El Ibex 35 ha firmado su peor semana desde últimos del pasado julio. El selectivo de la Bolsa española ha cedido un 2,34%, hasta los 9.858,3 puntos, afectado por las perspectivas de que las bajadas de tipos tardarán más en llegar de lo que, en principio, esperaban los mercados.

De esta forma, el índice español ha vuelto a niveles de noviembre, cuando estaba inmerso en un rally alcista que abarcó los dos últimos meses de 2023 y que encumbró al selectivo a un máximo de 10.258,1 puntos -una cota que no se veía desde 2018-. Entonces, los mercados celebraban la posibilidad de que las tasas de referencia comenzasen a bajar en marzo.

Sólo en la sesión de este viernes el descenso ha sido del 0,22%. Y ello a pesar de que el Ibex 35 había comenzado el día al alza. 

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Meliá (+1,82%), Telefónica (+1,45%) y Rovi (+1,2%) han liderado las subidas del índice. Por el contrario, las mayores caídas han sido las de Unicaja (-4,85%), Solaria (-2,15%) y Endesa (-2,07%).

Grifols ha vuelto a ser protagonista esta semana. La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings ha mantenido el rating de la compañía en 'B+', pero ha avisado de que un nuevo informe con de Gotham City Researchpodría afectar negativamente a su acceso a los mercados de capitales de deuda a corto plazo.

Por otro lado, y tal y como ha adelantado Bloomberg, La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha solicitado información adicional a Scranton Enterprises, el segundo mayor accionista de la compañía de hemoderivados, al poseer el 8,67% de su capital social.

La preocupación sobre la situación de la compañía ha llegado hasta el Banco Central Europeo (BCE). Según publicó Reuters este jueves, la institución se habría puesto en contacto con varias entidades prestamistas de Grifols para recabar datos sobre su exposición a la farmacéutica.

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Desde el pasado martes, cuando el mencionado informe vio la luz, los títulos de Grifols acumulan un desplome del 42,2%. En medio de dichas bajadas, el fondo Millennium ha vuelto a abrir una posición corta sobre la compañía.

Las principales bolsas europeas han despedido en rojo una semana ya de por sí negativa. Frente a los descensos de la renta variable del Viejo Continente, destacaban las subidas de Wall Street.

Tipos de interés

Los principales índices del parqué neoyorquino se jugaban sufrir un nuevo traspié semanal, divididos entre los positivos resultados empresariales -como los de los microchips- y los comentarios de algunos miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) sobre los tipos de interés.

Christopher J. Waller, uno de los miembros del banco central estadounidense, señaló hace unos días que si la primera economía del mundo se mantenía en el estado actual no había razones para recortar los tipos de interés tan rápido.

La economía estadounidense "apenas varió o no registró cambios" desde noviembre, según el Libro Beige de la Fed, documento que proporciona una evaluación de la economía detallada por los 12 bancos centrales regionales del país y que fue publicado este miércoles.

Por su parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, consideró durante una intervención en Davos que, en ausencia de cambios significativos en los datos, resulta probable que las bajadas de los tipos de interés comiencen en verano.

Según las actas de la reunión que en diciembre mantuvo el también regulador bancario, la institución no baraja aún recortes de tipos en la medida en que, aunque la lucha contra la inflación no ha concluido.

Los expertos de Renta 4 consideran que “no hay prisa por bajar tipos en un contexto en que la economía resiste mejor de lo esperado y no se vislumbra el objetivo de inflación del 2% a corto plazo”.

Durante las últimas sesiones, y ante la perspectiva de que los tipos de interés se mantengan en niveles elevados, la rentabilidad de la deuda pública se ha incrementado.

Así, la rentabilidad ofrecida por el bono estadounidense a 10 años ha superado el 4%. El del bono alemán al mismo plazo -la referencia en la eurozona- se situaba en el 2,28%, mientras que el del español se acercaba al 3,3%, un porcentaje no visto desde mediados del pasado diciembre.

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“Todo parece indicar que los inversores comienzan a asimilar que los bancos centrales, si bien rebajarán sus tipos de interés de referencia este año, comenzarán a hacerlo más tarde y, probablemente, en menor medida de lo que han venido descontando hasta hace poco los mercados”, indican los analistas de Link Securities.

Esta semana también han repuntado los precios del petróleo. El crudo se ha visto impulsado por los temores de los inversores ante las tensiones políticas globales, como la crisis en el mar Rojo -donde los hutíes del Yemen están atacando navíos mercantes en represalia por la guerra en Gaza- o la guerra en Ucrania.

Del petróleo al bitcoin

La situación en el mar Rojo, una de las principales vías marítimas para el transporte de mercancías entre Oriente y Europa, puede provocar un aumento de los precios debido a que muchas empresas navieras han optado por atravesar el extremo sur de África para llegar al mercado europeo. Esto supone un importante coste adicional, así como más días de navegación.

Con todo, el precio del petróleo Brent, la variante de referencia en Europa, subía un 0,84% desde el lunes y alcanzaba los 79 dólares por barril. El estadounidense West Texas sumaba un 1,57% en el mismo plazo, hasta los 73,8 dólares.

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Por el contrario, el bitcoin volvía a caer esta semana, la primera completa desde que Estados Unidos aprobó los fondos cotizados respaldados por esta criptodivisa. El descenso acumulado desde que la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) dio el ok a estos productos -el 10 de enero- es del 10%.

De esta forma, el activo digital más famoso del mundo se sitúa en torno a los 41.435 dólares, mínimos desde mediados del pasado diciembre.