Feijóo quiere subir un 50% la deducción por hijo en el IRPF para fomentar la natalidad, en su Ley de Conciliación
La ayuda fiscal actual, de 1.200 euros anuales por hijo, no se actualiza desde que la implantó el Gobierno de Aznar en 1999. Desde entonces, la inflación ha subido un 79,2% el coste de la vida de los españoles.
27 septiembre, 2024 03:10La Proposición de Ley de Conciliación del Partido Popular sigue dejando noticias, a pesar de que todavía no ha sido registrada en el Congreso. Esta vez, se trata de fomentar la natalidad a través de ayudas directas, y sustanciosas, en el Impuesto de la Renta (IRPF). Según ha podido saber este periódico, el plan es actualizar una de las medidas estrellas del primer Gobierno de José María Aznar.
En el año 1999, aquel Consejo de Ministros, fiel a sus promesas de bajar impuestos, introdujo una deducción de 1.200 euros anuales por hijo durante los primeros tres años del menor. Desde entonces, la inflación ha subido un 79,2% el coste de la vida de los españoles, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, esa cuantía no ha sido actualizada por ninguno de los siguientes Gobiernos. Sólo el de Mariano Rajoy añadió otra ayuda de 1.000 euros más para "mujeres trabajadoras fuera del hogar".
Ahora, el PP pretende aumentar la deducción en alrededor del 50%, según las fuentes consultadas, lo que incrementaría la deducción hasta los 1.800 euros al año por hijo.
Esta ayuda fiscal no será la única que incluya la Ley de Conciliación del PP, pero sí es a la que más énfasis le quiere atribuir la actual dirección popular. Y esto es así porque la iniciativa cumple con una de las máximas que Alberto Núñez Feijóo lleva semanas enarbolando como bandera: "En España hay que ponerle una alfombra roja a quien quiera fundar una familia y facilitarle tener hijos a nuestros jóvenes".
Gasto "improductivo"
Tal como explican fuentes del PP, hace 25 años aquellos 1.200 euros anuales eran un "claro incentivo" para engendrar o adoptar. Pero la medida, todavía en vigor, ahora mismo no cumple ninguno de sus objetivos.
Así, en vez de ser una inversión para mejorar la vida de los ciudadanos y las cuentas del Estado a largo plazo -a más hijos, más consumo, más producción y, finalmente, más empleo y cotizaciones que paguen las pensiones-, solo supone un gasto "improductivo".
Si se cumplen las cuentas que aumentarían en una mitad más las ayudas, estas alcanzarían los 1.800 euros al año por cada hijo nacido o adoptado, ya sea por matrimonios, parejas de hecho o familias monoparentales.
Según anunciaba Feijóo este mismo jueves, el compromiso del Partido Popular con "sustituir a un Gobierno paralizado que sólo se preocupa por su supervivencia y bienestar y no por los de los españoles" se refleja en esta norma, de la que ya se conocían tres medidas más.
Hace 10 días, el líder de la oposición viajó a Alicante para inaugurar el curso escolar junto al presidente de la Comunidad Valenciana en una escuela infantil. El Gobierno de Carlos Mazón ha logrado, en su primer año, extender la red gratuita de escuelas de 0 a 3 años hasta cubrir todas las plazas de la región.
"Lo empezamos en Galicia, con mi Gobierno", explicó orgulloso Feijóo, "y formó parte de nuestro programa electoral para las autonómicas". Valencia ha sido la primera de las 12 regiones del PP en cumplir la promesa, "pero las demás ya están en ello". La ley del PP prevé que esta red gratuita de escuelas de 0 a 3 años esté garantizada en toda España con financiación al 50% entre el Estado y las CCAA.
Otra iniciativa que incluye esta norma, a punto de entrar en el registro del Congreso, es la extensión de los permisos de paternidad y maternidad a 20 semanas remuneradas, con libertad para las parejas. Tanto para su distribución entre ellos como para las fechas de disfrute.
Se trata, según las fuentes del PP, de facilitar la toma de decisión para ser padres, sin que la maternidad pueda significar "un obstáculo en la carrera laboral" de las mujeres. Y sobre todo, incentivando "la corresponsabilidad" de los varones.
La tercera medida combina otra obsesión del PP actual: subir la productividad para que los trabajadores puedan aspirar a mejores sueldos, flexibilizando las relaciones laborales incluso en horarios y jornadas.
El antiguo rechazo frontal a la semana de cuatro días de algunos de sus dirigentes se ha transformado en la evolución de una idea también de gobiernos pasados del PP, el "banco de horas" de Rajoy.
Los populares negociarán este punto (y los demás) con los agentes sociales "a partir de la segunda semana de octubre". Pero la idea de que los empleados puedan concentrar su semana laboral en cuatro días, "si hay acuerdo con el empleador", al PP le parece aprovechable.
Desde el PP se anuncian más novedades en los próximos días en una campaña de promoción de este texto legal que creen que está funcionando. "No sólo proponemos medidas concretas que ayudan a los ciudadanos", explican fuentes del partido. "También le robamos a la izquierda esa falsa bandera de que solo ellos defienden la igualdad de oportunidades".
Y además, muy importante, "llamamos la atención a esos socios del PSOE que lo han sido creyendo que era por conveniencia, pero ya se dan cuenta de que Sánchez les engaña y les perjudica".