Los ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos han respondido este viernes al misil balístico intercontinental lanzado horas antes por Corea del Norte disparando bombas guiadas a modo de prueba desde cazas F-35 y han realizado maniobras aéreas combinadas sobre el mar de Japón.
Según ha informado el Estado Mayor Conjunto surcoreano en un comunicado, aviones de combate de Corea del Sur de quinta generación F-35A lanzaron bombas guiadas por láser GBU-12 sobre objetivos que simulaban ser plataformas móviles (TEL, por sus siglas en inglés) norcoreanas, mientras otros cuatro F-35A surcoreanos y cuatro F-16 estadounidenses realizaron vuelos en formación de combate sobre el mar de Japón.
Estas maniobras de Estados Unidos y Corea del Sur llegan sólo unas horas después de que Pionyang lanzara un misil balístico intercontinental que cayó en aguas que están dentro de la zona económica exclusiva de Japón. El proyectil habría volado alrededor de 1.000 kilómetros alcanzando una altitud de hasta 6.000 kilómetros.
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30 misiles en 18 días
El ministro de Defensa de Corea del Sur, Yasukazu Hamada, asegura que el misil ha volado durante 69 minutos. Asimismo, ha asegurado que "si calculamos el misil de largo alcance", podría "tener un alcance de más de 5.000 kilómetros, lo que incluiría territorio continental de Estados Unidos".
El lanzamiento de hoy se suma a la treintena de proyectiles, una cifra récord, que ha disparado Corea del Norte desde principios de noviembre en respuesta a unas grandes maniobras aéreas de Seúl y Washington, incluyendo otro misil balístico intercontinental que aparentemente falló y se estrelló prematuramente en aguas del mar de Japón.
La advertencia de EEUU
Tras el lanzamiento de este nuevo misil balístico por parte de Corea del Norte, la vicepresidente de EEUU, Kamala Harris, ha convocado una reunión de urgencia en la que sus socios de Asia-Pacífico -Japón, Canadá, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia- lo han condenado y han advertido de una "respuesta fuerte y determinada de la comunidad internacional".
Además, han pedido a los países miembros de la ONU que pongan en marcha resoluciones para responder a esta violación al tiempo que reafirmaron que "el camino del diálogo está abierto para la República Democrática de Corea del Norte", a quien pidieron que "abandone la provocación innecesaria y vuelva a la diplomacia seria y sostenida".
La tensión en la península está alcanzando cotas inéditas ante las repetidas pruebas de armas norcoreanas, las maniobras de los aliados y la posibilidad de que, tal y como indican los satélites, el régimen de Kim Jong-un ya esté listo para realizar su primera prueba nuclear desde 2017.