La escritora Inma Rubiales: "Si intentas escapar de una pérdida, te pierdes los recuerdos de lo que viviste"

Autoras de palabra con Rosa charla con Inma Rubiales, joven escritora que se consolida como una de las voces más prometedoras del género romántico-juvenil. 

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Hasta que nos quedemos sin estrellas y El arte de ser nosotros, novelas publicadas por Planeta, siguen teniendo una extraordinaria acogida por los lectores. Todos los lugares que mantuvimos en secreto (Planeta, 2024) es su última novela. 

Todos los lugares que mantuvimos en secreto,  es una historia de amor juvenil ambientada en Finlandia. Un viaje mágico, donde Maeve y Connor, dos protagonistas inolvidables, tienen la  necesidad de encontrar el camino para cumplir sus sueños.

La autora nos aconseja que nunca debemos posponer las cosas importantes de la vida porque todo puede cambiar en un instante.

Rubiales reconoce que ambientar la novela en Finlandia, fue cosa del destino. "Soy una escritora muy instintiva, me dejo llevar por impulsos, y chispas repentinas. Desde el principio, tenía muy claro que quería ambientarlo en un sitio que fuera un reto para mí, un sitio desconocido, sobre el que tuviera que investigar, documentarme. Tenía claro que quería un pueblo pequeño, con casitas de madera, con nieve y con lagos".

Y continúa: "Una amiga me habló de Finlandia, así que esa noche decidí abrir Google Maps y dejé caer 'el muñequito' en un punto aleatorio de Finlandia. Resulta que era un pueblo que cumplía todas las características que buscaba".

"Todo el mundo tiene su historia en esta novela. Nadie es malo, malo, malísimo. Los personajes antagónicos no lo son completamente. A lo largo de la novela, se irán descubriendo muchos momentos de luz. Todos tienen cosas buenas y también necesitan redimirse de algunas acciones", asegura Rubiales.

Y añade: “Es importante no justificar ni romantizar las acciones de un personaje malo, pero también es necesario darle una razón de ser a nivel literario que explique por qué el personaje actúa de esa manera".

Rosa Sánchez de la Vega.

Por lo tanto en la novela, las acciones tóxicas o negativas no son romantizadas en ningún momento, sino que simplemente están presentes.

Temas como el dolor, por la pérdida de un ser querido, y tratar de huir de él, Rubiales considera que no se puede escapar eternamente de ello, porque es una pena perder tantos y tan buenos recuerdos, solamente porque traerlos de vuelta sea tan desconsolado.

“Hay una conversación muy interesante en este libro, donde no solamente tiene peso el romance, también tiene mucho peso la amistad, la familia y la muerte como tema principal, pero en el sentido de aprovechar la vida hasta el último momento".

"A fin de cuentas", apunta la autora, "la muerte es una realidad que nos va ocurrir a todos tarde o temprano y hasta que eso llegue, tenemos que disfrutar de cada momento, sin necesidad de hacer una lista, aunque vaya un poco en contra de lo que es en realidad mi novela", apunta.

Reconoce que el pueblo donde se desarrolla la novela es inventado, pero "viajar a Rovaniemi, ha hecho que estuviera presente en cada cosa que había plasmado en mi libro. Cada detalle es tal cual lo viví después. Es una sensación increíble porque a pesar de haberlo experimentado desde lejos, de alguna manera logré sumergirme en ese país", concluye Rubiales.