En la vida hay muchos factores que nos hacen desconectar, el trabajo, las discusiones en pareja, la vida social o la organización para que todas ellas no se solapen entre sí. Cuando vivimos ocupados y toda nuestra energía se concentra en una circunstancia o factor concreto, es muy fácil perder el equilibrio.
Dejamos de prestar atención a partes importantes de nuestra vida y dejamos de priorizar. Tendemos a diluirnos en la rutina cotidiana, y nos olvidamos de lo realmente fundamental, recibimos demandas e información constante, y nuestra atención, como un músculo poco entrenado, se deja llevar sin recordar cuáles son sus objetivos.
Si bien es necesario tener impulso y concentración para hacer las cosas, llevar la falta de prioridad demasiado lejos puede generar frustración y estrés intenso. Por lo que es momento de tomar una vista de helicóptero o, como explicó Paul J. Meyer, poner en práctica la rueda de la vida para evaluar cada área de la vida
La rueda de la vida es la herramienta o ejercicio visual comúnmente empleado por profesionales de la salud mental, que ayuda a las personas a considerar cada área de sus vidas por turnos y a evaluar lo que está fuera de equilibrio, para que vuelva a retomar el rumbo.
Con ella, además de redirigir nuestra vida, nos damos cuenta de qué áreas debemos priorizar y a cuáles otras le estamos dando mucha importancia. Nos ayuda a contemplar cómo estamos actualmente, pero también, como queremos estar.
Qué es la rueda de la vida
La rueda de la vida es la técnica con la que podemos comprender rápidamente qué tan equilibrada o plena está nuestra vida en ese momento. El concepto fue creado originalmente por Paul J. Meyer, una de las personas más influyentes en la historia de la industria del logro personal.
Suele estar compuesta por ocho categorías o áreas que son importantes para una vida integral y equilibrada. Los clientes califican su nivel de satisfacción con cada una de ellas y luego lo asignan a la imagen de una rueda.
Según los expertos, una vida se desequilibra "cuando la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas se ha visto frustrada dentro de los patrones continuos de las ocupaciones del día a día".
La rueda de la vida busca centrar este equilibrio. Nos ayuda a identificar las áreas de nuestra vida a las que deseamos dedicar más energía y otras donde deberíamos reducirla.
Podemos darnos cuenta, por ejemplo, de que nuestra vida social necesita atención, y si vemos que tenemos que profundizar más en ella, podemos crear una rueda concreta para ella.
Hay veces en las que no somos nosotros mismos los que nos damos cuenta de que estamos olvidando ciertos factores importantes de nuestra vida. Esta herramienta también funciona como el "aviso" que nos alerta de que si no cambiamos eso, tendremos consecuencias.
Cómo hacer tu rueda de la vida
Para empezar, resulta fundamental desarrollar las ocho áreas en las que se divide nuestra rueda de la vida: relaciones, trabajo, familia, salud física, salud mental, finanzas, desarrollo personal, actividades divertidas, hogar y espiritualidad.
Esas son las principales; sin embargo, siempre se pueden añadir y eliminar con base en nuestra vida y circunstancias más relevantes en ese preciso instante. Básicamente, tenemos que reconocer qué ocho áreas son las más importantes para nosotros.
Ahora es el momento de calificar cada área en una escala del 0 al 10. Si todo en esa área es perfecto y estamos contentos con ella, es un 10, si hay que trabajar, el espacio obtendrá una puntuación más baja.
En este paso podemos tomarnos todo el tiempo necesario, ya que hay que considerar y ser honestos en cuanto a la atención que estamos prestando actualmente a cada área.
Cada puntuación será un radio de la rueda de la vida, y a pesar de que el círculo sea más dinámico y si empleamos colores más fácil de visualizar, también podemos simplemente escribirlo. O apuntarlo en las notas del móvil.
El tercer paso es evaluar cada área. Si bien es posible que muchos de nosotros queramos lograr una puntuación perfecta de 10 en cada área, esto no es realista y probablemente solo nos hará sentir peor con nosotros mismos a medida que perseguimos una imposibilidad. En lugar de ello, debemos pensar cuál sería una puntuación "ideal" para cada área.
En este punto también tenemos que considerar nuestras circunstancias, el tiempo y los recursos que tiene disponibles y en qué áreas realmente deseamos profundizar. Se puede volver siempre que queramos a esta herramienta, las prioridades pueden cambiar de un día a otro.
Una vez sabemos qué áreas necesitan atención, es hora de crear un plan para que la reciban. Debemos preguntarnos cómo podemos priorizar estas zonas de nuestra vida o bien reduciendo de otras o bien siendo nosotros mismos conscientes de que no le estamos dedicando el tiempo necesario.