'Feud: Capote vs. The Swans': así es la miniserie homenaje al autor que necesitas ver esta primavera
En Feud: Capote vs. The Swans se aborda la relación – o más bien el principio de la enemistad - del autor de A sangre fría con cuatro de sus llamados cisnes: Babe Paley, Slim Keith, C.Z. Guest y Lee Radziwell.
20 marzo, 2024 02:04Las mujeres que Truman Capote llamó cisnes se podían contar con los dedos de las manos. De ello quedó constancia en las innumerables menciones que hizo el mismo escritor, así como a través de las declaraciones formales e informales de testigos de la época.
En la miniserie Feud: Capote vs. The Swans, basada en el libro Capote’s Women: a True Story of Love, Betrayal and a Swan Song for an Era (Laurence Leamer, 2021) se aborda la relación – o más bien el principio de la enemistad - del autor de A sangre fría específicamente con cuatro de sus cisnes: Babe Paley, Slim Keith, C.Z. Guest y Lee Radziwell.
A las cisnes el Truman Capote de la ficción (interpretado por el británico Tom Hollander) las describe como preciosas, impactantes y singulares criaturas que se deslizan por los estanques de la sociedad.
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"Pero Dios les dio una carga demasiada pesada", describe, "bajo la nítida superficie del agua, han de nadar el doble de rápido y fuerte que un pato común para mantenerse a flote (…) Algunos cisnes se ahogan bajo la belleza de su fantástico y superficial plumaje".
En esta serie de HBOMax creada por Ryan Murphy y escrita por Jon Robin Baitz, a lo largo de sus ocho episodios se mezclan los hechos reales con la ficción. Hay encuentros improbables (como el de Capote con el escritor James Baldwin en el quinto episodio) o reveladores diálogos con su madre (interpretada por Jessica Lange) que se quitó la vida en 1954 y con la que tuvo una relación bastante tormentosa.
Como también son ficcionadas muchas de las conversaciones sostenidas entre las cisnes en La Côte Basque, el legendario restaurante ubicado en la calle 55 Este de Manhattan, un lugar que le dio el nombre a un artículo polémico.
En 1975 la publicación en Esquire de La Côte Basque 1965, un avance de Plegarias atendidas, un libro que Capote no llegó a concluir en vida, desencadenaría pasiones de todo tipo incluyendo el odio y la sed de venganza de quienes se vieron reflejados en esas líneas y hasta afectados por rebote.
En ese año Truman Capote era un afamado escritor que se movía en las altas esferas de la sociedad neoyorquina, era codiciado por las editoriales más prestigiosas, un habitual del Studio 54, de programas de televisión como de restaurantes de postín. Como también lidiaba con el alcoholismo, su adicción a los fármacos y bloqueos creativos.
Precisamente el origen y desarrollo de la gran discordia con algunas de sus cisnes a raíz del mencionado artículo, es el punto de partida de Feud: Capote vs. The Swans, además de constituir una crónica ficcionada del descenso a los infiernos del celebrado y controversial escritor fallecido en 1984.
La cisne más perfecta
Durante dos décadas el también autor de Breakfast at Tiffany’s estrechó lazos de amistad con estas mujeres de la alta sociedad neoyorquina. "Truman navegó en sus yates, voló en sus aviones, se alojó en sus propiedades, cenó en sus mesas, y escuchó sus historias más íntimas", escribe Laurence Leamer.
El autor de Capote’s Women afirma así mismo que Truman poseía un genuino interés hacia las vidas de esas mujeres de la post guerra, dueñas de un glamour particular -"criaturas de la elegancia", apunta Leamer en su libro -, la mayoría de ellas de orígenes modestos que habían sido educadas para casarse muy bien y así ocupar un significativo estatus social, para luego ostentar poder económico y ejercer además una especie de poder blando.
"Debajo de ese glamour hay dolor", afirma Capote en el episodio tres que recoge el legendario baile de máscaras blanco y negro celebrado en 1966 en el Hotel Plaza de Nueva York, "las adoro con locura por su rigor (…), tengo que protegerlas y asustarlas un poco para que estén alertas porque el mundo es un público cruel".
Las cisnes vieron en el escritor primero a un entretenido invitado, luego a un amigo, para después convertirlo en un confidente. Lo que quizás nunca se imaginaron es que ellas pasarían a ser el objeto de observación en el que los grises y la compasión brillarían por su ausencia.
Con Barbara ‘Babe’ Paley (interpretada por la británica Naomi Watts, también productora ejecutiva de la serie) Capote tenía una relación tan íntima que la Babe real se refería al escritor como "mi otro marido".
Por su parte, Capote le profesaba devoción a esta mujer que el Truman de la serie describe como "la mujer más perfecta jamás creada, su único defecto es su perfección (…) Estar a su alrededor hace que te sientas infinitamente mejor, cualquiera en su órbita resplandece".
Babe provenía de una familia acomodada de Massachusetts, llegó a Nueva York hacia finales de 1938 con su primer marido, y fue editora de moda de Vogue durante casi una década.
"Todo en Babe era exquisito, desde su piel de porcelana hasta su comportamiento aristocrático", describe Laurence Leamer; su talento de planificación y pasión por los detalles fue tan legendario que hasta planeó su propio funeral, desde la comida hasta la lista de invitados.
