Autoras de palabra con Rosa se cita con Carme Chaparro, periodista, presentadora y editora en informativos y programas de televisión. Como escritora ha ganado el Premio Primavera de Novela 2017 por No soy un monstruo, primera entrega de la trilogía que completó con La química del odio (2018) y No decepciones a tu padre (2021) todas publicadas por la editorial Espasa.
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Carme Chaparro me recibe entre pilas de libros que firma sin parar. Ella acaba de ventilarse a diez personas de una tacada y sostiene el bolígrafo, la mirada y la voz con la serenidad que dan los cincuenta años que acaba de cumplir, y una trayectoria como escritora de novela negra que la ha convertido, actualmente, en una de las voces más potentes en nuestro país.
"Madrid, Plaza de España. Hace calor en esta noche de junio. La gente camina, o se sienta próxima a la fuente dedicada a Cervantes. Nadie mira hacia arriba si no hay algo sonoro o brillante que lo provoque. En la séptima planta de uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad, diez personas se precipitan a la vez desde sus habitaciones. La nota discordante es el impacto de la primera víctima que lo hace apenas unos segundos antes. Como un preludio de la pieza que sonará entera momentos después".
"Dicen los psicólogos que tirarse al vacío es la manera rápida y barata de terminar con la vida, aunque no la más fácil y de la que no puedes arrepentirte a medio camino. La segunda preferida es el ahorcamiento. El suicidio es la principal causa de muerte por no enfermedad en España y en los niños y adolescentes su primera causa es quitarse la vida. Once personas cada día en nuestro país toman esa decisión. Es un problema muy grave al que no podemos solo mirar. Deberíamos tener unas políticas de sanidad muy robustas de salud mental, de acompañamiento y de actuación rápida, porque los suicidas suelen pensar en quitarse la vida apenas dos horas antes y en casos de largas depresiones, cuando los familiares creen que está saliendo de ello, es cuando más alegres los ven porque ya han programado un final a su dolor".
"Hay que ser, además de forense, de una casta especial para oler en los cadáveres el deseo de hacer daño de los asesinos, y Santi Munárriz es un forense superdotado que necesita muchas cosas en la vida para no aburrirse. Bisexual y guapo. Un personaje masculino del que tenía miedo escribir porque mis protagonistas siempre han sido femeninas. Pero salió solo. Un personaje con una vida difícil por esa racionalidad que necesita una espita y es en la emocionalidad donde él consigue crearse un personaje, que una vez a la semana, se sube al garito de la Luciérnaga con pantalones de campana, lentejuelas y su álter ego que se llama 'Delito'".
Odiar es la emoción humana vinculada al principio de todo. La más poderosa. Más que el amor, porque el amor nos hace querer, construir cosas buenas y el odio es la destrucción. Cuando odiamos también nos quemamos un poco a nosotros mismos.
Quién haya leído a Carme Chaparro se dará cuenta de su debilidad por escuchar, saber leer el interior de los muertos.
"Los muertos hablan. Sus cuerpos nos lo cuentan todo. Solo hay que saber escuchar".
La autora nos cuenta que su padre era visitador médico y tenía en casa multitud de folletos médicos. Algunos con indicaciones internas y otros con cuerpos abiertos, corazones, órganos, y le gustaba mirar porque le maravilla el cuerpo humano. Una máquina de precisión, que ni siquiera la inteligencia artificial hubiera podido crearlo tan perfecto. Somos los que hemos sobrevivido a la evolución de la naturaleza.
Ante la perdida de un ser querido, el tránsito del duelo, poder despedirse es importante y necesario. Pero, cómo hacerlo por alguien que ni siquiera existe.
Chaparro crea un personaje que ha querido ser madre desde hace mucho tiempo y pierde el bebé estando ya de nueve meses. Tendrá que parir a un bebé muerto. Cuando pierdes a alguien tienes sus fotografías, su voz, su olor. Pero cuando hay una muerte perinatal y el feto ha muerto. ¿A quién despides?, ¿cómo inicias el duelo?
Hay lugares en los que se ofrece a los padres el poder hacer fotografías en el paritorio, que puedan pasar unos momentos con su hijo. Puede parecer morboso, pero no lo es para nada, porque al final, han podido estar con un ser humano, no una imaginación. Han podido tener en sus brazos y conservar unas fotografías para volver a ellas. Y es la manera de que esas personas pueden iniciar un duelo duro y sano.
Un violador debería ir a la cárcel y cumplir su pena. Pero qué hay de la familia, los amigos de los violadores. Chaparro recuerda cuanto le conmovió el asesinato de dos niñas a manos de su padre porque pensaba que a esas dos niñas sus abuelos las querrían con locura. Habían perdido a sus nietas y también a su hijo; el asesino. Y ¿cómo sales vivo de ahí?
El ser humano ha llegado a estar donde está porque ha sabido contar historias y eso nos ha hecho crecer como comunidad. El cotilleo es la deriva de contar historias.
Carme quería escribir, quizás porque está a punto de entrar en la premenopausia, sobre una mujer que ha hecho de todo en la vida y que está de vuelta de todo. Entonces me cuenta que mandó un mensaje a su inspiración pidiéndole permiso. Se lo dio con la condición de que le pusiera unas buenas tetas…
El contrapunto de humor negro. Ella, su personaje real, tiene lo que todos querríamos tener en la guantera, una de esas frases para soltárselas a alguien cuando hace falta darle un buen 'zasca'.
Las armas más peligrosas son las bacteriológicas. Microbios letales transformados en algo más mortífero.
La muerte si es lenta, mejor porque te da la oportunidad de despedirte. Poner en paz tus asuntos. Ordenar todos tus pensamientos. Pero no quiero saber si me estoy muriendo. Las muertes lentas tienen mucho sufrimiento no solo mental, también físico. Entonces pudiendo elegir siendo tardías, las dos mejor en la cama y durmiendo.
No somos dueños de la vida de nadie, ni siquiera de la de un asesino.
"El miedo es un acosador cobarde que se vuelve chiquito cuando lo desatiendes. Soy muy miedosa. Mi peor enemiga y he aprendido que el miedo solo te quita tiempo y es lo único que se va y que tienes que aprovecharlo en la vida. El miedo solo te hace sufrir. Hay miedo bueno como el de subirte a un escenario o tu primera cita. Y el miedo malo que hay que curarlo. No pierdas tiempo en tener miedo, porque es lo único que te regala la vida y tiene que ser tuyo para disfrutar haciendo lo que sea".