Interior desplegó a Policía y Guardia Civil en el Parlament por si aparecía Puigdemont por la tarde

Así lo revela el informe que el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha enviado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, instructor de la causa del 'procés', documento al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

El magistrado del alto tribunal pidió explicaciones el pasado día 9 tanto a Interior como a los Mossos d'Esquadra ante el "fracaso" en la detención de Puigdemont, que el día anterior había llegado caminando hasta una tarima montada en el Arco del Triunfo de Barcelona, a escasa distancia del Parlament de Cataluña, donde protagonizó una breve intervención ante unas 3.500 personas.

El expresident catalán, huido de la Justicia desde 2017, había prometido que iría al Parlament para estar en la sesión de investidura del candidato del PSC.

Pero, tras su mitin, de apenas cinco minutos, desapareció ante las narices de los mossos d'esquadra que fueron desplegados allí. Puigdemont no se unió a la comitiva de autoridades y simpatizantes que se dirigieron al Parlament y se fugó en un coche conducido por una discapacitada.

El informe que Interior ha remitido al Tribunal Supremo indica que fueron los Mossos d'Esquadra los que asumieron la responsabilidad de montar un dispositivo "específico y especial" para dar cumplimiento a la orden de detención de Puigdemont vigente desde noviembre de 2017.

Competencia de Mossos

"Debe reseñarse", afirma, "que, si bien seguían especialmente activados antes y después del 8 de agosto los controles de Policía Nacional y Guardia Civil en fronteras, puertos y aeropuertos y en el conjunto de Cataluña, especialmente en la ciudad y área de influencia metropolitana de Barcelona, no se dispuso la implementación 'ad hoc' [específica] de otro servicio de seguridad ciudadana y orden público paralelo al que iban a implementar los Mossos".

La ausencia de ese dispositivo propio a cargo de las fuerzas de seguridad dependientes de Interior es justificada en el informe "por cuanto el cuerpo de Mossos, de acuerdo con el actual Estatuto de Autonomía de Cataluña, establece que 'la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra (...) ejerce todas las funciones propias de un cuerpo de policía en los siguientes ámbitos: a) la seguridad ciudadana y el orden público (...) c) la policía judicial".

"Dada la competencia y capacidades operativas de los Mossos d'Esquadra como policía integral en Cataluña en materia de seguridad ciudadana", añade el informe, "no se implementó por Policía Nacional y Guardia Civil un servicio 'ad hoc' para la seguridad del acto de investidura en el Parlament y la detención, en el marco de dicho servicio 'ad hoc', del sr. Puigdemont en los alrededores, a la entrada o dentro de dicha sede institucional".

"Todo ello sin perjuicio de continuar activos los servicios de los cuerpos de seguridad del Estado en Cataluña, en Barcelona y en todo el territorio nacional para detectar y detener al prófugo referenciado", indica.

El Ministerio del Interior explica que, "una vez fue detectada la presencia del fugitivo en la ciudad de Barcelona, en un acto a escasa distancia del Parlament (al que se suponía que el fugitivo acudiría, como anunció) y que la detención del mismo, en el marco del dispositivo especial establecido por los Mossos, no se había materializado y que el expresident se había dado nuevamente a la fuga en un vehículo", fueron activados "especialmente" los servicios de información de la Policía Nacional y la Guardia Civil y se reforzaron puertos, aeropuestos y puntos fronterizos con Francia.

"Esperemos que vote"

En este contexto, el informe desvela que Interior decidió montar un operativo de guardias civiles y policías nacionales en torno al Parlament por si Puigdemont aparecía esa tarde en la sesión de investidura de Illa.

La presencia del prófugo en la votación de investidura había sido alimentada por Junts -que difundió que Puigdemont no había delegado el voto ni había solicitado votar de forma telemática- y por el portavoz de esa fuerza política en su intervención de la mañana, cuando ya se conocía la nueva fuga del líder del partido.

«Esperemos que antes de que termine el pleno, Puigdemont pueda ejercer su derecho al voto como electo y diputado», dijo Albert Batet.

"Buscan al president como buscaban las urnas y papeletas del 1-O. Debería estar aquí y no en una Barcelona llena de jaulas", manifestó.

Interior optó por cubrir la eventualidad de que Puigdemont decidiera asistir a la votación por la tarde, sin explicar por qué en ese momento las competencias de Mossos en materia de seguridad ciudadana -utilizadas como justificación de no haber montado un operativo específico por la mañana para cumplir la orden judicial- ya no eran un obstáculo.

"Dispositivo conjunto, suficiente"

El informe afirma que "durante la tarde del mismo día 8 de agosto, ante la hipótesis de que el expresident intentara acceder al Parlament para participar en la parte restante del acto de investidura y votación al candidato, Policía Nacional y Guardia Civil establecieron un dispositivo conjunto, suficiente, en el entorno del Parlament".

Este dato de que Interior desplegó un operativo de policías nacionales y guardias civiles para detener a Puigdemont si se acercaba al Parlament en la tarde del 8 de agosto no fue dado a conocer por el Ministerio en la nota de prensa difundida ayer para informar del contenido del informe enviado al Tribunal Supremo.

El dispositivo "dio resultado negativo, ya que no se localizó al prófugo", concluye.