En la era digital, la moda se ha convertido en un fenómeno global instantáneo, donde un vestido puede captar la atención de millones de personas en cuestión de horas. El mismo suceso que anteriormente ocurría sobre todo con los diseños de los desfiles en las Semanas de la Moda de París o Milán (un acontecimiento que todavía sigue vigente) ahora se está viendo también con vestidos mucho más habituales: en concreto, con los diseños de invitada.
Una atención que ha ido creciendo en los últimos meses, especialmente a través de Instagram, que juega un papel crucial en este proceso. La inmediatez de la plataforma permite que una prenda se vuelva viral casi instantáneamente, especialmente si es llevada porfiguras públicas o influencers.
A esto se le suma el uso de ciertas siluetas y cortes que, alineados con las microtendencias, se convierten en 'esa prenda que todo el mundo busca'. Hace unos años ocurrió con los vestidos que incorporaban corsés, que evocan una estética retro y hace unos meses sucedía lo mismo con las transparencias. Esta mezcla de lo antiguo y lo nuevo resulta uno de los pilares del sector en la actualidad, con un punto nostálgico.
El algoritmo de las plataformas sociales también contribuye a esta viralización. A medida que más usuarios interactúan con una prenda específica, su popularidad aumenta, lo que amplifica la visibilidad del vestido.
Este fenómeno se traduce en una sucesión constante de tendencias en la que el papel de los influencers es fundamental. Muchas veces lo que importa no es solo la prenda en sí, sino quién la lleva: así,estas convierten los diseños en objetos de deseo entre sus seguidores.
Marcas como Koahari, Sibilina Flamenca, Ârtola Couture, Mattui Collection, Coosy, IQ Collection y Polín et Moi, son algunas de las que ofrecen las opciones más elegantes y sofisticadas para lucir con estilo durante tus eventos.