La UE acuerda no reconocer la victoria de Maduro pero tampoco al líder de la oposición

"No podemos aceptar la legitimidad de Maduro como presidente electo. El Consejo ha decidido que Maduro no tiene la legitimidad democrática como presidente. Se mantendrá como presidente de facto. Pero le negamos cualquier legitimidad democrática basada en un resultado que no puede ser verificado", ha explicado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, al término de la reunión.

No obstante, no hay consenso en Bruselas sobre los próximos pasos a dar para hacer frente a la crisis política que sufre el país latinoamericano. En la reunión de este jueves ha intervenido por videoconferencia el líder de la oposición, Edmundo González, que según admite la propia UE, "de acuerdo con las copias públicamente disponibles de las actas, sería el ganador de las elecciones presidenciales por una mayoría amplia".

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Sin embargo, no ha habido consenso entre los Veintisiete para reconocer la victoria de González, como sí ha hecho Estados Unidos. "Por como se posicionan todos los colegas en estos momentos, no es la posición común de la Unión Europea", admitía ya a su llegada a la reunión el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. "Tenemos que actuar con inteligencia para no hacer simplemente frases que por supuesto podrían ser durante 24 horas muy efectistas pero muy poco efectivas", ha insistido. Todavía escuece el precedente del líder opositor Juan Guaidó, cuyo reconocimiento como presidente encargado no sirvió de nada. 

Tampoco hay acuerdo entre los jefes de la diplomacia comunitaria para imponer nuevas sanciones al régimen venezolano, como había sugerido el propio Albares. Borrell ha alegado que ya hay 55 dirigentes venezolanos en la 'lista negra' de la UE y prácticamente solo quedaría incluir al propio Maduro. "Más sanciones personales implicaría ir directamente a la sanción a los máximos responsables políticos. Ya sólo quedan dos o tres que no estén sancionados y por eso los Estados miembros han pensado que era mejor ver cómo se desarrollaban los acontecimientos", ha dicho el Alto Representante.

Borrell ha señalado que el no reconocimiento de la victoria de Maduro es una importante señal política, aunque admite que tendrá pocas consecuencias prácticas. "En la vida diplomática no se reconocen Gobiernos, se reconocen Estados (...) Hay muchos casos en el mundo (de Gobiernos a los) que no les reconocemos legitimidad democrática pero existen y tienen el control del territorio", ha explicado.

Los ministros de Exteriores han acordado en todo caso intensificar el diálogo con todos los actores regionales, especialmente con Brasil y Colombia, con el fin de buscar una salida a la crisis en Venezuela. También se han comprometido a hacer todo lo posible por preservar la integridad física y los derechos civiles y políticos de los miembros de la oposición.

"Las autoridades venezonalas deben poner fin a la represión y respetar la dignidad, libertad y derechos de la oposición, empezando por Edmundo González y Maria Corina Machado, así como a la sociedad civil y a los periodistas", ha insistido el jefe de la diplomacia, que reclama la liberación de todos los prisioneros políticos.

Albares ha destacado la posición de liderzago de España en el debate de Venezuela. Según ha dicho, fue el propio Edmundo González el que le pidió intervenir por videoconferencia en el Consejo de Exteriores de la UE para explicar de primera mano la situación y él se lo trasladó a Borrell, que aceptó la demanda. El ministro de Exteriores ha descartado que la solución pase por una repetición electoral como han sugerido Brasil y Colombia, porque tanto el régimen de Maduro como la oposición lo rechazan.

A su juicio, el objetivo último debe ser propiciar un "diálogo entre venezolanos": que Gobierno y oposición se sienten juntos con el fin de alcanzar una solución "negociada", "pacífica" y "genuinamente venezolana". "Que no venga impuesta desde el exterior, pero que respete la voluntad democrática de los venezolanos", ha destacado Albares.