Podemos boicotea el pacto electoral de su federación de Galicia con Sumar: "Con Yolanda gana el PP seguro"

Fuentes del secretariado estatal de los morados dicen tener remotísimas esperanzas en que el heredero de Alberto Núñez Feijóo en la presidencia de la Xunta pueda ser desbancado. Y además, conscientes de que Podemos está en un mal momento electoral, la cúpula de Belarra está convencida de que "la mejor opción es votar al BNG", que ya en los comicios de julio de 2020 sobrepasó incluso a los socialistas del PSdG.

Así hay que entender el artículo editorial publicado este jueves por Canal Red, la web de propaganda podemita que dirige Pablo Iglesias desde que dijo abandonar la política. En ese texto, el fundador de Podemos aboga claramente por "rechazar la coalición con Sumar y pedir el voto para el BNG". Es decir, que Podemos ni se presente... y Sumar tampoco.

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De hecho, fuentes de la izquierda radical gallega explican a este diario que con Marta Lois, designada por Díaz para encabezar la candidatura de su espacio político, "no hay ningún problema".

Pero que es la vicepresidenta segunda la que provoca rechazo en Anova y en el propio Bloque Nacionalista Galego. Los últimos no pretenden integrarse con ningún otro partido, y los primeros aún recuerdan "la traición" de Yolanda Díaz cuando, en 2012, sedujo a Xosé Manuel Beiras, montó Alternativa Galega de Esquerda y les "reventó".

Silencio táctico

En todo caso, la dirección central de Podemos no ha salido públicamente ni a celebrar ni a criticar el "preacuerdo" entre su federación autonómica y Sumar Galicia. Este periódico ha podido saber que el motivo estriba en un movimiento (o parón) táctico, dado que todo depende ahora de si las bases moradas gallegas aceptan o rechazan el pacto.

San Ramón, líder de Podemos Galicia, ha actuado con conocimiento del secretariado estatal. De hecho, la relación es estrecha, a pesar de que la estrategia de Madrid es distinta a la suya... o diríase complementaria. Él estuvo en el acto de presentación de Irene Montero como candidata a las europeas, y ahora juega a dos barajas.

Si los militantes de Podemos Galicia votan a favor, el secretariado de Belarra se habrá protegido en su boicot, ya que solamente habrían lanzado a Iglesias en la ofensiva contra un voto libre en una consulta a la militancia "que garantiza la salud política de las organizaciones". Pero si lo rechazan, Belarra habrá logrado su objetivo, minando la autoridad de Díaz como líder del espacio político.

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Por eso, Belarra permanece en silencio, y ni siquiera en su entorno se contesta a la pregunta de si hará campaña para el 18-F... porque aún no sabe para quién la debería hacer. Y porque, dejando la decisión en manos de la militancia, su equipo directivo, en cualquier situación, podrá presumir de responsabilidad: ya que, pese a todo lo que ha ocurrido, ha tratado de alcanzar un acuerdo en éste y en todos los procesos electorales.

Si los militantes refrendan el preacuerdo, tampoco preocupa a la cúpula de Belarra. Dan por amortizada la victoria con mayoría absoluta del PP, y que casi seguro no lograrán representación en el Parlamento gallego -ni yendo solos ni en coalición con Sumar-. En los habituales movimientos tácticos de Podemos, dado por descontado el cero en escaños, la derrotada sería siempre Yolanda Díaz.

Porque en caso de que las bases rechacen el pacto, rompiendo con Sumar, el mensaje para pedir el voto a los nacionalistas del BNG ya podrá ser explícito... y coherente con la salida de "los cinco de Podemos" de las filas de la vicepresidenta en el Congreso al Grupo Mixto.

De hecho, aquél fue otro movimiento táctico. No sólo para ganar visibilidad e iniciativa en la Cámara Baja, sino para poner a Díaz en esta posición incómoda.

Envolvente a Díaz

Ella misma, en pleno enfado, anunció hasta dos veces que no habría coalición en Galicia, en la creencia de que los morados eran el problema para que Anova se integrara en su espacio... y, además, porque la propia cúpula regional de Sumar no le había compartido oficialmente que negociaba "discretamente" con Podemos. 

Y de hecho, Díaz trató de fichar como cabeza de cartel a Martiño Noriega, portavoz de Anova. Finalmente, ante la negativa del exalcalde de Santiago, la vicepresidenta designó a Marta Lois, procedente de las Mareas Atlánticas, pero muy cercana a Noriega.

Fuentes de Anova insisten a este diario en que con la formación de Belarra no era el problema, que tampoco lo es Lois, pero que sí reniegan de Díaz, como se ha explicado más arriba.

Con todo, la conclusión en la cúpula estatal de Podemos es que en unas elecciones que están "perdidas", lo que más conviene es protegerse con una maniobra envolvente.

Creen que la candidata de Sumar es floja, como demostraron con sus críticas aceradas el día que debutó como portavoz parlamentaria, y que su designación muestra que Díaz no tiene a nadie para dar una batalla en serio... así que prefieren que la responsabilidad del resultado recaiga en Yolanda Díaz, que "es lo que toca".