El caso del infiltrado de la policía alemana asesinado en Marbella
Según una investigación de los medios alemanes WDR y NDR, una de las personas asesinadas el año pasado en Marbella era un informante de la policía alemana en Hesse.
14 octubre, 2023 05:00Noticias relacionadas
El 30 de junio de 2022 el propietario de una vivienda de la urbanización Golden Beach de Marbella decidió acercarse a la casa que había alquilado al turista serbio Aleksandar K. porque llevaba varios días sin responderle. Su sorpresa fue mayúscula al encontrar asesinado a su inquilino que, a priori, era un simple turista más en la Costa del Sol. Vio el cuerpo inerte por primera vez desde una ventana al asomarse a la puerta de la vivienda. Aleksandar K. fue ejecutado tras haber sido torturado, se encontraba atado en una silla como se muestra en muchas películas y tenía la cabeza envuelta con rollos de plástico. Lo habían estado torturando durante horas, y terminaron asesinándolo de dos tiros.
Tras una investigación de los medios alemanes WDR y NDR se entiende ahora tanta violencia contra esa víctima. Afirman que Aleksandar K. era un informante de la policía alemana de Hesse, y que fue activado en Málaga. Sus informaciones fueron usadas por investigaciones en curso en Alemania porque era un narco bien posicionado en Alemania y con muchos contactos. Si bien no se sabe el motivo de su ejecución, es bastante probable que fuese descubierto por la organización criminal para la que trabajaba antes de convertirse en un informante.
Que lo torturasen y luego lo ejecutaran indica que querían recabar información antes de eliminarlo, de ahí que el grupo criminal tuviese sospechas de que ya trabajaba para la policía. Eso también lo cree la policía alemana y así lo refleja la exclusiva de WDR y NRD. Este narco serbio estaba en lo más alto de un clan de narcotráfico dedicado a la cocaína, y conocía el funcionamiento de otras organizaciones. Pocas veces salen a la luz estos casos de infiltrados que acaban siendo detectados porque es responsabilidad de la policía ofrecer todas las garantías para que estas personas no acaben como Aleksandar K. Lo que está claro es que este serbio fue torturado brutalmente por un motivo relacionado con los datos que él conocía perfectamente.
Si se cometió en Marbella es porque se trataba de una mafia del máximo nivel, como la mayoría que andan por esta zona. Lo que se sabe gracias a la información de los medios alemanes es que gracias a los informes del narco serbio la policía avanzó muchísimo en procesos judiciales en vigor. Se creía en un principio que este homicidio guardaba relación con las luchas entre los clanes Kavac y Skaljari de Montenegro al ser serbia la víctima, pero no guarda relación.
Estos clanes dedicados al narcotráfico se han asesinado en Viena, Corfu, Kotor, Pogdorica, y por supuesto Marbella, pero se sospecha más de luchas entre organizaciones criminales alemanas ya que Aleksandar tuvo mucha influencia en Frankfurt. Y eso da una pista de a qué escala de narcotráfico se habla aquí. La ciudad por la que discurre el río Meno y donde está situada la principal bolsa de valores alemana también ha ascendido en importancia para el narcotráfico internacional. En otra investigación de MDR tras la filtración de expedientes judiciales se pudo conocer que el Cartel de Sinaloa realizó negocios con 3 hombres del clan Forastefano-Abbruzzese de la Ndrangheta en la ciudad alemana. Esa organización de la mafia calabresa tiene su base en el municipio de Cosenza de Cassano allo Ionio, una localidad de unos 19.000 habitantes. Ese clan calabrés también tiene presencia en España, y precisamente en Alicante se detuvo a un importante fugitivo. Da idea del tipo de mafias que está presente ahora en Alemania.
Por ello se utilizó información que proporcionó Aleksandar K. para otras investigaciones en Alemania. Fue el caso del abogado penalista alemán Benjamin Dörr (46) que fue condenado por un Tribunal regional de Frankfurt a 7 años y 9 meses de prisión por liderar una organización criminal que transportaba marihuana y otras drogas desde Barcelona a Frankfurt. Lo pudo hacer porque creó una empresa tapadera de transporte que camuflaba todos los envíos. Gracias al hackeo de encrochat y otros sistemas encriptados se descubrió que Benjamin, por culpa de sus adicciones, fue poco a poco entablando relaciones comerciales con sus clientes que ya eran narcotraficantes importantes. Eso le hizo entrar en un círculo en el que al final le hizo ser el capo de una nueva organización criminal. Los mensajes encriptados demuestran que les faltó poco para conseguir organizar un alijo de cocaína.
A día de hoy la muerte de Aleksandar K sigue sin culpables, como una gran mayoría de ajustes de cuentas en España.