Deutsche Bank prevé que la economía española crezca un 2,5% en 2023 y que el aumento del Producto Interior Bruto (PIB) se reduzca al 1,4% el próximo ejercicio. La estimación de este año coincide con la del Gobierno, mientras que la del próximo es seis décimas inferior.
A pesar de ello, la entidad alemana subraya que España se comportará mejor que el conjunto de la zona euro, donde el endurecimiento de las condiciones financieras está pasando sobre la actividad.
Según sus previsiones, el PIB en la zona euro crecerá en torno al 0,7%, de media, en 2023. La cifra es la misma para 2024, pues esperan que “la actividad económica siga siendo moderada, si bien el aumento de la renta real disponible será un factor estabilizador”.
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Por su parte, la economía de Estados Unidos se mantendrá resistente, con un crecimiento del 2,3% en el conjunto de 2023. No obstante, estiman una ralentización hasta el 0,8% en el próximo ejercicio. Asimismo, esperan que el PIB de China se expanda un 5,2% y un 4,7%, respectivamente, este ejercicio y el siguiente.
En este contexto, esperan "un año de más bajo crecimiento, pero no de recesión, con inflaciones a la baja pero lejos del 2%. Los bancos centrales bajarán los tipos, pero probablemente más tarde de lo que ha empezado a descontar el mercado", ha indicado Rosa Duce, chief investment officer de Deutsche Bank en España.
Así, anticipan que la inflación en la eurozona se situará en el 2,9% en 2024 y que la de Estados Unidos se sitúe en el 2,8%. De esta forma, la escalada de los precios todavía se mantendrá por encima de la meta del 2% fijada por el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed).
Por eso, en la entidad alemana estiman que los tipos de interés se mantendrán sin cambios durante el primer semestre de 2024. Las bajadas llegarán en verano. Esperan que alcancen los 75 puntos básicos, tanto en el caso del BCE como en el de la Fed, en el cómputo total del año.
Buen año para la renta fija
En este contexto, Deutsche Bank considera que la mejora de prevista de las condiciones crediticias a finales de 2024 beneficiará al crédito investment grade en dólares, mientras que el entorno económico más benigno favorecerá al crédito investment grade denominados en euros.
“Los bonos de alta calidad ofrecen para los inversores una posición muy atractiva y bastante difícil de rechazar en este momento”, ha indicado Alejandro Vidal, head investment manager del banco en España.
Más allá de 'Los siete magníficos'
De esta forma, apuestan por los bonos corporativos de alta calidad y, en menor medida, también por los bonos soberanos de alta calidad. Por el contrario, se mantienen neutrales respecto a las bolsas. Hasta hace dos semanas optaban por infrapoderarlas.
En el mercado de renta variable abren los ojos “un poco más allá de 'Los siete magníficos'” como se conoce al grupo formado por Amazon, Apple, Microsoft, Meta, Tesla, Nvidia y Alphabet. A pesar de ello, invertir en estas compañías “sigue siendo una estrategia clara” para la entidad, ha puntualizado Duce.
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La entidad alemana cree que es probable que las bolsas sigan muy influidas por la evolución de la renta fija. “En general, a largo plazo, la caída de los rendimientos de los bonos debería ser favorable, en particular para las empresas de pequeña capitalización, afectadas por el aumento de los costes de financiación”, explican.
“Los valores sustitutivos de los bonos como las utilities, también deberían obtener mejores resultados, aunque probablemente habrá que esperar a que los bancos centrales den más señales de que iniciarán las rebajas de tipos”, añaden. Por ello, han mejorado su visión sobre las acciones europeas.
Bolsa española
Dentro de esa mejora, consideran que el comportamiento de la Bolsa española será similar al resto de los parqués del Viejo Continente, favorecida por el peso que en ella tienen las entidades bancarias.
En general, les gusta el sector financiero europeo al no pensar que los tipos de interés vayan a bajar agresivamente ni que la economía vaya a entrar en recesión. Además, el mercado nacional podría beneficiarse del comportamiento de los sectores de consumo, industrial y energético, para los que también tienen una visión positiva.
Oro, petróleo y euro
El giro de los bancos centrales también debería beneficiar al oro, opinan en Deutsche Bank.
Igualmente, respecto a los precios del crudo, esperan que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) continúen con sus recortes de producción, por lo que sitúan el precio de esta materia prima en torno a los 90 dólares por barril en 2024.
Asimismo, prevén que el euro se sitúe en torno a los 1,1 dólares a finales del próximo año.