Por primera vez en la Historia, Estados Unidos y Corea del Sur han planificado un ejercicio de simulación que contempla un ataque nuclear por parte de Corea del Norte. El ejercicio se realizará en la segunda mitad de febrero en EEUU.
Dicho ejercicio (en inglés TTX, siglas de tabletop excercise) consiste en una discusión y debate entre los equipos de Seúl y Washington para esclarecer el papel de cada uno de los países y la respuesta esperada ante una emergencia.
Si bien Estados Unidos y Corea del Sur llevan ya más de una década realizando este tipo de ejercicios, esta es la primera vez que se contempla un escenario en el que el Corea del Norte hace uso de armas nucleares.
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Activos nucleares de EEUU
Varios medios surcoreanos destacan que el presidente del país, Yoon Suk-yeol, ha confirmado que dicho ejercicio conjunto implicará activos nucleares estadounidenses con el objetivo de disuadir o responder a un ataque nuclear de Pionyang.
Además de este ejercicio, Seúl y Washington han planeado una veintena de maniobras sobre el terreno en la primera mitad del año, entre los que se incluye el famoso ejercicio de desembarco anfibio Ssangyong (doble dragón) que se realizará este año a nivel de división (cada división incluye varias brigadas o regimientos) en vez de a nivel de brigadas.
Por su parte, el Ejército de Corea del Sur prevé lanzar en la primera mitad del año su primer satélite enteramente dedicado a la vigilancia y el reconocimiento y antes de que acabe 2023 está previsto que se realice una tercera y última prueba de un cohete espacial de combustible sólido con el cual Seúl quiere ser capaz, de manera independiente, de enviar satélites al espacio.
Esta planificación refleja el nivel histórico de tensión que se vive en la zona después de un 2022 en el que Pionyang realizara un número récord de pruebas de armas y los aliados volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar momentáneamente activos estratégicos estadounidenses.
Apoyo de Rusia
En los últimos meses Corea del Norte ha intensificado la presión a su vecino del sur con el despliegue de cazas y drones y el lanzamiento de decenas de misiles balísticos.
En esta estrategia, Pionyang ha contado con el apoyo de Rusia y ha alertado a toda la comunidad internacional por sus incursiones en zona surcoreana y su creciente potencial nuclear.