El número de anticonceptivos disponibles en el mercado es muy amplio y variado, con muy buen perfil de seguridad y eficacia y con diferentes efectos beneficiosos para las mujeres que los utilizan.
“Para mí, el objetivo primordial al hablar de un adecuado consejo anticonceptivo es ‘hacer un traje a medida’, es decir, encontrar el anticonceptivo ideal para cada una de mis pacientes teniendo en cuenta sus preferencias y estilo de vida de forma individualizada”, asegura a Magas la doctora Isabel Blanco Herráez, jefa del Servicio de Obstetricia y Ginecología y de la Unidad de Mama del Hospital Quironsalud Marbella.
Los nuevos estilos de vida de las mujeres impulsan la búsqueda de nuevas formas de anticoncepción.
“Cada día es más frecuente encontrar pacientes que desean planificar sus reglas para que no coincidan con viajes, deportistas de alto rendimiento que precisan tener la menor alteración hormonal durante sus ciclos y evitar la menstruación en periodos de competición, mujeres empresarias o trabajadoras a las que las reglas les limitan en sus trabajos y eligen un anticonceptivo en el que la menstruación se produzca cada 91 días. Incluso mujeres que prefieren amenorrea que se puede conseguir con métodos de solo gestágenos, incluyendo DIU hormonales de levonorgestrel” asegura Isabel Blanco.
Son muchos los anticonceptivos que tenemos las mujeres hoy a nuestra disposición y es difícil la elección, ¿por dónde empezamos?
Cada una de nuestras pacientes es única y tiene un estilo de vida sexual y de deseo reproductivo único. Cuando hablamos de anticoncepción, debemos tener en cuenta que tenemos que disponer del tiempo suficiente para poder conocer lo que desea nuestra paciente, qué espera ella del método anticonceptivo y qué podemos ofrecerle para que se adecúe a sus necesidades.
Antes de iniciar un método anticonceptivo hormonal, se debe informar de todas las posibilidades existentes: fármacos y vías disponible. Es importante respetar la elección del método que elija nuestra paciente en base a sus preferencias, salvo que coexistan problemas de salud o estilos de vida que aconsejen otra opción.
Una vez en la consulta, qué criterios tiene en cuenta el médico para aconsejarnos uno u otro…
La elección debe basarse en una serie de factores que incluyen los criterios de elegibilidad médica como son: efectividad, efectos adversos y riesgos, facilidad de uso, planificación de futuros embarazos, coste, síntomas concretos que se quieren controlar y preferencia personal de la mujer.
Además, el médico puede ayudar a la paciente a elegir el mejor método anticonceptivo, teniendo en cuenta las características psicológicas y físicas de una mujer, su estilo de vida y la presencia de cualquier factor de riesgo o patología que pueda beneficiarse de la elección de un anticonceptivo específico y respetando sus necesidades y preferencias personales.
¿Es conveniente realizar un análisis previo?
A pesar de lo que muchos profesionales solicitan a una paciente antes de prescribir un anticonceptivo, decir que tan solo son imprescindibles tres elementos muy básicos que obtenemos directamente en la consulta: una adecuada anamnesis, la toma de la tensión arterial y el cálculo del IMC.
No se recomienda el uso de anticonceptivos hormonales combinados en mujeres con IMC iguales o superiores a 35 kg/m2 debido a un riesgo considerable de evento tromboembólico. El peso de la mujer no afecta a la eficacia de los métodos anticonceptivos hormonales, a excepción del parche transdérmico, cuyo uso debería limitarse a mujeres con peso inferior a 90 kg.
Qué debe contemplar la anamnesis.
La anamnesis es el pilar fundamental en el que se asienta la prescripción de un anticonceptivo hormonal. Debe incluir historia familiar, historia personal, síntomas y antecedentes médicos, con especial atención a factores de riesgo cardiovascular, historia obstétrica, grado de conocimientos sobre anticoncepción y anticoncepción anterior e historia sexual.
Tiene por objeto conocer el estado de salud y la existencia de factores de riesgo o patologías, valorando si existen contraindicaciones. Así mismo, permite identificar necesidades y valorar la motivación y el grado de aceptabilidad hacia el empleo del método. Para que ello sea posible, la anamnesis no debe ser un interrogatorio, ni una simple recogida de datos.
En realidad, la anamnesis forma parte de un proceso más amplio denominado consejo anticonceptivo, entendido éste como una práctica sanitaria que permite, mediante un proceso de comunicación bidireccional, identificar necesidades, opiniones, deseos y preferencias de las potenciales usuarias, para poder hacer una selección informada y libre de uno o varios métodos.
