Pero ¿qué son los salarios reales? Si el salario nominal es aquel que el trabajador recibe en su cuenta corriente, el salario real se refiere a los bienes y servicios que el trabajador va a ser capaz de comprar. Es decir, que indica el poder adquisitivo de una persona. 

Un estudio de UGT apunta que desde 2020 el salario real de los trabajadores se encuentra en números negativos. Y un año antes, en 2019, estuvo prácticamente estancado, con un crecimiento del 0,3%. 

La caída comenzó en 2020, el año de la irrupción de la Covid, cuando los salarios reales se redujeron un 0,9%. El declive continuó en 2021, con una rebaja del 1,6%. 

Sin embargo, el mayor desplome se está produciendo en este 2022, por el incremento constante de los precios y la escasa subida de los sueldos por convenio (está en el 2,6%). UGT estima un descenso de los salarios reales del 5,7% para este año. 

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En este contexto, para el sindicato "no es de extrañar" que el peso de las retribuciones salariales sobre el total de costes de producción se haya reducido notablemente en los últimos años. Concretamente, el peso de las retribuciones salariales sobre el Valor Añadido Bruto (VAB) de este año es el más bajo desde 2009. 

Por ello, para UGT, los salarios "no están produciendo efectos de segunda ronda" sobre la inflación, en tanto que sus incrementos están siendo bastante inferiores a los experimentados por el nivel general de precios. Al contrario, están siendo un factor de control de la inflación, que, en la actualidad, está siendo alimentada por el aumento de beneficios de las empresas".

Coste salarial

Los datos de costes salariales del tercer trimestre del Instituto Nacional de Estadística (INE) insisten en la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. La estadística indica que, en cómputos totales, el coste salarial que pagan las empresas se ha elevado un 4% respecto al mismo periodo de 2021, menos de la mitad de lo que ha crecido la inflación en el mismo plazo. 

Sin embargo, si se observa el coste salarial por hora trabajada, el incremento es mucho menor y se queda en el 3%.

Además, la variación del número de horas efectivas trabajadas es solo del 1% respecto al mismo trimestre del año anterior. "Eliminando este efecto y el de calendario, el coste laboral por hora apenas crece un 1,7%", aseguran desde el sindicato UGT.