La enfermedad hipertensiva del embarazo es una preocupación importante para muchas mujeres de su gestación. Caracterizada por la presencia de hipertensión arterial durante el embarazo, se puede aparecer como hipertensión inducida o en forma de preeclampsia, afectando órganos como los riñones o el hígado.
[¿Sabrías distinguir entre varices o arañas vasculares? Diferencias y nuevos tratamientos]
"A nivel materno, afecta a la aparición de fallos en los órganos diana (cerebro, médula espinal, corazón, pulmones, hígado y riñones). A nivel fetal, en aumento de la prematuridad y el crecimiento intrauterino restringido", así nos lo explica la Dra. Lourdes Gabasa, médico especialista en ginecología y obstetricia de Hospital Quirónsalud Zaragoza.
Qué es la preeclampsia
La experta nos explica que esta manifestación de la enfermedad hipertensiva del embarazo puede clasificarse de dos maneras. Si aparece antes de la semana 32 de embarazo, se determina que es de inicio precoz, pero si fuese diagnosticada después de esta semana, sería de inicio tardío, pudiendo definirse como leve o severa.
Entre los factores de riesgo se encuentran antecedentes personales o familiares de preeclampsia, hipertensión arterial crónica, obesidad, embarazo múltiple y gestación por técnicas de reproducción asistida. Además, las mujeres mayores de 40 años y aquellas con enfermedades autoinmunes o diabetes tienen una mayor posibilidad de desarrollar esta condición.
Diagnóstico y tratamiento
Una acción tan simple como medir la presión arterial o realizar pruebas analíticas, así como el análisis de orina, puede ser fundamental a la hora de diagnosticar esta afección. Además, ecografías para evaluar el crecimiento fetal y el flujo sanguíneo en el útero, también son claves, según la Dra. Gabasa.
El tratamiento tiene como objetivo principal controlar la presión arterial para prevenir complicaciones, tanto para la madre como para el feto. Un enfoque que puede implicar medicación y, en casos graves, ingreso hospitalario para un monitoreo más cercano.
La especialista advierte sobre las complicaciones graves que pueden surgir si la preeclampsia no se trata adecuadamente, como eclampsia, fallo de órganos y aumento del riesgo de mortalidad materna y fetal. Además, la enfermedad aumenta el riesgo de prematuridad y restricción del crecimiento fetal, con posibles consecuencias a largo plazo para la salud del niño.
Prevención y recomendaciones
El ácido acetilsalicílico a dosis bajas se ha demostrado eficaz en la prevención de la preeclampsia en mujeres con factores de riesgo, según la Dra. Gabasa. Se recomienda su uso desde la semana 16 de embarazo hasta la semana 36 para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Además, las mujeres con antecedentes de preeclampsia tienen un mayor riesgo de desarrollarla en embarazos futuros, tal y como afirma la doctora. Por lo tanto, es importante someterse a un seguimiento médico cercano y seguir una vida saludable para reducir el riesgo.
[Cardio o fuerza: qué rutinas deportivas diarias se deben seguir según la edad]
La enfermedad hipertensiva del embarazo es una condición seria que requiere un manejo cuidadoso para prevenir complicaciones tanto para la madre como para el feto. Con un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y medidas de prevención, podemos reducir el impacto de esta enfermedad y garantizar un embarazo saludable para todas las mujeres.