Lavado de cara para el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la cartera históricamente ligada a la persona al frente de Podemos, primero con Pablo Iglesias y hasta este lunes con Ione Belarra. A partir de ahora, el politólogo Pablo Bustinduy (Madrid, 1983) heredará el departamento y le añadirá las competencias de Consumo, que en la anterior legislatura era independiente.
La primera vez que se habló de que pudiera ser ministro fue en 2015, cuando Pablo Iglesias prometió darle la cartera de Asuntos Exteriores si ganaba las elecciones de aquel año. A pesar de ser situado en el sector errejonista de Podemos desde su fundación, Bustinduy mantuvo todos sus cargos como diputado y portavoz de Exteriores hasta marzo de 2019, cuando la guerra fratricida entre Iglesias y Errejón escaló hasta lo insoportable.
Busitnduy es hijo de Ángeles Amador, exministra de Sanidad (1993-1996) con Felipe González, aunque su carrera siempre se dirigió hacia otros espacios. Es licenciado en Ciencias Políticas por la UCM, en Psicología por la UNED y Tiene un postgrado en Historia del Pensamiento Político en el Instituto de Estudios Políticos de París. También empezó una tesis doctoral en Filosofía en la New School for Social Research de Nueva York, pero la aparcó en 2014 para embarcarse en la aventura de Podemos.
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Dentro del partido siempre fue uno de los nombres más próximos al ex número 2 del partido Íñigo Errejón, tanto durante la época de paz con Iglesias (2014-2017) como tras la ruptura entre las dos familias moradas (2017-2019). Diputado en 2015 y 2016, fue designado como cabeza de lista a las elecciones europeas en 2019, pero abandonó la primera línea de la política dos meses antes.
Volvió en junio de 2023, de sorpresa, cuando Yolanda Díaz lo incorporó al equipo de campaña de Sumar para las elecciones del 23-J, donde tuvo un rol discreto de cara al público pero capital dentro de la estrategia de la vicepresidenta. Ni entonces, ni mucho menos en las últimas semanas, se planteó que pudiera acabar encabezando el segundo ministerio con más presupuesto de la coalición.
De hecho, la persona designada por Díaz para dirigir este departamento era Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales durante la pasada legislatura, portavoz económico de Sumar. Su abrupta dimisión el viernes pasado (en Podemos dicen que estaba planeada desde el principio) obligó al cambio de nombres durante el fin de semana y a la elección de Bustinduy, que entra como independiente.
Retos de su Ministerio
La designación de Bustinduy como ministro de Derechos Sociales responde, en parte, a su conocimiento de la denominada Agenda 2030, la otra pata del departamento que tiene, entre otros, los deberes de desbloquear los permisos parentales y de cuidados pactados en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar. Se tratan de dos puntos importantes pero muy poco definidos.
En segundo término, el adelanto electoral de mayo dejó dentro de un cajón dos leyes en las que la administración anterior había invertido muchos recursos y esfuerzos: la de Familias y la de Servicios Sociales, ambas negociadas y redactadas por el equipo de Ione Belarra. El departamento de Bustinduy tendrá que recuperar su espíritu y a la vez negociarla en el Congreso con nuevos actores hasta ahora irrelevantes, como Junts.
A su vez, el nuevo ministro recogerá todos los deberes que quedaron pendientes de la anterior cartera de Consumo, liderada hasta este lunes por Alberto Garzón. El ministerio, que sólo ha durado una legislatura, dejó lista una hoja de ruta legislar sobre la publicidad de alimentos y bebidas dirigida al público infantil o regular los servicios de atención a la clientela, entre otros.