A pesar de no ser imprescindible, es recomendable ya que tenemos a la paciente en la consulta, ofrecerle un reconocimiento, una citología, y podríamos pensar en la determinación de un perfil lipídico para aquellas pacientes mayores de 35 años y con factores de riesgo para enfermedad cardiovascular, así como estudio de trombofilia en aquellas familias con antecedentes de Tromboembolismo venoso por debajo de 45 años o trombosis de localización atípica en los que sería obligatorio antes de prescribir un anticonceptivo.
Es muy importante, facilitar a cada paciente una información correcta. Solo así se garantiza el cumplimiento y la continuidad del tratamiento por parte de la paciente. De ahí su importancia.
Se debe informar sobre la eficacia e importancia del cumplimiento y del uso continuado; Relación de los riesgos, beneficios y contraindicaciones; Qué tipos de preparados y qué vías de administración hay disponibles y sus características; Normas de uso o modo de empleo del preparado seleccionado; Efectos beneficiosos; Necesidad de visitas de seguimiento: Con qué frecuencia, porqué y cómo acceder; Eliminar creencias erróneas, dudas o preocupaciones: Aumento de peso, fertilidad posterior, descansos, etc; Informar sobre posibles efectos secundarios y qué hacer si se presentan alguno de los más frecuentes: sangrados, medicación asociada, mal cumplimiento, etc., insistiendo en no abandonar sin consultar. La accesibilidad al método anticonceptivo y al sistema sanitario son también garantías del cumplimiento; Consejo de la doble protección sobre todo en adolescentes, o prácticas sexuales de riesgo de ITS; Así como facilitar un teléfono de contacto y un horario para consultas telefónicas, lo que facilita el cumplimiento y evita el abandono de la anticoncepción y un posible embarazo no deseado.
Los anticonceptivos tienen la capacidad no sólo de evitar un embarazo no deseado, sino también de evitar enfermedades, ¿qué tipo de enfermedades?
Dentro de los beneficios de los anticonceptivos, además de evitar que la mujer se quede embarazada, podemos destacar:
Mejoría del acné y disminución del vello corporal en caso de hirsutismo.
Tratamiento del sangrado menstrual abundante.
Mejoría del síndrome premenstrual.
Disminuye el riesgo de padecer cáncer de ovario y de endometrio
Regulación del ciclo menstrual y eliminación o reducción del dolor menstrual, con lo que podemos tratar a pacientes afectas de endometriosis.
Disminuye la posibilidad de embarazo extrauterino
Mejoría de la densidad mineral ósea evitando la osteoporosis.
Y son todos estos factores los que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir el método más adecuado para cada una de nuestras pacientes, puesto que a día de hoy las mujeres le pedimos más a un anticonceptivo.
¿Cómo se clasifican los anticonceptivos?
Cuando realizamos el consejo anticonceptivo es fundamental informar a las pacientes de los métodos disponibles en el mercado.
En las consultas de anticoncepción vemos muy frecuentemente como muchas mujeres acuden solicitando un método que le gusta a su prima a su hermana mayor o a una amiga, pero lo verdaderamente importante es que debido a la amplia gama de anticonceptivos disponibles en el mercado, dediquemos el tiempo necesario para informar a nuestras pacientes de los métodos disponibles y empoderar a las pacientes en la toma de decisiones para elegir el método que mejor le viene a cada una de ellas.
A continuación, expongo una pequeña clasificación que se enseña a las pacientes en consulta para que puedan conocer las opciones:
Métodos anticonceptivos que dependen de su uso correcto (de menor a mayor efectividad)
Métodos barrera: preservativo, diafragma con espermicida
Métodos orales: píldora solo gestágenos (mini píldora) o píldora con estrógenos, ACHO (anticonceptivos hormonal combinado oral) con múltiples pautas.
Otras vías: parche (vía transdérmica) y anillo (vía vaginal)
Métodos anticonceptivos que no requieren de la usuaria
Implante subdérmico
Diu: liberador de gestágenos o de cobre
Inyección de progesterona depot trimestral.
Métodos definitivos: vasectomía o ligadura de trompas.
Tanto el implante como el los DIUS se engloban en el grupo de los LARC (anticonceptivos de larga duración), cada vez más aceptados por las usuarias porque garantizan una anticoncepción eficaz, que no depende el uso, y de larga duración para planificación familiar a largo plazo.
¿La decisión del anticonceptivo tiene que ver con la edad de la mujer?
En general, debemos garantizar la anticoncepción eficaz a todas nuestras pacientes, pero con especial atención a los extremos de edades en los que un embarazo no deseado puede acarrear graves problemas (embarazos no deseados en adolescentes, así como embarazos de alto riesgo en mujeres de edad avanzada con importante comorbilidad asociada a la gestación de alto riesgo).
Por lo tanto, la elección de un método anticonceptivo para una mujer debería centrarse en su estado de salud, sus hábitos de vida y su experiencia previa con otros métodos, aunque sí tenemos en cuenta la edad para la elección de los mismos.
