Entre sus edificios históricos y masas de turistas, el centro de Madrid esconde una muralla de origen árabe. O mejor dicho: lo poco que queda de ella. A principios de año, el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida aprobó por fin un plan para recuperar los restos "en un ejercicio de justicia histórica". Para ello, expropiará a los dueños privados de seis solares donde se encuentran vestigios de la muralla.
En un principio, Cibeles calculó que debía pagar 9,49 millones de euros para quedarse con estos terrenos. El delegado de Urbanismo, Borja Carabante, reveló en la última comisión del Área que la gestión saldrá más cara: "Se va a incrementar, ya estamos en torno a los 10,6 millones de euros".
El objetivo es levantar sobre las fincas nuevas zonas verdes para que los madrileños puedan conocer este trozo del pasado árabe de la capital española. En una de estas calles se construirá, además, un centro de divulgación sobre la histórica cerca.
De Mohamed I a la ruina
Cuando se pusieron las primeras piedras de la valla, a Madrid se la conocía como 'Mayrit'. Fue Mohamed I quien comenzó a construirla para defenderse de los reyes cristianos. Con la Reconquista y tras pasar la Villa de Madrid a la Corona de Castilla, la muralla se fue ampliando y sirvió de cobijo a los nuevos barrios surgidos tras la expulsión de los musulmanes.
Su declive comenzó siglos después, con la llegada de los Austrias. Como Felipe II quería moldear una ciudad moderna, la vieja muralla fue olvidada y prácticamente demolida. Al parecer, según recuerda el propio Ayuntamiento, "dificultaba el crecimiento de una nueva e incipiente urbe".
De todo aquello puede verse, a día de hoy, un tramo de 120 metros de longitud en el parque del Emir Mohamed I, muy cerca de la Catedral de Almudena.
Las seis parcelas privadas
¿Para que sirve el plan especial? Gracias al gran acuerdo del anterior equipo de Gobierno -PP y Cs- con Patrimonio, los propietarios y la mayoría de grupos políticos se podrá catalogar los elementos protegidos.
Las seis fincas privadas se encuentran en el número 21 y 13 de la calle Escalinata, en el 11 de la calle Almendro, en la calle Almendro con Cava Baja, en el 5 de la Cuesta de Ramón y en Cava Baja 20.
Según Antonio Giraldo, responsable de Urbanismo del PSOE en la capital, los planes del Consistorio dan solución a unos propietarios que "estaban maniatados" al no poder hacer nada con sus terrenos. "No había edificación (lucrativa) compatible con su conservación. Y así han pasado dos décadas".
Hacerse con las seis parcelas, por su puesto, tiene un precio. En un informe emitido en diciembre de 2022, la Dirección General de Gestión Urbanística cifró las expropiaciones en un total de 9.492.321,51 euros. A ello hay que sumarle el coste de urbanizar y acondicionar las zonas verdes.
Con esta actuación se protegerá un área total de 300.873,50 metros cuadrados de muralla, frente a los más de 25.000 m2 protegidos actualmente.
1,1 millones de euros más
La idea era aprobar el planeamiento y la realización de los trámites de las expropiaciones entre 2023 y 2024. Y después, en 2025, acondicionar las parcelas y recuperar los tramos de muralla. En los presupuestos de Martínez-Almeida para el año que viene, sin embargo, no aparece ninguna partida para hacerse con los terrenos.
El propio Giraldo preguntó por ello a Carabante en la comisión de Urbanismo de la semana pasada. El concejal detalló que los servicios técnicos municipales ya están definiendo el proyecto de expropiación. Cuando esté listo, se someterá a información pública y se elevará a Junta de Gobierno, que dará el 'ok' definitivo. Sólo entonces -explicó el responsable del Área- es posible presupuestar la partida.
Además, Carabante desveló que la valoración inicial se había quedado antigua. De los 9,49 millones previstos se pasará a unos 10,6 millones. El delegado no argumentó por qué había subido la tasación. La respuesta se encuentra entre la documentación del expediente del plan especial y, entre otras razones, entran en juego los análisis de mercado sobre transacciones reales.
"Es importante hacerlo cuanto antes", publicó este lunes Giraldo a través de su cuenta de la red social X (antes Twitter). "Pensad que, en una empresa privada, cuando se concede una licencia, lo primero que hay que hacer es ejecutar, porque esperar es perder dinero. Un Ayuntamiento debería ser mucho más diligente, porque nadie les obliga a hacerlo inmediatamente, pero cuanto más se tarde, más dinero nos costará a todos", señaló.
El Consistorio ha rechazado la enmienda de Giraldo que pedía incluir en las cuentas de 2024 (que se aprobarán este viernes) una partida para estas expropiaciones. En cualquier caso, el concejal socialista sí que se muestra conforme con el contenido y los objetivos del plan para rescatar la muralla. A su juicio, se trata de un "documento soberbio" y "extraordinariamente" documentado.