Si todo es más caro, ¿dónde recortar primero? Es la pregunta que se ha convertido en inevitable para los hogares andaluces a resultas de la inflación, un enemigo rápido para crecer, pero extremadamente lento para moderarse, tanto que ha obligado ya a tomar decisiones drásticas: un 45% de los ciudadanos de nuestra comunidad admite que consume menos pescado, aceite de oliva e incluso carne.

Recortan porque no hay más remedio. Los precios obligan, han respondido en el barómetro publicado por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra) este lunes una muestra representativa de la ciudadanía.

Del resultado se extrae que la dieta de los andaluces ha empeorado. A cierre de 2023, momento en que se realiza la encuentra, los alimentos están a nivel general un 7,2% más caros que el año anterior.

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Los alimentos, lo que más se encarece

Es la mayor subida que registra el Instituto Nacional de Estadística, que señala que en Andalucía lo que más se ha encarecido después de los alimentos son los restaurantes y hoteles (han subido un 5,7%), el transporte (4,2%), o las bebidas alcohólicas o tabaco (3,7%). Con menores subidas aparecen apartados como sanidad, muebles o vestido y calzado. 

El problema de la alimentación es especialmente grave porque no admite escapatoria: no se puede dejar de comer. Y en consecuencia han llegado los recortes para cerca de la mitad de la población. 

Un 44,8 por ciento de los andaluces asegura que en las últimas semanas ha reducido el consumo de algunos alimentos, principalmente de pescado fresco (30,1%) y aceite de oliva (28%), por su precio. Le sigue el recorte en carne (22,6%), y la verdura y fruta fresca (15,7%).

Aceite a más de 10 euros el litro

Entre los alimentos que más recortan los andaluces, el que más se ha disparado es sin duda el aceite de oliva. En diciembre estaba un 54% más caro, si se comparan los precios de este final de año con el mismo periodo del año anterior.

No es difícil encontrar la variedad virgen extra a más de 10 euros el litro en supermercados. Es una consecuencia directa de la sequía, agravada por el contexto inflacionista. 

El otro alimento cuya escalada ha sorprendido es la carne de cerdo. Se ha encarecido un 12%, de acuerdo con el INE, y es a día de hoy la variedad que más ha subido de precio: la ternera está un 4% más cara y el pollo, un 2%, por citar algunas de las más populares. 

Como con el aceite, en el caso del cerdo los problemas de producción explican que haya subido tanto. 

Finalmente, los precios del pescado fresco han repuntado un 4,3%. Que sea el producto donde más se recorte el consumo se explica por, en regla general, su coste más elevado. 

Problemas para echar gasolina y pagar facturas

Hacer la compra no es la única actividad golpeada por la inflación. Un 35,7% de andaluces ha tenido "dificultades" para llenar el depósito del vehículo; un 30,6% para pagar impuestos como el IBI o el IRPF y un 25,3% para abonar los suministros básicos, como agua, luz y gas.

Sobresale también que un 23,5% haya tenido problemas para costear el alquiler o la hipoteca de su casa.