La edad de las usuarias tiene un impacto relevante en la tasa de fallo de determinados anticonceptivos. Mientras que la tasa de fallo no varía en función de la edad en las usuarias de anticonceptivos reversibles de acción prolongada (LARC) o el inyectable de DMPA, las usuarias menores de 21 años han mostrado una tasa de fallo mucho mayor que sus pares mayores con otros métodos como la píldora, parche transdérmico o anillo y por tanto es importante tenerlo en cuenta a la hora del asesoramiento anticonceptivo.
¿Cuáles son los factores que hay que tener en cuenta en la elección del más adecuado para cada mujer?
Las mujeres buscan en un anticonceptivo: comodidad, eficacia, seguridad y beneficios añadidos y son estos aspectos los que tenemos que tener en cuenta a la hora de asesorarles de uno u otro método disponible.
¿Existen riesgos y contraindicaciones con algunos métodos anticonceptivos?
Como cualquier fármaco, las pastillas anticonceptivas pueden causar efectos secundarios. Sin embargo, la mayoría suele desaparecer después de dos o tres meses. Los efectos secundarios más comunes son: tener sangrado o manchado entre periodos (esto es más común con las pastillas de solo progestágenos), sensibilidad en los pechos, náuseas o dolores de cabeza. Sin embargo, no todas las personas que toman pastillas los tienen, y cuando suceden, normalmente, desaparecen después de 2 o 3 meses.
Existe una serie de situaciones en las que los anticonceptivos hormonales combinados (píldora de estrógenos y progesterona) estarían contraindicados y ante los que es necesario buscar otro método:
Puérperas con lactancia materna.
Mayor de 35 años y fumadora.
Presión arterial alta mal controlada.
Antecedente de coágulos sanguíneos, por ejemplo, en las piernas (trombosis venosa profunda) o en los pulmones (embolia pulmonar).
Antecedente de accidente cerebrovascular o enfermedad cardíaca.
Antecedente de cáncer de mama.
Migrañas con aura.
Complicaciones relacionadas con la diabetes, como enfermedad renal, enfermedad de la visión o problemas con la función nerviosa.
Enfermedades específicas del hígado y la vesícula biliar.
Presencia de sangrado uterino sin causa aparente, que aunque no se considera como tal una contraindicación se debería llegar a un diagnóstico y tratamiento adecuado antes de prescribirlo.
Precisar reposo en cama por un período prolongado debido a una cirugía o lesión o durante una enfermedad seria.
Por otro lado, no debemos considerar el DIU como una elección cuando nuestras pacientes presenten:
Alto riesgo de contraer ETS.
Historial actual o reciente de infección pélvica.
Embarazo en curso.
Pruebas de Papanicolaou anormales o cáncer cervical o uterino.
Un útero muy grande o muy pequeño.
¿La Ciencia y los investigadores siguen innovando en cuanto a anticonceptivos? ¿En qué se trabaja actualmente?
Desde la creación de la primera píldora anticonceptiva en 1960 se han desarrollado diferentes estrógenos y se han ido disminuyendo a dosis menores con igualdad de eficacia para la disminución de los efectos secundarios y posibles efectos adversos. Se han desarrollado diferentes gestágenos que tienen diferentes perfiles aportando beneficios añadidos de determinados anticonceptivos.
Por otro lado, ha habido mejoras en los aplicadores de los dispositivos de larga duración para que sean más cómodos y sencillos de poner para los profesionales.
Durante unos años hemos tenido un parón en el desarrollo de nuevos anticonceptivos, pero agradezco a la industria que desde hace unos años se ha vuelto a poner en el punto de mira la anticoncepción y el desarrollo de nuevas moléculas con grandes beneficios para las mujeres. La investigación se centró en el desarrollo otros estrógenos para disminuir el riesgo de complicaciones vasculares como el Valerato es Estradiol, un estrógeno natural, con mejor perfil de seguridad y que podemos usar en edad más avanzada.
Más recientemente, en el año 2022, cabe destacar el desarrollo de un nuevo principio activo el Estetrol, que ha sido reconocido como el primer Native Estrogen with selective Tissue activity (NEST) en anticoncepción, con efecto selectivo a nivel tisular, por lo que presenta impacto mínimo en hígado y efecto no proliferativo en mama, manteniendo los efectos positivos en el hueso, la vagina el útero y el sistema cardiovascular, lo que supone disponer de un anticonceptivo hormonal combinado con perfil de seguridad favorable con un bajo impacto hepático y metabolismo lipídico, así como bajo impacto en la coagulación y riesgo tromboembólico.
Y yo misma formo parte del equipo de investigación de un ensayo clínico de anticoncepción con anillo vaginal solo de gestágenos, que esperemos que pueda estar comercializado muy pronto (a día de hoy solo existe comercializado gestágeno vía oral o LARC).