Las nuevas emisiones de deuda ya le cuestan a España más de un 3,6%, máximos de la crisis del euro
Aunque la vida de la deuda pública es ahora mucho más amplia de lo que era hace 10 años, en septiembre descendió hasta los 7,82 años.
10 octubre, 2023 02:52El escenario de tipos más altos durante más tiempo impacta en las finanzas españolas. Según las estadísticas del Tesoro Público, la rentabilidad de las últimas emisiones de deuda alcanzó el 3,642% en septiembre. Se trata de niveles no vistos desde 2011, cuando la supervivencia del euro parecía pender de un hilo.
En enero, el coste de financiación de España se situaba por debajo del 3%, aunque desde mediados de 2022 ya se habían sucedido varios meses de escalada. Fue en julio de ese año cuando el Banco Central Europeo (BCE) decidió comenzar a subir los tipos de interés. Entonces, la rentabilidad de las nuevas emisiones era del 1,537%.
Desde que la institución europea emprendió el endurecimiento de su política monetaria, el interés ofrecido por las nuevas emisiones se ha más que duplicado. Exactamente, se ha elevado 2,1 puntos.
Aunque no al mismo ritmo, el tipo de interés medio de la deuda en circulación también se ha elevado: ha pasado del 1,602% en julio de 2022 al 2,050% en septiembre de 2023. En este caso, la rentabilidad superó el 2% en julio para alcanzar niveles no vistos desde 2019.
Las cifras ofrecidas por el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital no tienen en cuenta las rentabilidades de las últimas subastas. El Tesoro ya ha acudido en dos ocasiones al mercado este octubre: la primera para emitir letras a seis y doce meses y la segunda para subastar deuda a más largo plazo, incluida la reapertura de un bono verde.
Escalada de la rentabilidad
En un contexto de escalada de la rentabilidad de la deuda pública -hace unos días el bono español a 10 años llegó el 4% y el bund alemán, el 3%- el interés ofrecido por las letras escaló con fuerza.
La rentabilidad de las letras a seis meses alcanzó el 3,83% y la de las letras a doce meses, el 3,876%. En ambos casos se trata de máximos del verano de 2012.
En la segunda puja de octubre, el Tesoro emitió un bono verde cuya rentabilidad rozó el 4,5%, la más elevada desde que en 2021 comenzaron las subastas de deuda española sostenible.
Al mismo tiempo, el interés de los bonos del Estado a 5 años alcanzaron el 3,650% y el de las obligaciones con una vida residual de 9 años y 10 meses, el 3,985%.
Incremento "moderado"
Jakob Suwalski, director de calificaciones públicas y soberanas de Scope Ratings, espera que “los costes de endeudamiento de España aumenten debido a la subida de la inflación tras la pandemia y al endurecimiento de la política monetaria”. Sin embargo, considera que el incremento será "moderado", subraya.
En su opinión, entre los factores que contribuyen a que España tenga unos costes de financiación manejables se incluyen una estructura de deuda favorable, unos vencimientos largos, una proporción "modesta" de bonos indexados a la inflación, una propiedad estable -el Banco de España es el principal tenedor- y un colchón de depósitos sustancial, equivalente a aproximadamente el 12% del PIB.
[El bono español a 10 años alcanza el 4% y se acerca al nivel de 2013]
“Estos factores compensan los mayores costes de emisión y apoyan la sostenibilidad de la deuda pública”, apunta. Tal y como explican fuentes del Tesoro, el organismo que dirige Carlos Cuerpo “ya anticipaba la normalización de la política monetaria y para eso lleva trabajando varios años, para hacer la cartera más resiliente, especialmente en lo que al alargamiento de la vida media de la deuda se refiere”.
Cuanto más larga sea la vida media de la deuda, menor es el riesgo de financiación. Por ejemplo, España tiene que refinanciar cada año un 13% de su cartera. Por eso, entienden fuentes de Economía, este repunte del conste “tiene un impacto más suavizado”.
Vida e intereses
Pero aunque la vida de la deuda pública es ahora mucho más amplia de lo que era hace 10 años, en septiembre descendió hasta los 7,82 años. Se trata de mínimos de 2020. De hecho, la duración de los bonos y letras del Tesoro lleva en continuo descenso desde que en abril de 2022 alcanzó el máximo de 8,15 años.
Al mismo tiempo, la deuda del Estado en circulación -aquella que no tiene en cuenta la de comunidades autónomas ni entidades locales-, se ha elevado hasta los 1,38 billones de euros. En los registros del Tesoro, que comienzan en 2002, no consta una cifra más elevada.
Desde el departamento que dirige Nadia Calviño también defienden que, a pesar del mayor coste de financiación, el Tesoro cumplirá con lo previsto en los Presupuesto Generales del Estado: los intereses de la deuda no superarán los 31.000 millones de euros en 2023.
“El acceso al mercado sigue siendo muy sólido y muy diversificado”. Es cierto que en otros episodios de turbulencias la prima de riesgo de España -el sobrecoste que el país debe asumir para financiarse respecto a Alemania- se ha elevado con fuerza.
Sin embargo -y aunque el lunes el diferencial superó los 110 puntos básicos por primera vez desde el pasado mayo-, en lo que va de año se mantiene relativamente estable en el entorno de los 100 puntos básicos.
Si se compara con otros países del entorno, la prima de riesgo de Italia se sitúa ligeramente por debajo de los 200 puntos básicos, pero la de Portugal ha pasado de los 103 puntos básicos con los que empezó el año a los 75 actuales.