Lo que se intenta impedir es que la población, sobre todo la que tiene menores ingresos, acabe tributando más por lo que se conoce como progresividad en frío. ¿Qué significa esto? Es registrar una subida salarial y saltar de tramo del IRPF, con lo que se tiene que pagar más a la Hacienda pública. 

Sin embargo, durante el pasado año, los salarios estuvieron muy lejos de compensar las subidas de precios, con incrementos salariales medios del 2,8% contra una inflación del 8,4% en 2022. Una pérdida de poder adquisitivo que el salto de tramo de IRPF acaba agravando. 

Ante esta situación, Andalucía, Canarias, Castilla y León, Galicia, Madrid, Murcia y Comunidad Valenciana han decidido deflactar (es decir, elevar la cantidad de ingresos que lleva a que se salte de tramo) la aplicación autonómica de este impuesto, sobre todo en los casos de menores ingresos, con efectos ya en 2022. Así lo recopila el último Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2023, elaborado por el Consejo de Economistas.

Con todo, las deflactaciones del IRPF se han formulado tomando como referencia los aumentos salariales, no la propia inflación. Así, por ejemplo, Madrid aplica una deflactación a todos los tramos del 4,1%. 

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La medida es más limitada en el resto de las regiones que aplican esta medida. Galicia y Murcia formulan las deflactaciones sólo a los tres primeros tramos (4,3%) y a los cuatro primeros tramos (4,1%), respectivamente.  

Esta iniciativa no es solo cosa de regiones del Partido Popular. Canarias ajusta en un 4,5%, 4,3%, 4% y 3,5% los primeros cuatros tramos del IRPF. 

Mientras, Comunidad Valenciana pasa el número de tramos de 10 a 11, con el fin de aplicar una mayor progresividad, y modifica las cuantías en los cinco primeros tramos. 

A estas medidas que aplican las regiones para evitar el impacto de la inflación se ha sumado el caso de Aragón, que ha rebajado el tipo mínimo del IRPF del 10 al 9,5%. Lo ha compensado elevando el máximo del 25 al 25,5%.

Gobierno central 

Cabe recordar que el Gobierno se ha negado en todo momento a aplicar una deflactación del IRPF, que sí han puesto en marcha las regiones citadas.

En este sentido, en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 se elevó de 14.000 a 15.000 euros el mínimo exento para declarar el IRPF y se amplió de 18.000 a 21.000 euros la reducción por los rendimientos del trabajo.  

Sin embargo, estas medidas no se aplican para la declaración de la renta de este año, sino para la que se hace en 2024. 

En cambio, por parte de la Administración Central, sí que hay ciertos alivios fiscales, como la deducción por maternidad que se amplía y se aplica con carácter retroactivo. Así, las madres que no cobraron esta ayuda en 2020, 2021 y 2022, bien por estar en ERTE o desempleo, en la declaración de este año podrán regularizar la situación y solicitarla.

Fiscalidad autonómica

En el análisis que hace el Consejo de Economistas también aborda otras cuestiones relativas a la fiscalidad autonómica, como la práctica supresión de Impuesto al Patrimonio en Andalucía y Madrid (y su bonificación al 50% en Galicia), aunque esta rebaja fiscal quedó inutilizada por el Impuesto de Solidaridad a la Grandes Fortunas del Gobierno central. 

Por otro lado, "en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, desde hace tiempo se produce una competencia fiscal a la baja cuando los contribuyentes son familiares cercanos del causante o del donante, utilizando para ello, en la mayoría de los casos, la regulación de bonificaciones o de importantes reducciones. Madrid amplía la bonificación también a hermanos, tíos y sobrinos, al igual que Canarias".

En cambio, en el impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas o de Actos Jurídicos Documentados, en general, "se ha intentado mitigar la caída de la recaudación, por la pérdida de vigor del sector inmobiliario", con un incremento de los tipos impositivos. 

Luego está la cuestión de los impuestos propios. Madrid ya ha derogado "los pocos que tenía". Sin embargo, varias regiones mantienen estas figuras, aunque cada vez están más arrinconadas. 

Impuestos propios

"Parece que se intenta racionalizar el universo de los impuestos propios con la creación de impuestos estatales cedidos a las regiones como el de residuos, unificando los que gravan el mismo objeto imponible, aunque, por otro lado, no se agota la imaginación para crear nuevas figuras impositivas", indica Agustín Fernández, presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF).

Con todo, alerta de que "la utilización de la capacidad normativa que tienen las autonomías en tributos cedidos ha producido 958 impactos normativos, de los cuales 317 corresponden al IRPF, sobre todo deducciones, aunque estas sólo reportaron a los contribuyentes un ahorro en 2020 de 498 millones de euros, un 0,47% de la recaudación total".