Para quienes alguna vez soñaron con ser tripulantes de cabina, viajar y conocer mundo, y para quienes nunca antes se habían subido a un avión o viajado en la clase Business, Iberia creó hace mes y medio en Madrid el Espacio Iberia.
Un sorprendente pop up o espacio efímero, en plena Milla de Oro madrileña, que abrió el 17 de mayo y se cerró el 30 de junio, después de revolucionar el famoso Barrio de Salamanca. Allí se presentaron los nuevos uniformes que, desde el pasado 1 de junio, llevan los empleados de la aerolínea española, diseño de Teresa Helbig, los primeros en incorporar zapatillas deportivas,
Para que la experiencia fuera realmente original, en el Espacio Iberia se recreó la cabina de un avión a tamaño real, y todo aquel que lo visitaba podía sentarse en una de las con dos butacas Business o de las cuatro de Turista Premium y otras cuatro de Turista, para sentirse tal y como se ofrece en vuelo, a 30.000 pies de altura, pero sin tener que despegar del suelo.
Y durante los fines de semana se ofreció también una experiencia de realidad virtual que permitía a los visitantes volando sobre las calles de Manhattan, como si de un superhéroe o una superheroína se tratara, y sobrevolar La Gran Manzana.
Una aventura especialmente apetecible para quienes tienen miedo a volar o a las alturas. Además, tanto los clientes de Iberia como los curiosos pudieron disfrutar de los nuevos aperitivos y catas de los vinos que se sirven a bordo (seleccionados entre las mejores denominaciones de origen españolas por el Club del Vino).
En la tienda, los asistentes podían comprar maquetas de los aviones de Iberia, carteles publicitarios, los saleros y pimenteros de Las Meninas que se ofrecerán en el nuevo servicio a bordo de Business, y hasta una réplica del bolso rojo del nuevo uniforme diseñado por Teresa Helbig.
Pero, para los amantes de la moda, la noticia estaba en la posibilidad de conocer la apasionante historia de los uniformes anteriores (diseñados por Pedro Rodríguez, Elio Berhanyer, Pertegaz, Alfredo Caral y Adolfo Domínguez) y de probárselos, así como los nuevos diseños de Teresa Helbig que los empleados de la aerolínea estrenaron el pasado 1 de junio.
Para ello, se hicieron réplicas de todos ellos en las tallas 38, 40 y 42. Los visitantes pudieron probarse todos ellos y fotografiarse con una divertida Glam Cam 360º e Iberia enviaba un gift slowmotion, a cada usuario, para que el recuerdo fuera imborrable.
Como broche de oro a una iniciativa de comunicación corporativa sin precedentes, el pasado lunes 27 de junio, a las 14:00, Iberia abrió la subasta y el miércoles 29 a la misma hora cerró las pujas.
En tan solo 48 horas, 11.000 personas han entrado a la subasta y casi un centenar pujó por los uniformes que ha vestido el personal de Iberia a lo largo de la historia, desde el primero, de inspiración militar, siguiendo por el de Pedro Rodríguez y los icónicos de Elio Berhanyer y Pertegaz, el de Alfredo Caral, el actual de Adolfo Domínguez y el diseñado por Teresa Helbig.
La subasta se realizó a través de la web de subastas de vuelos subastas.iberia.com, adaptada en tiempo récord para que los clientes pudieran pujar por estos ocho uniformes (siete femeninos y uno de hombre).
Como curiosidad, el uniforme por el que más se ha pagado ha sido el de Elio Berhanyer de 1972 (600 euros) y el único modelo masculino que había en la subasta y que llevaban los primeros TCP hombre de 1947 se ha vendido por 260 euros.
Se han obtenido 2.610 euros, que serán donados a ENVERA, una asociación de Empleados de Iberia que son padres de personas con discapacidad. Así, gracias a esta moda de altos vuelos, la ayuda llega todavía más lejos, hasta quienes más la necesitan.
Para saber más sobre los históricos uniformes, sus anécdotas y curiosidades, aquí está nuestra galería de imágenes.