La UE pide poderes especiales para obligar a recortar el consumo de gas a los Estados
Von der Leyen presenta este miércoles el plan de contingencia para hacer frente al chantaje energético de Putin.
20 julio, 2022 03:17Noticias relacionadas
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Bruselas quiere dotarse de nuevos poderes de emergencia con el fin de imponer a todos los Estados miembros un objetivo obligatorio de reducción del consumo de gas si Rusia corta totalmente el suministro en los próximos días. Un recorte vinculante de demanda que obligaría incluso a los países menos dependientes del gas ruso, como España.
Esta es la principal novedad del plan europeo de contingencia que presenta este miércoles la Comisión de Ursula von der Leyen para hacer frente al chantaje energético del presidente Vladímir Putin por el apoyo de la UE a Ucrania. Un cierre total del grifo de gas por parte del Kremlin provocaría un recorte de 1,5 puntos en el PIB de la UE y amenaza con hundir de nuevo al bloque en recesión.
"En caso de más problemas de suministro, o de un corte total, Europa debe estar preparada. Siguiendo el espíritu de solidaridad y cooperación europeas, la UE tiene que garantizar que el gas fluya hacia donde más se necesita, protegiendo tanto a nuestros clientes domésticos como a nuestros puestos de trabajo y la economía en su conjunto", reza el plan, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia.
La Agencia Internacional de la Energía acaba de activar la señal de "alerta roja" y reclama a la UE acelerar los preparativos para un "largo y duro invierno". Moscú ya ha cortado o restringido el suministro a una docena de Estados miembros: Alemania, Italia, Polonia, los Bálticos, Dinamarca, Eslovaquia, Austria o Países Bajos.
Desde mediados de junio, la llegada de gas a través de Nord Stream 1 -una de las rutas más importantes de importación a la UE- ha caído un 60%. Ahora el gaseoducto está cerrado por completo por trabajos de mantenimiento, que en teoría concluyen el 21 de julio. Pero los dirigentes europeos temen que el Kremlin nunca volverá a restablecer el suministro.
Aunque la dependencia del gas ruso ha caído del 40% al 20% en un año, la UE todavía no dispone de alternativas suficientes para cubrir el resto.
Ante esta situación de riesgo extremo, la Comisión propone un reglamento en el que se fija, de forma inmediata, un objetivo voluntario del 15% de reducción del consumo de gas en los próximos ocho meses. Esta recomendación se dirige a todos los Estados miembros, independientemente de su dependencia de Rusia.
"Sería significativamente menos costoso maximizar el potencial de sustitución y empezar a reducir la demanda de gas natura ahora y a un ritmo moderado gracias a un plazo más largo que tener que racionar drásticamente la demanda de forma repentina durante el periodo de más consumo (el invierno) y sin una preparación adecuada", alega el Ejecutivo comunitario.
Pero además, el propio reglamento contempla un mecanismo que da poderes a Bruselas para imponer a los Gobiernos europeos una reducción obligatoria (cuya talla no aparece en el documento y se concretará este miércoles) si la situación así lo exige en las próximas semanas o meses. Por ejemplo, en caso de un corte total del gas por parte de Rusia.
La base legal de la norma es el artículo 122 del Tratado, que no requiere del visto bueno de la Eurocámara, sino únicamente de un acuerdo entre los Veintisiete.
El Ejecutivo comunitario pretende que el reglamento se apruebe en la reunión extraordinaria de ministros de Energía que se celebra el 26 de julio, de forma que esté operativo para la temporada otoño-invierno.
En la Comisión admiten que lo más difícil será convencer de estos recortes a los países menos dependientes del gas ruso, como España. Al mismo tiempo, destacan que se trata de una cuestión de solidaridad europea. Incluso para España, el impacto económico de la crisis será menor con una respuesta europea unificada, aducen.
El resto de propuestas incluidas en el plan de contingencia de Bruselas no tiene carácter vinculante. El Ejecutivo comunitario recomienda a los Estados miembros limitar la calefacción a 19 grados y el aire acondicionado a 25 grados en los edificios públicos.
Los Gobiernos europeos deben acelerar el despliegue de energías renovables y posponer el cierre de plantas nucleares siempre que ello sea posible. Además, Bruselas da luz verde a la reapertura de centrales de carbón (una medida que ya han anunciado países como Alemania o Países Bajos), cuyas emisiones quedarán exentas de los topes impuestos a las instalaciones industriales.
Finalmente, el Ejecutivo comunitario plantea ofrecer compensaciones a aquellas industrias que decidan reducir voluntariamente el consumo de gas.