Adriana se mueve deprisa, se nota que se come el mundo a bocados. Es esbelta y luce un vestido gris, con falda midi, que le sienta como un guante. En pocos años ha pasado por grandes compañías de todo el mundo, adquiriendo diferentes conocimientos y aptitudes en cada una de ellas, y siendo consciente de ello.
Esta colombiana de nacimiento, hoy directora de Uber for Business, comenzó en la compañía hace dos años con un equipo de tres personas. Ahora son ya trece, y ella quiere que sean 'felices'.
"Empecé en el BBVA en derivados financieros. Esta ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida, porque era muy joven (siempre lo he parecido aún más). Así que cuando me encontraba con clientes, les costaba confiar en mi experiencia y decían que era 'demasiado chiquita' para que me confiaran sus finanzas", nos cuenta.
Y añade: "Así que lo primero que hice fue pedirle a un amigo, profesor de derivados financieros en una de las mejores universidades, que me dejara ser su asistente. Esto hizo que fortaleciera mi conocimiento y que los clientes estuviesen muy contentos".
"Al final, el BBVA, que todos los años premia al mejor trader de cada una de las empresas del mundo y los trae a España para estudiar con los mejores profesores del mundo, me eligió y lo cuento con muchísimo orgullo. Tenía 23 años y estuve cuatro en BBVA", confirma.
"Soy colombiana de nacimiento, aunque después he vivido por todo el mundo, pero mis clientes eran empresas españolas en Colombia, y siempre he estado muy cerca de la cultura española", añade.
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Precisamente por ese conocimiento de las empresas españolas, el Banco Santander la 'fichó': "Y en esta experiencia aprendí cosas diferentes. La mayor parte del equipo eran hombres. Y pensé: 'Voy a ser la más pequeña, la niña a la que ellos van a cuidar'. Pero no fue así".
Y continúa: "Tuve que aprender a vivir en un entorno masculino. Así que afrontaba mis retos de una manera, no quiero decir agresiva, pero sí más masculina. Creo que eso me ha servido para aprender millones de cosas que probablemente en otros entornos quizás hubiese estado más tranquila, pero allí tenía que estar en guardia".
Adriana Guzmán pasó por Latam Airlines y trabajaba entre Chile, México y Colombia, pasando de empresas 100% españolas a empresas latinoamericanas. "Aprendí a manejar los equipos de personas durante cuatro años con mucho éxito", confirma. Después ha trabajado para Ebay y LinkedIn.
"Estuve en Dublín dos años maravillosos, pero era una ciudad un poco difícil y Uber me planteó un buen proyecto para crear el segmento corporativo para España, Italia y Portugal. Y así llegué a esta compañía hace dos años y medio", explica a Magas.
¿Qué has aportado a la compañía en tu opinión?
Me enfoqué en tres grandes objetivos. Equipo y talento. Yo quería tener un equipo feliz, algo que constantemente he repetido, y obviamente, comprometido. Empecé a construir un equipo con una diversidad cultural y de género bastante rica.
Uber tiene un lema que es 'Great minds don't think alike'. Nosotros no creemos que todos pensemos igual, sino que valoramos un montón a aquel que dice: "¡Yo no estoy de acuerdo!", al que levanta la mano y dice: "yo no lo estoy viendo". Eso generó un equipo que se sentía muy comprometido y con un sentido de pertenencia muy grande.
Y nuestro segundo objetivo era hacer crecer nuestro negocio. Hoy con mucho orgullo puedo decir que del 22 al 23 hemos duplicado el negocio de Uber for Business, hemos tenido un crecimiento del 100% gracias a un equipo muy potente y a que nos hemos encargado de entender todo lo que las empresas españolas, portuguesas e italianas necesitan.
Y mi tercer objetivo era asegurarme de que creasemos productos acertados y muy coherentes con lo que necesitaba el mercado corporativo español.
Hemos ideado productos que se acomodan únicamente al segmento corporativo, y una categoría como es Business Comfort, que es como la business class de una aerolínea, que cuenta con una experiencia de usuario corporativo mucho más exigente de lo habitual.
¿Y has logrado que sean felices?
El equipo tiene una de las encuestas de clima laboral más altas de todo EMEA. De hecho, yo peleo con Latinoamérica porque allí por lo general siempre tienen puntuaciones muy altas, ya que el latinoamericano es más feliz y valora cosas diferentes. Pero mi equipo tiene una de las encuestas de clima laboral más altas.
¿Cómo puede ayudar a las empresas españolas Uber for Bussiness?
Nos hemos encontrado en la parte de movilidad terrestre de empleados que había muy poca visibilidad. La gente cogía el medio de transporte que más se acomodara, pero no existía forma de hacerle seguimiento. Nos hemos enfocado en la digitalización de la movilidad terrestre para las empresas. ¿Qué significa esto? A través de una plataforma, las empresas pueden saber exactamente cuál es el coste que están generando sus empleados en los viajes por ciudad.
Tienen un montón de insights que, además, les permiten tener mejores herramientas para crear estrategias mucho más sostenibles en el tiempo. Les damos visibilidad, transparencia y control sobre todo lo que están haciendo.
