El éxito puede considerarse como uno de los mayores propósitos en el mundo. Ya no solo hablamos de construir una empresa multimillonaria o ser deportista de élite, sino esos límites que nosotros mismos contemplamos como tal: aprobar los exámenes a la primera, demostrar a nuestra familia que podemos o, incluso, trabajar de lo que queremos.
Cada persona contempla el éxito como quiere, pero prácticamente todos queremos llegar a él. Todo el mundo sabe que un coeficiente intelectual alto puede abrirnos muchas puertas; sin embargo, los expertos llevan años tratando de demostrar que el éxito profesional y personal va más allá de las habilidades técnicas o del conocimiento puro.
Enfatizan la importancia de las habilidades de comunicación como diferenciales en la trayectoria de una persona, y esta vez, ha sido la Universidad de Harvard quien ha dado las cinco imprescindibles: saber escuchar, redactar, saber presentarte, tener capacidad de persuasión y gestionar el cambio.
Las habilidades que conducen al éxito
Según el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, los empresarios actuales consideran que las habilidades sociales son más importantes para la preparación para el trabajo que las habilidades específicas del mismo.
De hecho, un informe reciente de LinkedIn Global Talent Trends señaló que el 89% de los reclutadores dicen que cuando un contrato no funciona, es el resultado de una falta de habilidades interpersonales.
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La comunicación es la base de todo, ya no solo en la vida en general, sino que es la encargada de llevarnos al éxito. En nuestras relaciones interpersonales es la responsable de que todo vaya bien y en la empresa es el pegamento que mantiene unidos a todos los miembros del equipo en todos sus niveles.
Si buscamos tener éxito dentro del trabajo, pero también llegar a todos los propósitos que tenemos en mente, estas son las cinco habilidades de comunicación, según Harvard, que nos harán el camino mucho más fácil:
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Escuchar activamente. Saber escuchar con atención es clave para aprender, tanto de nosotros mismos como de otras personas. Así como buscamos que nos entiendan, nosotros necesitamos entender las necesidades y opiniones de los demás con el fin de trabajar de manera más inteligente y efectiva.
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Escribir bien. Vivimos en plena era digital, donde todo lo que queremos conseguir es muy posible que se haga a través de redes sociales, correos electrónicos o páginas webs. La capacidad de redactar mensajes claros y concisos es fundamental, nos permite transmitir ideas de manera efectiva y evitar malentendidos. Escribir bien también nos ayuda, indirectamente, a saber expresarnos.
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Habilidades de presentación. Las habilidades de presentación son esenciales en el mundo actual. Ya sea que estemos dando una charla, liderando una reunión de equipo o simplemente expresando nuestras ideas en una conversación, saber presentarnos con confianza y efectividad es muy valioso. Esto incluye aspectos como el lenguaje corporal, la claridad en la expresión y la capacidad de responder preguntas con confianza.
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Persuasión. La capacidad de persuasión es fundamental para poder comunicarnos asertivamente, ya que permite que las interacciones sean con base en argumentos y conexión. Ser capaz de persuadir a otros, aunque se haya visto durante décadas como algo malo y haya quienes lo empleen para tal, es fundamental para lograr objetivos profesionales y avanzar en la carrera.
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Gestión del cambio. En el trabajo, pero también en la vida, saber gestionar los cambios es esencial. Implica demostrar la flexibilidad, resolver dudas y generar confianza de que nos podemos adaptar a todo sin ningún problema.
Además de ser habilidades que nos conducirán al éxito, también pueden ayudarnos en nuestra vida cotidiana. El ser humano se define y vive por su capacidad de socialización, son muchos los estudios que corroboran que son las relaciones —tanto de amistad, familiares o amorosas— las que nos hacen felices y nos ayudan a prosperar.
Esta socialización no se da si no sabemos comunicarnos. Intercambiamos parte de nuestros pensamientos, emociones, creencias, experiencias... y esperamos que otras personas hagan lo mismo con nosotros. De saber comprender y contar estas mismas emociones, nace una de las habilidades más subestimadas: la autoconciencia.
La autoconciencia, una habilidad escondida
Muchas personas creen erróneamente que la autoconciencia consiste en comprender sus sentimientos y defectos; sin embargo, ser consciente de uno mismo significa reflexionar sobre nuestros puntos fuertes y relacionarlos con nuestros objetivos.
Las investigaciones sugieren que desarrollar la autoconciencia nos ayuda a ser más creativos, tomar decisiones más acertadas, comunicarnos mejor y construir relaciones más sólidas.
Juliette Han, neurocientífica formada en Harvard, destaca la autoconciencia como una habilidad que debemos añadir a todas las anteriores si queremos encontrar el éxito o, simplemente, es la que debemos desarrollar si buscamos que las demás salgan de nosotros mismos de manera más fácil y sencilla.
Según Han, la autoconciencia es "la habilidad más subestimada" que utilizan las personas exitosas para avanzar en sus carreras: reflexionar sobre nuestras habilidades, solicitar comentarios de nuestro jefe o compañeros para ver si podemos mejorar o establecer objetivos.
De hecho, la neurocientífica añade: "Puedes tener todas las habilidades técnicas y el carisma del mundo, pero si no te das cuenta de ti mismo ni de cómo te comportas e interactúas en el mundo, es mucho más difícil construir relaciones sólidas".