilidad y la comodidad que ofrece su tamaño reducido una vez plegado. Desde la marca coreana han querido solventar la principal reclamación de sus usuarios, una mejora de la batería que sube de los 3.300 a los 3700 mAh y es compatible con carga ultrarrápida, consiguiendo hasta un 50% de carga en 30 minutos con un adaptador de 25 W o más.
El énfasis en este nuevo Flip, con los bordes más rectos y levemente más grande que el anterior, se centra en la pantalla exterior de 1,9 pulgadas, que recibe nuevas funciones, además las posibilidades tan singulares que ofrece el pliegue tipo concha, sobre todo a la hora de hacer fotos y vídeos desde ángulos originales y sin manos.
El Z Flip 4, de hecho, está diseñado para poder hacer todo tipo de cosas sin abrir el dispositivo, como sacar selfies, realizar llamadas o responder a mensajes de texto. Aún así, la pantalla completa AMOLED de 6,7 pulgadas con resolución FHD+ cumple sobradamente, con 120 Hz de tasa de refresco, HDR10+ y un brillo máximo de 1200 nits.
El fabricante coreano asegura que la cámara incluye un sensor un 65% más brillante que el del Z Flip 3 y eso se traduce, sobre todo, en una mejora considerable del modo noche. Eso sí, las cámaras siguen ofreciendo lo mismo que en el Z Flip 3: un sensor frontal de 10 MP, un gran angular de 12 MP y otro ultra gran angular también de 12 MP, todos con estabilizador de imagen. Las principales mejoras, como decíamos, vienen del software, con novedades como el Tracking Shot, que en una foto de grupo, por ejemplo, te permite elegir a una persona para mantenerla siempre en el centro del encuadre.
En el interior, el procesador es el mismo que el del Fold 4, el Snapdragon 8+ Gen 1, y todas las versiones se quedan en 8 GB de RAM, mientras el almacenamiento, a elegir entre 128 GB, 256 GM y 512 GB, es el responsable de las variaciones de precio entre las tres configuraciones.
Samsung apuesta decididamente por la personalización ampliando las posibilidades que ya ofrecía en el Galaxy Z Flip 3 Bespoke Edition. Si entonces se podía elegir entre 49 combinaciones de colores para la carcasa y el marco del móvil, ahora son 75 las posibles mezclas resultantes. Un paso más hacia la exclusividad que viene con un pequeño inconveniente: tras elegir los colores hay que esperar 3 semanas a que Samsung te envíe el terminal.
Watch 5 y Buds 2 Pro
Samsung no lo fía todo a los móviles y también apuesta por renovar sus wearables. Eso se nota especialmente en las novedades del Galaxy Watch 5 y 5 Pro que, entre otras cosas, estrenan carga rápida magnética de 10 W, la primera en relojes inteligentes.
El Galaxy Watch 5 viene en dos tamaños, de 40 mm y 44 mm, con unos precios oficiales que oscilan entre los 299 euros y los 349 euros. Mientras, el 5 Pro sale en un único tamaño de 45 mm, y los precios (dependiendo de si es la versión Bluetooth o LTE) van desde los 469 hasta los 519 euros.
La apuesta por WearOS se mantiene, pero se refuerzan con la capa One UI Watch 4.5 para ofrecer más datos y funciones sobre tu salud, además de nuevas opciones para monitorizar el sueño. Eso incluye un programa de 'entrenamiento del sueño', con un análisis sobre nuestros hábitos, consejos y retos diarios para mejorar el descanso.
Las mejoras a nivel de hardware vienen a través de una batería más grande, que llega a las 590 mAh y unos componentes de mayor durabilidad, empezando por el cristal que protege la esfera (Saphire Crystal), según Samsung un 60% más robusto que el del Galaxy Watch 4.
Ambos modelos cuentan con el sensor BioActive que ya se pudo ver en la anterior generación, con un chip único que combina distintas mediciones para ofrecer los datos más precisos sobre el ritmo cardíaco, la cantidad de oxígeno en sangre o el nivel de estrés. Como novedad, se incluye también un sensor de temperatura, similar al que Apple pretende utilizar en su próximo reloj inteligente.
El Galaxy Watch 5 Pro, además de mejores prestaciones y un cuerpo de titanio, apuesta por una nueva correa deportiva con cierre magnético, que se ajusta bastante bien con un solo gesto, aunque el tamaño y el peso del reloj siguen resultando algo excesivo para quien tenga muñecas pequeñas. El GPX, pensado para transferir datos GPS entre aplicaciones y dispositivos, llega por primera vez a los relojes Samsung para poder compartir las rutas senderismo y no perderse por el camino, con funciones añadidas como Track Back, que te guía de vuelta por el mismo trayecto de la ida.
De todos los dispositivos presentados por Samsung en este Unpacked, el que ha sufrido una renovación más a fondo son los Galaxy Buds 2 Pro. Desde su nuevo diseño más compacto (un 15% más pequeño que el de la generación anterior) hasta la mejora en la calidad de audio, todo contribuye a situar a estos auriculares entre los más competitivos del mercado. Son cómodos y se oyen de maravilla gracias a su calidad de audio de alta fidelidad de 24 bits, con 256 veces más información de audio que la que ofrecía la versión anterior.
También dispone del nuevo Samsung Seamless Codec, para que no haya ninguna pérdida de calidad de audio en la transmisión, así como un altavoz coaxial de 2 vías que ofrece un alto rango dinámico y sonido envolvente de 360 grados. La cancelación de ruido es bastante eficaz, aunque como suele ocurrir, consume la batería más rápido (de 8 horas de reproducción contínua baja a 5).
Si tienes activada la cancelación de ruido, los Galaxy Buds 2 Pro atenúan el volumen de lo que estés oyendo cuando detectan que estás hablando con alguien. Además, permiten una conexión sencilla con el resto de dispositivos de Samsung, incluidos los televisores por primera vez, y vienen en tres colores, blanco, grafito y púrpura. Su precio oficial es de 239,90 euros.
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