Tras un mes de silencios y retrasos por parte del PSOE, la ley de familias echará a andar el próximo martes en el Consejo de Ministros. Así lo confirman a EL ESPAÑOL fuentes del Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra, impulsor del anteproyecto.
El compromiso entre los socios de Gobierno acordaba iniciar el trámite de la ley antes de terminar septiembre, luego octubre, y finalmente acabó en tierra de nadie hasta esta semana, con la ministra de baja por maternidad. El texto, concretan fuentes cercanas, todavía no está detallado al completo, pero las líneas maestras ya están pactadas y firmadas por el PSOE.
Al final tendrá pocas modificaciones con respecto a como se anunció a principios de septiembre. Así, ampliará las ayudas de 100 euros por cada hijo menor de tres años también a las madres que estén en paro, una medida que beneficiará a cerca de 250.000 familias, según Derechos Sociales.
[Moncloa bloquea la Ley de Familias de Ione Belarra y abre un nuevo frente con Podemos]
Asimismo, la ley de familias pondrá en marcha un permiso parental de ocho semanas para los padres o madres con hijos menores de ocho años, pero que no será remunerado. También permitirá a las familias monoparentales –o que una de las cabezas de familia tenga una discapacidad– disfrutar de las mismas ayudas que se otorgan a las familias numerosas.
El espectro se ampliará a las familias con dos hijos encabezadas por una víctima de violencia de género o por un cónyuge que haya obtenido la guardia y custodia exclusiva sin derecho a pensión de alimentos.
El permiso para que los trabajadores cuiden a familiares a su cargo también estará incluido en la norma y este sí será remunerado, aunque tendrá una duración máxima de cinco días, como defendía Hacienda, y no de siete, como planteaba Derechos Sociales.
Desacuerdos
No obstante, tras meses de debate, el PSOE no ha cedido en todas las reclamaciones de Unidas Podemos. Una de las medidas clave que pedían los morados era un nuevo permiso para que los trabajadores cuidasen a familiares durante siete días al año y la posibilidad de que las familias monoparentales pudieran disfrutar de ocho meses de baja por maternidad y no solo de cuatro.
Fue precisamente el debate sobre estas propuestas el que congeló las negociaciones entre los socios. Según fuentes del Gobierno estas iniciativas ya estaban pactadas en el acuerdo inicial, pero el Ministerio de Hacienda –María Jesús Montero– las sacó del texto y dio la batalla por sacarlas de la ley, como finalmente ha ocurrido.
Los socialistas también rechazaban que las madres monoparentales pudieran ceder parte de sus permisos a otras personas, como familiares de segundo grado, para compartir la crianza en las primeras semanas. El acuerdo firmado hace meses, no obstante, dejaba claro que el permiso fuese doble —dado que no hay madre y padre— para eliminar la discriminación laboral a quien disfrutara de permisos más largos. Finalmente, se ha impuesto el criterio del PSOE.