Y por otro lado, tenemos un proyecto con el que estamos trabajando los reportes de sostenibilidad. Nos aseguramos de que contamos con la suficiente oferta de coches eléctricos, pero eso estaría a medias si no les podemos dar unos reportes de sostenibilidad donde ellos digan: "A ver, mi proveedor de transporte terrestre en este momento me está permitiendo ahorrar X emisiones de CO2" o "el comportamiento de mis empleados está siendo de esta manera en Madrid versus de esta manera en París versus de esa manera en Bruselas.
¿Cuál es la estrategia base planteada para este año?
Uber este año reportó 1.887 millones de dólares en beneficios, probablemente el año pasado ha marcado uno de los puntos más importantes de inflexión, donde hemos demostrado que podemos seguir creciendo de una manera muy sostenible. Nosotros, de 22 a 23, crecimos un 24% en número de viajes y un 17% en beneficios que hemos aportado a la compañía en global.
La estrategia para el 2024, para seguir manteniendo este crecimiento sostenible, se apoya en dos pilares. El primero es la integración de taxi en España. En este momento tenemos 4500 trabajando con nosotros y queremos de verdad beneficiar a todos los taxistas para que tengan acceso a esta base de datos de nuestros usuarios internacionales y nacionales a través de una aplicación.
En 2019 lanzamos la integración de taxi en Madrid y hoy en día ya tenemos diferentes ciudades como Barcelona, Valencia, Málaga. Lo que nos permite que un usuario tenga muchas más alternativas de movilidad dentro de nuestra aplicación.
Y por el otro lado, tenemos grandes retos en sostenibilidad. Esperamos que para el 2025 ciudades como Madrid, Londres, Ámsterdam, Lisboa, Bruselas y París realicen el 50% de sus kilómetros recorridos con cero emisiones. Para el 2030 queremos que el 100% de todos los todos los kilómetros recorridos en Estados Unidos y Europa y Canadá sean 100% sostenibles. Para el 2040 queremos ser una plataforma 100% verde.
Estamos muy concienciados con la brecha de género y que desaparezcan los techos de cristal de las compañías, en este sentido, ¿cómo es Uber?
Tenemos datos interesantes. El 42,5% del total de empleados de Uber, unos 35.000, somos mujeres. Y en cuanto a directivos, el 40% somos mujeres. Obviamente, hay trabajo por alcanzar, pero ese es un dato esperanzador.
Dentro de todos los conductores que trabajan en nuestra plataforma, únicamente el 8% son mujeres. Ahora este número es el más alto de todo Europa y es el segundo más alto después de Estados Unidos, con un 19,2%.
La verdad es que necesitamos invertir mucha más energía para asegurarnos de que este cambio existe. En cuanto a los empleados de Uber, hay una comunidad que es Women at Uber, donde tenemos a directoras y a todas estas mujeres que quieren seguir creciendo en Uber. Disponemos de programas de coaching, talleres para ayudar a eliminar el síndrome del impostor, generar espacios donde su voz sea oída, y se sientan mucho más tranquilas.
Por otro lado, trabajamos con Fundación Integra, que es un proyecto muy interesante para mujeres que tienen un riesgo muy alto de exclusión social. Las ayudamos a conseguir trabajo como conductoras a través de nuestras flotas asociadas.
Y también estamos creando una comunidad soportada por eventos, donde compartimos todo lo que nos gusta y lo que no. La semana pasada celebramos nuestro segundo evento de Existir, con casi un centenar de mujeres en el auditorio, compartiendo cómo se sienten e ideas.
Porque es verdad que la percepción de un hombre de un viaje de Uber es muy diferente a la percepción de una mujer, y el hecho de entenderlo desde los dos puntos de vista nos permite adoptar decisiones diferentes, para que cada uno tenga su mejor espacio de trabajo.
¿Tú has sentido alguna vez este techo de cristal?
He estado en entornos en los que yo era la mujer con el cargo más alto y que tenía que reportar a hombres. Entonces no había muchas posibilidades de crecimiento. También, como ya mencioné, tuve que masculinizar mi forma de trabajar y ser un poco más agresiva, comportarme como lo haría un hombre para romper ese techo de cristal.
Con los años y la experiencia empiezas a ganar herramientas. En mi caso, siempre he estado obsesionada con mis conocimientos, con el qué tengo que hacer para estar intelectualmente preparada para los retos que me vayan llegando. Tú inviertes todo ese tiempo para estar cada vez más acertada, y con ello empiezas a eliminar esa brecha y el techo de cristal se desvanece.
Creo que las mujeres nos preparamos el doble o el triple. A mí siempre me ha gustado aprender, pero soy consciente de que, probablemente, un hombre que esté tan obsesionado por aprender como yo, sería CEO antes que yo.
¿Dónde reside la clave de tu éxito?
La clave de mi éxito está en mi familia. Yo tengo lo mejor de dos mundos maravillosos. Mi madre es artista, pintora, y es una señora muy humana. Tú la pones a sumar dos más dos y le da algo, pero es una persona muy cercana y sensible. Y luego tengo un padre que es matemático puro.
He aprendido la estructura de las matemáticas de base, es decir, que mientras los padres llevaban a jugar al tenis a sus hijos, mi padre me llevaba a jugar ajedrez a los cinco años y ese era mi plan favorito.
Soy una persona que se ha enfocado mucho en prepararse, en entender que uno no nace aprendido en la vida, de invertir tiempo para ser un mejor trabajador, pero al mismo tiempo, no me aislo ante los sentimientos de las personas.