El PP, convencido de que la 'silla vacía' de Feijóo en el debate a cuatro les reportará votos de Vox

Sí ha ocurrido algo parecido en dos ocasiones en unas elecciones autonómicas andaluzas cuando el entonces candidato Javier Arenas se negó a acudir a un debate. Y este pasado mes de mayo cuando la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, hizo lo mismo, aunque ella envió al secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano.

Curiosamente, los resultados de ambos fueron extraordinariamente buenos en esas elecciones. Arenas no logró la presidencia de la Junta, pero consiguió ganar las elecciones con el 40,6% de los votos, el mejor resultado del PP en Andalucía hasta que el año pasado tuvo la mayoría absoluta.

Nunca se sabrá si su estrategia de "silla vacía" le impidió llegar a la mayoría absoluta, pero aquel resultado fue un hito espectacular, muy por encima de los anteriores del PP en esa comunidad. Y Ayuso arrasó con una clara mayoría absoluta el pasado 28 de mayo en la Comunidad de Madrid.

Ahora, Feijóo ha tomado la arriesgada decisión de no comparecer a la convocatoria en RTVE y dejar solos a los candidatos de PSOE, Vox y Sumar. Curiosamente, en el equipo de Arenas de 2012 y en el de Feijóo ahora tiene un papel destacado Elías Bendodo.

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¿Le puede penalizar al candidato del PP no estar presente el miércoles? Fuentes del equipo de Feijóo explican que se ha tomado la decisión considerando pros y contras, para llegar a la conclusión de que no tendrá repercusión negativa.

Sobre todo, según estas fuentes, teniendo en cuenta que el cara a cara con Sánchez del lunes le salió muy bien, mucho mejor de lo esperado. El propio equipo de Moncloa y del PSOE han admitido su derrota.

Siempre según su versión, ese resultado le permite a Feijóo poder arrancar votos que las encuestas inicialmente atribuían a Vox, con el mensaje de que el líder del PP “es capaz de derrotar al presidente del Gobierno”, teniendo en cuenta que el rechazo a Sánchez es el principal motivo que exponen los votantes de la derecha y la extrema derecha en los cualitativos de las encuestas.

Sin embargo, según la previsión de Génova, no es fácil que Santiago Abascal pueda derrotar el miércoles a Sánchez y a Yolanda Díaz, que, previsiblemente, harán frente común contra el candidato de Vox.

El líder del PSOE está ya avisado tras el fiasco del cara a cara y, previsiblemente, mejorará la estrategia. Por ejemplo, para gestionar las expectativas previas, para no menospreciar a Abascal y también para disponer de más recursos dialécticos y tácticos durante el debate.

Los socialistas explican que lo previsible es que Sánchez se dirija en ese debate a Abascal como el socio de Feijóo, arrancando la idea de que el de Vox quiere ser vicepresidente en un Gobierno del PP. Esa es la idea que quieren fijar.

Trasvase de la última semana 

La explicación del equipo del PP asegura que si Abascal no vence a Sánchez, el votante de la derecha y la extrema derecha observará que “Feijóo es el único capaz de derrotar al presidente del Gobierno”.

Eso es crucial, porque el PP considera que en la última semana puede haber un trasvase notable de votantes de Vox a Feijóo, en un proceso similar a lo que ocurrió en las andaluzas de 2022, que terminaron con una imprevista y sorprendente mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno.

Entienden que una actuación gris de Abascal frente a dos oponentes que “harán equipo” puede dar votos al PP para eludir un Gobierno con Vox. Por eso el mensaje de Feijóo estos días es el del llamamiento a los votantes que rechazan a Sánchez para lograr una “mayoría suficiente”.

Por el momento, todas las encuestas que maneja el PP le otorgan mayoría absoluta con Vox, y opciones de llegar a una mayoría que le permita gobernar en solitario.

Hubo un trasvase de votantes de Vox al PP y, según sus datos, eso ya es irreversible y no han detectado retorno a la formación de extrema derecha. Tampoco hay vuelta de votantes del PSOE que fueron pasando al PP.

En estos últimos datos coinciden varias empresas de encuestas y los populares creen que se puede incrementar en la última semana.

Podría existir el riesgo de que el debate movilizara a la izquierda, pero explican que ya se ha producido ese efecto y no detectan que se mantenga o incremente.

Incluso, el debate a tres puede servir para presentar la opción de una coalición constatada de Sánchez y Díaz, es decir, un ticket o tándem electoral, frente a alguien que pretende llegar a serlo solo.

La candidata de Sumar tiene el difícil reto de defender los resultados de la legislatura y, al tiempo, diferenciarse al máximo del PSOE que, a su vez, también busca el voto útil a costa de Díaz.

En 2012, la ausencia de Arenas convirtió el debate a tres en un debate a dos entre el entonces presidente andaluz, José Antonio Griñán, y el candidato de Izquierda Unida, Diego Valderas. No fue tal debate y, de hecho, los dos terminaron pactando para evitar el Gobierno del entonces más votado, Javier Arenas.