Los vestigios del Imperio romano siguen saliendo a la luz casi a diario. Un equipo de arqueólogos serbios ha descubierto los restos de un arco triunfal del siglo III d.C. dedicado al emperador Caracalla. Los cimientos hallaron el pasado mes de diciembre en el yacimiento de Viminacium, una antigua ciudad cerca de la moderna localidad de Kostolac, a unos 70 kilómetros al este de Belgrado. Se trata de una de las escasas construcciones de este tipo documentadas en la región de los Balcanes.
Miomir Korac, el director de los trabajos arqueológicos, ha explicado que el descubrimiento se realizó durante la excavación de la calzada principal de Viminacium, que fue la capital de la provincia romana de Mesia Superior. "Es el primer arco triunfal de este tipo en esta zona. Puede fecharse en las primeras décadas del siglo III d.C.", ha explicado el investigador a la agencia Reuters.
Viminacium, cuya ocupación se extendió entre los siglos I y VI d.C., se fundó como un campamento militar durante la expansión del Imperio romano por los Balcanes. Situado en un lugar estratégico dentro del sistema defensivo del limes y en la red de comunicaciones, se convirtió en una pujante ciudad con hipódromo, fortificaciones, un foro, templos, un palacio, acueductos, un anfiteatro, grandes baños y talleres en la que se calcula que vivieron hasta 45.000 personas.
El yacimiento es único en muchos aspectos, pero sobre todo por el número de tumbas que se han identificado: más de 13.500. En ellas incluso se ha podido identificar uno de los escasísimos cadáveres de legionarios romanos, un soldado de veintitantos años. Sus restos mostraron que el simple hecho de llevar la armadura y el equipo habían dejado marcas de presión en diversos huesos, como los omóplatos y la pelvis.
Miomir Korac ha explicado que cuando hallaron los cimientos cuadrados hechos de enormes piezas de piedra caliza no dudaron ni un momento de que se trataba de un arco triunfal. Durante las excavaciones se logró recuperar un fragmento de una losa de mármol con una inscripción en la que se leía "CAES/ANTO" relacionada con el monumento. Es decir, la prueba de que estaba dedicado al emperador Marco Aurelio Severo Antonino Augusto, más conocido como Caracalla, que según el arqueólogo Mladen Jovicic se cree que fue nombrado princeps en Viminacium.
Hijo de Septimio Severo, Caracalla, que asesinó a su hermano Geta para alcanzar el poder en solitario, gobernó el Imperio romano entre los años 198 y 217. Aunque siempre fue admirado por los legionarios, le dio muerte uno llamado Julio Marcial, apuñalándolo con su daga mientras el emperador orinaba aprovechando un alto en el camino hacia Carras, en la actual Turquía, acompañado de algunos jinetes de su confianza.
"Esperamos encontrar más piezas. Hasta ahora hemos documentado un pilar finamente elaborado y vigas, pero nos gustaría descubrir más cosas a raíz de la inscripción en el arco", ha señalado Jovicic. Las excavaciones en Viminacium se iniciaron en el año 1882, pero los arqueólogos consideran que solo se ha excavado el 5% del yacimiento, que abarca unas 450 hectáreas. También se trata de un sitio único porque no se encuentra bajo una ciudad moderna que haya arrasado sus vestigios.
Los descubrimientos realizados en el sitio hasta el momento incluyen dos barcos romanos, tejas doradas, monedas, esculturas de jade, objetos religiosos, mosaicos, frescos, armas y restos de tres mamuts.