La bolsa europea retrocede a niveles de marzo ante la "competencia" que supone una deuda en máximos
Con el bono de EEUU cerca del 4,8%, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq han retrocedido a niveles de la pasada primavera.
4 octubre, 2023 02:30Las bolsas europeas han vuelto a mínimos de marzo, cuando los problemas de Credit Suisse, además de la crisis bancaria de Estados Unidos, causaban estragos en los parqués del Viejo Continente. Mientras tanto, la rentabilidad de la deuda pública ha vuelto a situarse en niveles no vistos en más de una década.
Si la deuda pública -que cuenta con la seguridad de los Estados- ofrece mayores rendimientos a los inversores, la renta variable -con mayor riesgo- pierde atractivo. “En la segunda mitad de este año la renta fija es el es un competidor tremendo”, explicaba hace unos días Juan Barriobero, gestor de DWS, en una conversación con EL ESPAÑOL-Invertia.
Que “el bono estadounidense esté al 4,7% y un depósito de casi el 4% hace que la gente tenga poco interés en bolsa”, subrayaba. En este contexto, el Stoxx 600 -el índice bursátil compuesto de las 600 principales compañías por capitalización bursátil europeas- ha retrocedido a niveles de marzo. Ahora en la zona de los 440 puntos, ceder el nivel de los 425 supondría marcar nuevos mínimos anuales.
La situación del Euro Stoxx 50 -en el que cotizan las 50 compañías europeas de mayor tamaño- es similar. También ha retrocedido a niveles de hace siete meses (3.800 puntos) y sólo le separan unos 300 puntos de tocar el nivel más bajo de 2023.
Si se tienen en cuenta los principales índices nacionales, el Dax alemán también ha caído a mínimos de marzo tras perforar los 15.100 puntos, como sucede con el Cac 40, que cedido los 7.000 enteros.
Al mismo tiempo, el Ibex 35 ha retrocedido a niveles de junio, como el FTSE MIB italiano; mientras que el FTSE 100 británico ha borrado las ganancias que acumulaba desde septiembre.
La racha negativa se inició hace tres semanas, coincidiendo con la reunión de septiembre del Banco Central Europeo (BCE) en la que la institución decidió elevar los tipos de interés -hasta el 4,5%- y, aunque dejó la puerta abierta al fin de las subidas, advirtió de que los tipos permanecerán altos durante un largo periodo de tiempo.
Pocos días después la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) optó por no incrementar el precio del dinero -se sitúa en la horquilla de entre el 5,25% y el 5,5%-, pero redujo sus previsiones de recortes para los dos próximos años.
Ese escenario de que los bancos centrales mantendrán los tipos de interés en niveles altos, y por un tiempo más prolongado del que había previsto el consenso del mercado, ha provocado que el coste de la deuda tanto en Europa como en Estados Unidos se haya incrementado.
'Halcones' de la Fed y el BCE
Aunque esta semana arrancó con los intereses de la deuda más relajados, este martes volvieron a subir, después de que algunos miembros del banco central estadounidense dejaran la puerta abierta a nuevas alzas de los tipos en la reunión de noviembre.
Uno de ellos ha sido la presidenta del Banco de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester, quien el lunes declaró que lo más probable es que la institución no haya terminado de subir las tasas de interés debido a las continuas presiones inflacionistas.
Los miembros del BCE también se han pronunciado en ese sentido. El último en hacerlo, este martes, ha sido el Toumas Valimki, miembro del Banco de Finlandia y sustituto de Olli Rehn en el Consejo de Gobierno de la institución europea. En su opinión, el BCE ha hecho lo suficiente por ahora para combatir la inflación, pero no puede descartarse una nueva subida de los tipos de interés más adelante.
La postura de los responsables de política monetaria a favor de un mayor endurecimiento provocó que la rentabilidad del bono alemán a 10 años se situase en el 2,97%, algo que no ocurría desde julio de 2011.
[El bono español a 10 años alcanza el 4% y se acerca al nivel de 2013]
La deuda española a mismo plazo llegó al 4,078% por primera vez desde enero de 2014, mientras que la italiana alcanzó el 4,975%, máximos desde 2012.
El movimiento no se limita a la deuda europea. De hecho, más bien lo contrario: la escalada de la estadounidense es mayor, lo que provoca cierto efecto arrastre sobre los bonos europeos.
La rentabilidad de la deuda de Estados Unidos con un vencimiento a dos años -más sensible a las expectativas sobre los tipos de interés- sigue por encima del 5,1%. Si el interés ofrecido alcanza el 5,18% llegará a cotas no vistas desde julio de 2006.
La rentabilidad de los bonos a 10 años roza el 4,8%. Se trata del porcentaje más elevado desde agosto de 2007. Al mismo tiempo, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq han retrocedido a niveles de la pasada primavera.