Entertainment Memorabilia es el título de la mayor subasta mundial de elementos procedentes de la televisión y el cine norteamericano. Del 28 al 30 de junio, esta cita anual de Hollywood pone de nuevo a la venta vestuario y objetos icónicos de las producciones internacionales con más seguidores: el impacto mediático está asegurado.
[Un broche de dos millones creado por Dalí, propiedad de Rebekah Harkness, la musa de Taylor Swift]
Organizada por la casa Propstore en Los Ángeles (California) en el enorme espacio del museo Petersen, la subasta está diseñada de tal modo que todas las pujas pueden realizarse online y también de forma previa a esos tres días, con lotes diferenciados. Según la práctica habitual, el incremento de cada puja se realiza en saltos de más o menos 10% del precio de salida.
En esta ocasión, la pieza más esperada es el icónico vestido blanco de la princesa Leia (Carrie Fisher) en Star Wars (1977) con un precio de salida de 1.000.000-2.000.000 dólares o el vestido que lleva puesto Rose DeWitt (Kate Winslet) en su escena final del hundimiento del Titanic (1997), con un precio de salida que rondará los 100.000-200.000 dólares. Ambos se espera que rematen en cantidades mucho más elevadas, puesto que la puja ya ha comenzado y el interés de los coleccionistas es enorme.
Para las miradas especialmente fashionistas (y fetichistas), están a la venta el atuendo completo de Catwoman (Michelle Pfeiffer) en Batman Returns (1992) y unos zapatos plateados autografiados por la mismísima Carrie, Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York, con un precio de salida de tan solo 800-1600 dólares.
En la subasta, una de las mayores de la historia, se podrán encontrar también vestimenta, artefactos y elementos singulares de las sagas de Indiana Jones, James Bond, e incluso Alien o Viernes 13; se puede adquirir la ‘bat-moto’ de Batman (Christian Bale) en The Dark Knight (2008, 2012) por 1.000.000-2.000.000, una primera edición de Harry Potter por 100.000-200.000 o las manos cortantes de Johnny Depp en Eduardo Manostijeras a partir de 50.000-100.000 dólares.
Un auténtico delirio para los coleccionistas amantes de la iconografía hollywoodiense y una oportunidad para cualquiera de adquirir guiones, pósters y fotografías autografiados, varitas mágicas y, en general,símbolos de la cultura mainstream del entretenimiento del siglo XX.