Un encuentro de alta tesión en el que se estudiaron todos los detalles de una propuesta que nunca fue bien acogida por los responsables del banco alicantino. Ni por el canje ofertado ni por las formas con las que se planteó. Quizá por ello uno de los letrados del despacho de abogados Uría que asistía a los consjeros, les pidió que la decisión que adoptaran fuera "racional y no emocional". 

No sólo eso. Según ha podido constatar EL ESPAÑOL, el abogado les insistió una y otra vez en la necesidad de que la decisión debía responder a criterios "profesionales, técnicos y en interés de los accionistas. Pero, a la vez, de forma subsidiaria, en defensa de los clientes y empleados" del Sabadell. 

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A partir de ahí comenzaba una dura discusión de un consejo que se debatía entre sentarse a negociar con BBVA o mantenerse en solitario. ¿La decisión final? Mantener el banco a flote y rechazar la oferta del banco presidido por Carlos Torres por considerar que "infravalora" a la entidad alicantina. Es el segundo 'no' en cuatro años.

"El consejo considera que la propuesta infravalora significativamente el proyecto de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente. El consejo confía plenamente en la estrategia de crecimiento de Banco Sabadell y en sus objetivos financieros, y es de la opinión de que la estrategia de Banco Sabadell como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas". Se puede decir más alto, pero no más claro, y así lo indicaron en la Información Privilegiada enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

Era el sentir generalizado en una decisión que fue adoptada en lo que fuentes conocedoras consideran una "decisión rotunda". No sólo eso, explican también que el presidente Josep Oliu también dejó a un lado cualquier tipo de interés personal.

Despejan así las dudas surgidas en los últimos días de que hubiera podido preferir una vicepresidencia en el BBVA antes que mantenerse al frente de la nave -algo para lo que, en todo caso, BBVA habría tenido que modificar sus estatutos del consejo, que limitan a 75 años, la edad actual de Oliu, el máximo para formar parte-.

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El rechazo de Sabadell se refiere a la oferta planteada por BBVA, que propone un canje de acciones de una del banco azul por 4,83 títulos del vallesano, lo que en la práctica implica una prima del 30% sobre el valor de las acciones de Sabadell del pasado 29 de abril, última sesión en la que su precio no se vio afectado por la noticia de la fusión.

Un diferencial que ha quedado muy reducido con el paso de los días, en los que la cotización de Sabadell se ha disparado por el propio efecto del anuncio de la propuesta de BBVA. En estos momentos esa prima supondría más bien algo menos de un 8%, como informa este martes EL ESPAÑOL-Invertia.

La encrucijada de BBVA

Ahora la pelota ha pasado al tejado de BBVA. El banco azul se encuentra en una encrucijada, asediado por las tres únicas opciones que se le presentan: mejorar la oferta, lanzar una opa hostil o desistir de su interés en Sabadell.

En primer lugar, BBVA podría decidir mejorar su propuesta. No en vano, el rechazo del consejo de administración de Sabadell se refiere únicamente al planteamiento recibido hace una semana por parte del banco azul, por lo que es difícil aventurar qué podría pensar sobre una oferta más atractiva.

Montaje de los logos de BBVA y Sabadell. Diseño E. E.

En su comunicado, el consejo de Sabadell considera que su estrategia "como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas". Estas palabras no rechazan cualquier propuesta de BBVA, aunque está claro que apuestan por un futuro de la entidad en solitario.

Es por eso que BBVA podría optar por lanzar una opa hostil, un tipo de operación que no es nada común en el sector bancario español. Esta opción implicaría actuar contra la voluntad del consejo de administración de Sabadell y dirigirse directamente a sus accionistas para intentar hacerse con el control de la entidad.

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Hay que recordar que Sabadell no cuenta con un núcleo duro de accionistas con fuerte vocación de continuidad que pueda salir a su rescate. Entre las filas de sus mayores accionistas se encuentran fondos como BlackRock (3,6%), Dimensional Fund Advisors (3%) o Millennium (1%), así como el millonario mexicano David Martínez, que tiene casi un 3,5% del banco. 

La última de las opciones, desistir de su interés, tendría, quizás, un coste reputacional para BBVA. Este ya es el segundo intento del banco azul por hacerse con Sabadell y en el sector se asume que la entidad va a ir con todo para no fallar. Algunas voces consideran que la entidad no quedaría en buen lugar si, después de dejar escapar Sabadell hace casi tres años y medio cuando la operación era mucho más barata, permanece impasible ante un segundo rechazo.

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Por el momento, el siguiente paso de BBVA es una incógnita. Fuentes de la entidad se limitan al siguiente pronunciamiento: "Lamentamos que el consejo de Banco Sabadell haya rechazado una oferta tan atractiva".

Sus gestores tendrán que valorar ahora qué les merece más la pena. Seguir por las buenas con una mejor oferta, ir por las malas o parar aquí la, por el momento, torcida aventura que está suponiendo absorber Sabadell. En sus manos está ahora comenzar el siguiente juego.