Rusia y China, a la conquista del Magreb: se alían con Argelia y restan influencia a Marruecos
Argelia pertenece históricamente a los no alineados, pero está más cerca de los rusos y chinos que de Occidente.
2 julio, 2023 03:42La guerra en Ucrania dividió el mundo de nuevo en dos hemisferios, el occidental -encabezado por Estados Unidos- y el oriental -por los rusos-. Ciertos politólogos la han calificado como la nueva guerra fría entre los enemigos de antaño. Además, consideran que Ucrania, en sí misma, no tiene este papel importante en el juego geopolítico internacional.
Muchos Estados volvieron a posicionarse a partir del 24 de febrero de 2022, como es el caso de Argelia. Este país africano pertenece históricamente a los no alineados, pero está más cerca de los rusos y chinos que de Occidente. La reciente visita del presidente Abdelmadjid Tebboune a Rusia en junio es la prueba más clara. En todo caso, la relación de Argelia con China y Rusia es histórica: los dos países establecieron vínculos con el país magrebí antes de su independencia, momento en el que Argelia opta por el socialismo de Estado.
Tanto Rusia como China se consideran socios de confianza en cuestiones de defensa y de política exterior: mientras que Moscú muestra un posicionamiento "justo" para Argelia en cuanto al conflicto del Sáhara Occidental, China se consolida como el primer socio económico de Argel.
Entre Argel y Pekín existen relaciones amistosas, pero no podemos hablar de relaciones estratégicas. Argelia recuerda el apoyo de China a la guerra de independencia. Pekín, por su parte, no olvida el rol activo de Argel en su incorporación a la ONU en 1971.
En cuanto al trato con Rusia, mantienen relaciones militares muy estrechas. Es el principal proveedor de armas y conocimientos técnicos militares, aunque sus intercambios económicos son más modestos -con apenas tres mil millones de dólares-.
Occidente pierde terreno en Argelia
"La presencia occidental en Argelia nunca se ha planteado en términos de influencia, sino en términos de oportunidad de negocio", explica a EL ESPAÑOL el periodista argelino Noureddine Azzouz."Además, Argelia, después de su posición de no alineación, sigue hoy una política de multicolaboración en busca de un lugar dentro de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)", añade.
La cuestión de la influencia se plantea especialmente en referencia a Francia y a España. Azzouz considera que "Francia, con motivo de las sucesivas crisis con Argel, pierde cuota de mercado en beneficio de otros Estados europeos como Italia". Lo dicho de Francia es válido para España que, a causa del apoyo del presidente Pedro Sánchez al plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental, ha perdido importantes sumas de negocio en sectores como la agricultura, la cerámica y la construcción.
Respecto de la guerra en Ucrania, Noureddine Azzouz justifica la posición de su país. "Argel se abstiene de criticar a Moscú por obvias razones estratégicas y militares. La estructura del comercio entre los dos países está dominada por el mercado de armas", mantiene.
China y las minas de hierro en Tinduf
El megaproyecto en la mina Gara Djebilet, en la provincia de Tinduf, al sur de Argelia (la tercera reserva de hierro más grande del mundo) empieza a tomar forma con la firma para cooperar con los chinos. Un consorcio de tres empresas chinas (CWE, MCC, HeyDay Solar) acaba de visitar Argelia para firmar un contrato de explotación de esta mina. El proyecto gigantesco de explotación de hierro es un verdadero desafío para el país magrebí que espera su adhesión a los BRICS.
Las empresas chinas están presentes por dos motivos importantes. Primero, para "aportar financiación y tecnología y saber hacer". Y segundo, "los chinos buscan recuperar parte de la producción como hacen otras empresas chinas en el mundo y en África en particular", explica Azzouz. Estas compañías son menos costosas en comparación con otros operadores del sector minero. Además, esta colaboración está coronada por un acuerdo político entre Argel y Pekín.
Tebboune en Moscú y maniobras militares
La visita del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune a Rusia y las declaraciones que ha hecho al lado de Vladímir Putin fueron un mensaje a Occidente: Argelia está del lado ruso. Durante el foro económico internacional de San Petersburgo (SPIEF), que se celebró entre el 14 y el 17 de junio, Tebboune dejó muy claro que a Argelia no se le dicta la política. "Los argelinos nacieron libres y lo siguen siendo, en sus decisiones y en sus comportamientos", declaró bajo aplausos de Putin y los presentes.
Oficialmente, el motivo de la visita era estrechar las relaciones bilaterales. Asimismo, los argelinos y los rusos han firmado el documento de "cooperación estratégica profunda".
Las lecturas políticas a esta visita son diversas. "La alianza con Rusia no es en contra de Occidente, sino que el país magrebí necesita el apoyo de Rusia para la adhesión a los BRICS", declara a EL ESPAÑOL Akram Khreif, periodista político argelino que se enfoca en temas de defensa y seguridad en la región del norte de África.
A pesar de la estrecha relación entre Argel y Moscú, la postura del país africano desde el comienzo de la guerra en Ucrania es equilibrada. Una actitud aprobada por Rusia al considerarlo un "socio fiable", según declararon diplomáticos rusos recientemente.
El ejercicio militar Fadjr 2023 ('Madrugada 2023') del 25 de junio ha sido un desfile de armamento argelino. En él exhibieron por primera vez el sistema de defensa antiaéreo TOR M2E -informó el periódico especializado en defensa argelino Mena Defense- conocido ya desde hace años, pero que no había sido fotografiado o filmado. Dicha pieza viene a completar la gama del sistema de defensa antiaérea de la CFDAT y de armas de tierra.
Detrás de estas maniobras hay varios mensajes, el primero es "la cohesión entre los dos pilares del poder argelino: la presidencia y el estado mayor del ejército", destaca Azzouz. Un mensaje que se recuerda cuando son numerosas las preguntas sobre la relación entre el jefe de Estado y el ejército.
El segundo mensaje, dada la actualidad, apunta Azzouz, "se dirige a Marruecos, con el que se han interrumpido las relaciones y que se considera el adversario número uno desde la normalización de las relaciones con Israel. Esta alianza ha ido acompañada de una mayor cooperación militar y Argel la considera una amenaza real para su seguridad. En el medio, por supuesto, está la cuestión del Sáhara Occidental, que se ha convertido nuevamente en el combustible de una crisis argelino-marroquí que probablemente experimente desarrollos más preocupantes que los actuales".