La nueva financiación autonómica da los primeros pasos con la quita de deuda a Cataluña y al resto de las CCAA
Desde Hacienda consideran que el acuerdo no será posible entre territorios, sino sólo entre PSOE y PP.
31 diciembre, 2023 03:15Hace unas semanas se inició una nueva legislatura. Y, como siempre que comienza el ciclo político, uno de los principales objetivos del Gobierno de turno es la reforma de la financiación autonómica. La falta de acuerdo entre los grandes partidos y las autonomías ha impedido unos cambios que se resisten desde hace nueve años.
Sin embargo, este 2024 una posible nueva financiación autonómica dará los primeros pasos gracias a la quita de deuda pública que el Estado va a ejecutar sobre Cataluña y el resto de las comunidades autónomas.
Se trata de una condonación que se ha pactado dentro del acuerdo de investidura entre el PSOE y ERC. Una medida que finalmente el propio Pedro Sánchez confirmó en el Congreso y que compensará a las regiones por la deuda y el déficit que tuvieron que asumir por la crisis financiera de hace una década.
La única región que ya conoce a cuánto ascenderá la quita es Cataluña. A la Generalitat se le condonará un 20% de la deuda que tiene con el Estado, que equivale a unos 15.000 millones de euros.
Pese a estas proporciones, desde el Ministerio de Hacienda, que es el que va a comandar y llevar a cabo esta medida, aseguran que la aplicación de la condonación no va a ser homogénea en todas las regiones. Todo va a depender de los perjuicios sufridos durante la crisis de la década pasada.
Además, la condonación no sólo puede ser de deuda pública. El Estado también se ofrece a abonar deuda de las regiones con los mercados, que es el caso de Madrid. Y no se cierra la puerta a otras medidas.
Sumado a esto, se van a llevar a cabo los cambios legislativos para facilitar que todas las autonomías vuelvan a financiarse a los mercados. ¿La meta? Poder liquidar los mecanismos extraordinarios de liquidez como el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Plazos
En cualquier caso, estas iniciativas se van a comenzar a negociar en los próximos meses y se van a ejecutar conjuntamente. Además, tendrán que ser aprobadas por el Congreso de los Diputados. Es decir, que su ejecución no se llevará a cabo a corto plazo.
A partir de ahí, se viene el gran melón, el que las regiones quieren abrir cuanto antes: la reforma de la financiación autonómica.
El modelo de ya se sometió en diciembre de 2021 a un importante examen. Hace poco más de dos años el Ministerio de Hacienda mandó a las comunidades autónomas una suerte de reforma.
Una propuesta basada en una fórmula de población ajustada que no concitó ningún tipo de consenso entre las regiones. Sobre todo entre los territorios que representan, por un lado, a la España vaciada y por otro a las autonomías más pobladas.
El acuerdo en este campo, entre los territorios, parece imposible. Cada región exige que prevalezcan sus criterios y la solidaridad parece brillar por su ausencia.
Y todo ello pese a que las autonomías más infrafinanciadas (que con más urgencia reclaman la reforma) pertenecen a ambos bandos políticos (aunque tras las elecciones de este 2023, son mayoritariamente del PP, como el resto del mapa político autonómico). Hablamos de Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
En la situación actual, el propio Gobierno considera que un eventual acuerdo para la reforma de la financiación autonómica sólo será posible a través de un pacto político entre PSOE y PP escenificado por Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
Con todo, esta posibilidad parece remota en el contexto actual. Un escenario al que hay sumarle otro ingrediente: Cataluña. Cabe recordar que el PSOE pactó con ERC tratar la financiación de la región de manera diferenciada con la Generalitat.
Es decir, que el abordaje de la financiación de Cataluña se hará al margen del resto de comunidades de régimen común que forman el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Una negociación bilateral que todavía no ha comenzado pero que la Generalitat ya ha reclamado y a la que Sánchez ha dado luz verde.
Se trata de una situación que va a provocar nuevos choques autonómicos, también dentro del propio PSOE. Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y barón socialista, ya ha anunciado que denunciará los posibles tratos de favor a Cataluña que se puedan dar.
¿Las piezas disponibles permitirán completar un puzzle como el de la financiación autonómica? Quién sabe. Sólo decir que María Jesús Montero no parece muy optimista al respecto.