Puigdemont tiene una oferta para Feijóo: "Junts se irá con la novia que le pague la mejor dote"
Fuentes cercanas al 'expresident' fugado en Waterloo aseguran que, si fracasa su acercamiento al PNV, "el PP lo intentará con nosotros".
29 agosto, 2023 02:43Alberto Núñez Feijóo tiene aproximadamente un mes -que se prevé larguísimo, especulativo pero yermo en posibilidades- para conseguir los votos de cuatro diputados. Son los que le faltan para ser presidente del Gobierno. Si no los encuentra en el PNV, que ya le ha dado dos portazos, es Carles Puigdemont quien tiene una oferta para él... los siete diputados de Junts se irán "con la novia que le dé la mejor dote".
No hay fidelidad al PSOE, por mucho que el 17 de agosto Junts votara a favor de los socialistas en la constitución de la Mesa del Congreso. Si la investidura "será mucho más cara" y, sobre todo, "una negociación distinta", como explican las fuentes cercanas al expresident fugado desde Waterloo (Bélgica), la subasta está abierta también al Partido Popular.
"Si el PP no lo logra con el PNV, lo intentará con nosotros", se ufana un colaborador de Puigdemont, en conversación con este diario.
Una vez designada su candidatura por el Rey, el líder popular afrontará su debate de investidura en el Congreso los próximos 26 y 27 de septiembre, de momento, con 172 apoyos amarrados (los 137 que el PP logró el 23-J; los 33 de Vox; el diputado de UPN y la de Coalición Canaria).
Consumar más adhesiones, sin embargo, parece improbable. Imposible, si el líder del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, consolida la misma mayoría absoluta —178 votos a favor— que articuló el 17 de agosto para aupar a Francina Armengol hasta la Presidencia de la Cámara baja.
No sería la primera vez que un aspirante cosecha más 'noes' que 'síes', y fracasa, así, en la votación más importante de la legislatura. Aunque sí será inédito el hecho de que, enfrente, se siente un presidente en ejercicio —en funciones— y con aspiraciones fundadas de alcanzar semejante propósito semanas después.
Consciente de la dificultad de la situación, Feijóo se entrega, en todo caso, al 'never surrender' y explora junto a su equipo nuevas estrategias.
El argumentario del líder del PP es otro desde su amarga victoria electoral. "Derogar el sanchismo", la consigna más repetida durante la campaña, ya es un lema enterrado, una vez solicitado el apoyo del PSOE, aunque sean nulas las posibilidades de tal acuerdo.
Descartada la viabilidad de un gran pacto entre los dos partidos de gobierno —dada la negativa de los socialistas—, son dos las alternativas del político gallego. Y ambas pasan por reconstruir la relación con los herederos de los herederos de unos partidos que, en el pasado, sí fueron socios de José María Aznar. Es decir, encontrar vías de entendimiento con el PNV o, incluso, con los 'postconvergentes' de Junts.
Los dos son partidos de "centro derecha" —según calificó el propio Feijóo en una entrevista publicada este domingo en El Mundo— y, por tanto, compatibles con el PP... "al menos desde el punto de vista económico", matizó el político gallego, sobre la formación de Puigdemont.
"Es un partido cuya tradición y legalidad no están en duda", había manifestado Esteban González Pons, vicesecretario de Relaciones Institucionales del PP, pocos días antes: un cambio de paradigma absoluto para los populares desde el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Y una tarea difícil. No sólo por lo acaecido en Cataluña desde 2014, en general; o desde la moción de censura que de junio de 2018 contra Mariano Rajoy, en particular.
Complicada también por el cierre en banda del PNV, enrocado en su posición de no compartir voto con Vox, dada la proximidad de las elecciones vascas, y amenazada su hegemonía por la pujante fuerza electoral de Bildu. Y asimismo, por el carísimo e inasumible peaje que pide Puigdemont, el expresident de la Generalitat y líder oficioso de Junts, fugado en Waterloo: "En la investidura, les sacaremos los riñones", afirmaba el otro día una fuente cercana al expresident huido, sin aclarar a quién.
"El PP lo intentará"
Sin embargo, "dar algo por hecho a estas alturas es un error", asegura en conversación con EL ESPAÑOL un estrecho colaborador de Puigdemont, con quien Sánchez parece destinado a entenderse. "Se están dando muchas cosas por hecho que no dejan de ser conjeturas. Aquí ha habido una fiesta, Puigdemont bailó con una... y ahora viene una boda y se puede casar con la novia que le dé la mejor dote", apunta con sorna.
Desde el entorno del expresident fugado son conscientes de los anzuelos lanzados por parte del PP. Una ofensiva que creen que se intensificará en el caso de un tercer no, definitivo, del PNV a Feijóo en esta la ronda de contactos iniciada el lunes. El portavoz jeltzale, Aitor Esteban, tan sólo ha destacado el hecho de que se reunirá, "por cortesía", con el líder del PP: "No lo conozco personalmente", añadió ufano.
Que los populares hayan matizado su beligerancia contra Junts y resalten las virtudes del pasado de Convergència evidencia —sigue este miembro del equipo de Puigdemont— que "el PP lo intentará" con ellos si no prospera el plan A de Génova. "Si Junts quiere hablar con el Partido Popular, yo hablaré con Junts. Si Junts no quiere hablar con el PP, no hablaremos", aclaró Feijóo en la entrevista citada.
El líder del PP, mientras, trata de presionar a los dirigentes peneuvistas asegurando que "su alianza con el Frankenstein de Sánchez" los está penalizando electoralmente. Además, subraya su amistad personal con el lehendakari Iñigo Urkullu, homólogo del líder del PP durante los 10 últimos años que presidió la Xunta de Galicia. "El pacto le puede costar Ajuria Enea al PNV", estima una fuente consultada, en consonancia con los temores de Andoni Ortuzar, líder de los nacionalistas vascos.
Recelos de Ayuso
La posibilidad de una alianza con Junts ha generado, además, máximos recelos en el seno del PP, sobre todo en los cuadros madrileños del partido. Tanto Isabel Díaz Ayuso como José Luis Martínez Almeida lo dejaron claro hace apenas 10 días: "El PP tiene líneas rojas. No queremos negociaciones secretas con los que quieren romper España", dijo el alcalde.
"No se puede seguir pagando la fiesta independentista", terció la presidenta regional. "No es sólo una cuestión de dinero, es una cuestión de que las nuevas generaciones hereden un país unido".
Pero desde Waterloo también tienen respuesta a eso: "No sólo el PSOE, también González Pons dijo que había que buscar una solución". En el entorno de Puigdemont se interpreta eso como un guiño del PP a la posibilidad de una amnistía, total o parcial, a los supuestamente 4.000 encausados por el procés.
"A nosotros nos da lo mismo cómo se lo vayan a vender a su gente [el PSOE ya habla de "alivio penal"], nosotros ya veremos cómo se lo venderemos a la nuestra. Ésa es una de la tesis de la que parten todas las conversaciones", asegura la fuente consultada por este periódico.
"Yo quiero dejar claro que si yo estuviera dispuesto a ceder lo que Pedro Sánchez va a ceder, el presidente del Gobierno sería yo. Yo no voy a ceder la Constitución de mi país ni la soberanía nacional de mi país. Yo no voy a ceder España", defendió el aspirante a la Presidencia del Gobierno en la entrevista citada.
Lo cierto es que, a día de hoy, Sánchez saca varios cuerpos de distancia a Feijóo en la carrera por la Moncloa, encontrado ya el eufemismo y refrendadas por su electorado su swing político, tras una legislatura plagada de concesiones previamente impensables.