Carla Bruni y Nicolas Sarkozy.

Carla Bruni y Nicolas Sarkozy. Reuters

Europa

¿Por qué Carla Bruni, la esposa de Sarkozy, tuvo que declarar durante tres horas ante la Justicia?

Está encausada en una investigación sobre el soborno del principal testigo de la financiación libia de la campaña de 2007 que ganó el líder conservador.

6 mayo, 2024 02:27

¿Hizo Carla Bruni de intermediaria entre su marido, el expresidente de la República Francesa Nicolas Sarkozy, y Mimi Marchand, la 'reina de los paparazzi', sospechosa de haber orquestado la retractación del principal testigo de cargo contra el líder conservador por la financiación con dinero de Gadafi de la campaña de 2007 que le llevó al Elíseo?

Eso es lo que querían dilucidar los magistrados de la Oficina central de la lucha contra la corrupción y las infracciones financieras y fiscales. Los abogados de Bruni informaron que "la audición había durado cerca de tres horas (…) en un clima sereno en el que ella había podido aportar todas las explicaciones y aclaraciones útiles".

Los instructores no cambiaron, en principio, la calificación de encausada de Bruni, que quedó en libertad tras prestar declaración el pasado jueves 2 de mayo. Su esposo está imputado por "soborno de testigo" y "asociación de malhechores" junto a Mimí Marchand y otras nueve personas.

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Para la Justicia, ésta es otra causa, ya que dio por concluida la investigación sobre la presunta financiación libia de la campaña presidencial de 2007. De hecho, la vista contra Sarkozy ha sido fijada para enero de 2025, un juicio que se prevé que dure tres meses. La Fiscalía Nacional Financiera sostiene que "las imputaciones están basadas en indicios graves y coincidentes que no se limitan a la declaración de una sola persona". Pero qué duda cabe que el principal testigo de cargo es Ziad Takieddine quien declaró haber llevado en persona una maleta con cinco millones de euros en metálico de parte del coronel Gadafi para financiar la campaña de Sarkozy de 2017, cuando se impuso en la segunda vuelta a la socialista Ségolène Royal.

El 11 de noviembre de 2020, Takieddine se retractó en sendas entrevistas en el semanario Paris Match y en el canal todo noticias BFMTV. ¿Quien consiguió la 'exclusiva'? Mimi Marchand que viajó al Líbano, donde reside Takieddine acompañada de un cámara, de un fotógrafo y de un periodista. Se sospecha que le ofrecieron varios millones de euros a cambio de su retractación. Aunque Sarkozy pidió de inmediato ser desimputado, ni la Justicia ni los medios dieron mucha credibilidad al cambio de chaqueta del testigo.

El tal Takieddine, 70 años, es un antiguo traficante de armas, y se refugió en el Líbano tras ser condenado a siete años de cárcel por el 'caso Karachi'. La sentencia aún no es firme porque ha presentado recurso de apelación. El asunto tiene su miga: era un sistema de retrocomisiones sobre contratos de armas vendidas a Arabia y Pakistán, para financiar la campaña presidencial de 1995 del entonces primer ministro Édouard Balladur (absuelto por falta de pruebas). Sin embargo, su ministro de Defensa, François Léotard, fue condenado a dos años de prisión. El asunto salió a la luz, muchos años después, durante la investigación de un atentado en Karachi (Pakistán), de ahí el nombre. Un coche bomba reventó el autobús en el que iban al trabajo los empleados del astillero en el que se ultimaban los submarinos. Murieron 15 personas, 11 de ellos franceses. El atentado tuvo lugar en 2002 e inicialmente fue atribuido a Al Queda. Pero seis años después, un informe encargado por la empresa francesa determinó que fue una venganza por el fin del pago de las comisiones, ordenado por el presidente Jacques Chirac tras su victoria en aquellas presidenciales de 1995.

La 'reina de los paparazzi' y la retractación 

Por eso, Mimí Marchand y su equipo viajaron al Líbano para grabar allí la retractación de Takieddine. En aquel momento, octubre de 2020, era necesario presentar test PCR negativos para volar a Beirut. Como los plazos se alargaban, Carla Bruni pidió a uno de los miembros del equipo de seguridad que la protegen -al igual que a su esposo, el expresidente Sarkozy- que interviniera para acelerar el proceso.

El exjefe del Estado admitió que se enteró de la operación de Marchand a última hora pero la Justicia cree que participó activamente. De ahí su imputación. Los investigadores interrogaron a Sarkozy en octubre pasado sobre una reunión en su despacho con David Layani en diciembre de 2020, justo antes de que la empresa de éste, OnePoint, firmara un contrato de 72.000 euros con la agencia de Mimí Marchand, Bestimage.

Los investigadores sospechan que esa suma se empleó para financiar el documento notarial que Takieddine firmó aquel mismo mes, y para lo que Marchand se habría desplazado una segunda vez a Líbano. Todos los implicados niegan los hechos. El propio Sarkozy acabó por admitir la reunión con Layani y explicó que trataron de los derechos de un film cuya banda sonora sería escrita por su esposa. Cuando los instructores le dijeron que ni Layani ni la propia Bruni habían mencionado ese proyecto en sus declaraciones, Sarkozy sólo acertó a decir: “El proyecto no salió adelante, así que poco importa”.

Poco después de ser elegido presidente en 2007, Sarkozy recibió con gran pompa a Gadafi en una visita de Estado a Francia. Sin embargo, Sarkozy ordenó que las fuerzas armadas francesas tomaran parte en los bombardeos aéreos de la OTAN que contribuyeron a la caída de Gadafi en 2011.

Sarkozy ha sido condenado ya en otras dos ocasiones. En 2021 fue sentenciado a tres años de cárcel, de los que debe cumplir uno por corrupción y tráfico de influencias en un intercambio de favores con un magistrado. El Tribunal de Apelación confirmó el año pasado la condena pero el expresidente ha presentado recurso de casación. También fue condenado a un año de cárcel en otro caso de financiación irregular de la campaña presidencial de 2012, cuando perdió frente al socialista François Hollande. También presentó recurso de apelación.

Las condenas no han llevado, sin embargo, al ostracismo al exjefe del Estado: sus libros de memorias son superventas, el actual presidente de la República, Emmanuel Macron, le consulta con regularidad y forma parte de importantes consejos de administración.