Truman conoció a Babe en 1955, cuando ya estaba casada en segundas nupcias con el magnate de la televisión Bill Payle, un mujeriego empedernido. Al morir Babe en 1978 víctima de cáncer pulmonar, Capote no figuró entre los convidados.
La publicación en Esquire de La Côte Basque 1965 (en 1975) hirió profundamente a Babe al sentirse traicionada por quien menos esperaba. Aunque en el artículo los Payle no aparecen con sus nombres verdaderos, Capote no se esforzó en disimular sus identidades ni el escándalo que implicaba la infidelidad de Bill con la mujer del gobernador de aquel momento, así como sangre menstrual de la amante en el lecho del matrimonio Payle.
La soledad de las mujeres
Quienes sí acudieron al funeral de Babe Payle fueron Slim Keith (interpretada por Diane Lane), Lee Radziwell (encarnada por Calista Flockhart) y C.Z Guest (interpretada por Chloë Sevigny).
La californiana Slim Keith, reconocible en el artículo de la discordia como la deslenguada Lady Ina Coolbirth, fue modelo antes de casarse con el cineasta Howard Hawks, luego con el productor de Hollywood Leland Hayward y finalmente con el banquero inglés Lord Kenneth Keith.
"No hay nadie más inteligente ni que vaya tantos pasos por delante en el ajedrez y que conoce Hollywood tan bien como Londres, París y Capri con los ojos cerrados", resume el Capote de la ficción a la resoluta Slim, que en realidad se llamaba Mary Raya Gross, alguien que aprendió que en su tiempo mostrar su fuerza e inteligencia siendo mujer podría resultar intimidante y hasta peligroso.
Según se muestra en Feud: Capote vs. The Swans, La Côte Basque 1965 causó rupturas de lazos afectivos sobre todo con Babe, Slim y Lee Radziwell. En realidad Lee, la hermana de Jackie Kennedy, no se desentendió de Capote, aunque es un hecho que no quiso testimoniar a su favor en la querella por difamación levantada por el también escritor Gore Vidal.
La lucidez de Lee se pone de manifiesto cuando en el capítulo tres, temporalmente hablando casi nueve años antes de que se publicase el artículo en Esquire, mirando a la cámara desenmascara la falacia de Truman como mejor amigo.
"Él sabe que a las mujeres se les traiciona siempre", afirma con un dejo de amargura, dice que se aprovecha del miedo y de la soledad de ellas, y que hasta se auto proclama el gran protector, un rol que pone en duda. "Ser mujer es de por sí estar sola", concluye y agrega, "y hasta tu hermana podría robarte a tu hombre".
Por su parte, a pesar de que C.Z Guest no aparece explícitamente en la mencionada publicación, su relación con el autor también se vio afectada a pesar de que nunca rompió el contacto con él.
"¿Por qué cuesta tanto aceptar la idea de que la sociedad está llena de secretos y mentiras, lealtad y revelaciones que merecían la pena exponer?", responde Capote en la serie cuando C.Z le confronta y recrimina su crueldad.
"Yo escribo, siempre estoy escuchando, no es algo que quede a la deriva en el espacio exterior, grabo permanentemente porque así funciona nuestro mundo", se justifica el escritor.
De Lucy Douglas C.Z Guest, el Truman ficcionado la califica como "un soplo fresco, el cisne más ejemplar". La aficionada a la jardinería, quien fuera "un espíritu libre", enamorada de Diego Rivera en su juventud, anhelante de una vida bohemia "que nunca podría tener", se casó con Winston Churchill Guest, campeón de polo y miembro de familias ilustres.
En el episodio tres mientras Truman muestra un cuadro con una joven C.Z desnuda en un diván, hace un paralelismo entre la vida de esa mujer y el lienzo: "C.Z sería comprada, expuesta y conservada por su nuevo marido Winston", además de ser confinada a una magnífica mansión en medio de un idílico campo.
Una cucaracha
A diferencia de C.Z Guest, para otros implicados, La Côte Basque 1965 constituyó una bomba de destrucción masiva.
Al final del primer episodio, Slim Keith fragua la venganza sentada con Babe Payle en una de las mesas con manteles blanquísimos del Côte Basque. Consternadas por el suicidio de Ann Woodward a raíz del mencionado artículo, incita a Babe a "cerrar filas" ante los hombres que mienten, Truman el primero.
"No tendrá adonde ir (…), no le abrirán ninguna puerta, se quedará sin oxígeno, y entonces morirá, igual que ha muerto Ann Woodward, pero será más lento", sentencia Slim, quien en varios capítulos más adelante lo describe como una cucaracha, "intentas aplastarlo y sus patitas siguen retorciéndose".
La socialité Ann Woodward (interpretada por Demi Moore) se había librado de la cárcel cuando en 1955 su esposo, heredero de una fortuna bancaria, apareció con dos balazos en la cara. Este fue un caso muy sonado en aquella época, cuya historia oficial rezaba que Ann (ex showgirl y actriz radial) había disparado por equivocación al tomarlo por un ladrón. En cambio la versión no oficial sostenida por Capote era que ella había planificado el asesinato.
La tragedia que comenzó aquella noche del 55 y que se mantuvo viva con el relato de Capote, se prolongaría hasta 1999 cuando el segundo de los dos hijos de Ann, el último sobreviviente de la dinastía, también se quitaría la vida saltando desde lo alto de un rascacielos en Manhattan. Pero esta es otra historia.