Inquietud en el PSOE por la dureza de Yolanda Díaz sobre el "regalo fiscal" y su ataque público a Sánchez
Dura discusión en el Consejo de Ministros con la vicepresidenta por el decreto, con una difícil negociación con los socios parlamentarios.
28 diciembre, 2023 03:13A las 12:00 estaba previsto que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciera en rueda de prensa para hacer balance del año y para informar del decreto aprobado en el Consejo de Ministros. Sin embargo, no pudo hacerlo hasta las 13:04 porque la reunión del Gobierno se prolongó más de lo previsto por una intensa discusión entre socialistas y miembros de Sumar, con Yolanda Díaz a la cabeza.
PSOE y Sumar llevaban días negociando los detalles del decreto. Siguieron casi toda la noche y aún prolongaron el duro debate en la reunión del Consejo de Ministros, con la vicepresidenta segunda a la cabeza, frente a las dos vicepresidentas económicas, Nadia Calviño y María Jesús Montero.
El asunto en discusión eran los impuestos a banca y energéticas, que no había sido cerrado durante la negociación previa al Consejo. Finalmente, Sánchez compareció para informar de una reducción de esos impuestos que la líder de Sumar no comparte.
De hecho, casi al tiempo que el presidente del Gobierno comparecía, su vicepresidenta segunda mostraba en redes sociales su discrepancia con el texto aprobado. Incluso, calificaba de "regalo fiscal" lo aprobado en materia de impuestos para la banca y empresas energéticas.
Mientras Sánchez hablaba de "justicia social" y Gobierno progresista, su vicepresidenta segunda hacía público su disgusto y hablaba de "regalo fiscal". Todo un ataque al discurso del presidente del Gobierno.
Fuentes de Moncloa dicen estar sorprendidos porque Sumar siempre explicó que, a diferencia de lo que hacía Podemos, su voluntad era no hacer públicos los desacuerdos. Esta vez sí lo ha hecho.
Esas fuentes explican inquietos que la separación entre Sumar y Podemos hará que la formación de Yolanda Díaz tenga que endurecer sus posiciones para no ceder terreno y no dejar a los de Ione Belarra el "carril izquierdo libre", y eso dificulta las negociaciones y hace que tenga que hacer públicas y escenificar las diferencias.
El Consejo de Ministros aprobó ayer su segundo "decreto ómnibus" de la legislatura, esta vez centrado en las medidas contra la crisis y la inflación, aunque incluyendo otras medidas muy diferentes entre sí.
Cuadratura del círculo
Moncloa ha experimentado estos días la enorme dificultad que tendrá que superar para aprobar este tipo de normas, porque en esta legislatura debe negociarlas a muchas bandas con sus socios y con intereses muy diferentes entre ellos para asegurarse su convalidación. Incluso con su socio de Gobierno, con el que comparte Consejo de Ministros.
Todo es más difícil para Sánchez porque su compromiso en esta legislatura es comunicar y, si puede, pactar los decretos con sus socios parlamentarios antes de aprobarlos en el Consejo de Ministros. Antes lo hacía a posteriori, cuando había que convalidar en el Congreso.
Ya no es sólo con los miembros del Gobierno de coalición, sino también con los grupos que le dieron la investidura y que son todos imprescindibles para cada votación.
Así, con el PNV firmó este compromiso expreso en su acuerdo de investidura y lo ha cumplido por ahora en los dos decretos aprobados. Poco antes de iniciarse el Consejo de Ministros de ayer, el PNV informaba del acuerdo con Moncloa para "la prórroga del contrato relevo, que se concierten los impuestos a banca y energéticas, e incentivos por inversiones estratégicas en transición ecológica".
Al estar cerrado ese acuerdo con el PNV, ya era imposible modificar en el Consejo de Ministros nada que le afectara.
En este caso, Moncloa ya había pactado con el PNV una reducción del impuesto a las energéticas con la idea de que “el que invierta en renovables tendrá bonificación” y ese acuerdo era imposible cambiarlo en el Consejo de Ministros por mucho que lo pidiera Sumar.
Con Bildu se había cerrado ya el martes el acuerdo sobre la limitación de desahucios. Porque, además, Moncloa debe medir bien a qué partido concede cada punto de los acuerdos a muchas bandas.
Con Podemos, que tiene cinco diputados decisivos, Moncloa no ha negociado, pero tuvo la deferencia de enviarle el borrador del decreto poco antes de aprobarlo en el Consejo de Ministros.
Fuentes del partido de Ione Belarra explican que su voluntad es votar la convalidación porque se refiere a prórrogas de puntos propuestos por Unidas Podemos en la anterior legislatura, aunque el texto aprobado les parece insuficiente.
Para completar la cuadratura del círculo, Junts, a través de su portavoz, Míriam Nogueras, escribió en redes sociales que se opone al macrodecreto aprobado la semana pasada. Sus votos son decisivos.