Se le veía mucho más cómodo que ante los micrófonos de Carlos Alsina. El presidente Pedro Sánchez derrochó simpatía este martes en El Intermedio de La Sexta, invitó al Gran Wyoming a un viaje en el Falcon si gana las elecciones y respondió a preguntas tan comprometidas como: "¿Usa usted boxer, slip o tanga?".
Para que no haya duda, respondió: "Anda que si te digo que no llevo nada de eso..." Luego hizo una auténtica declaración de amor (político) ante el clon de la líder de Sumar: "Yo con Yolanda, al fin del mundo".
Pedro Sánchez inició este martes su tour televisivo que, en las próximas semanas, le llevará a El Hormiguero de Pablo Motos y al programa de Jordi Évole. A la espera de que se despejen las dudas sobre sus cara a cara con Alberto Núñez Feijóo, el presidente del Gobierno se convierte en estrella de la televisión para llegar a millones de hogares... que cambian de canal cuando comienza la rueda de prensa del Consejo de Ministros.
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Ante un Gran Wyoming especialmente afectuoso, el presidente Sánchez se lamentó hasta en tres ocasiones de que los partidos de la oposición tratan de "deshumanizarle" para destruirle políticamente.
"¿Qué significa derogar el sanchismo, más allá de tratar de deshumanizar al presidente?", se preguntó en uno de los monólogos de la entrevista. "Tratan de caricaturizarme, me presentan como una persona sin escrúpulos, egoísta, que sólo quiero aferrarme al poder a cualquier precio", añadió.
Y más adelante, retomó la misma reflexión: "Tratan de caricaturizarme diciendo que soy poco menos que el diablo, un monstruo de siete cabezas. Como hicieron antes con Zapatero y Felipe González. Lo que quieren derogar no es el sanchismo, sino la España que es hoy. Quieren volver a la España de hace 10 años".
Entre bromas y veras, Wyoming preguntó al presidente del Gobierno qué mote le gusta más de los que le han puesto durante la legislatura: "Falconeti, Su Sanchidad, Perro Sánchez... o el que le hemos puesto aquí: Bizcochito".
"Me quedo con lo de Bizcochito", aclaró el presidente. Pero la pregunta le dio pie a explicar que el Falcon "es un medio de transporte aéreo que compró un presidente de derechas, José María Aznar". "La derecha", continuó "me critica por hacer lo mismo que han hecho todos los presidentes del Gobierno desde Aznar. Pero prefiero que me critiquen por eso que por la Gürtel o por la Kitchen".
Ya roto el hielo, Pedro Sánchez hizo su apuesta sobre el resultado de las elecciones: "Si las gano, te invito a dar una vuelta en el Falcon".
Lo mejor estaba por llegar. Antes de concluir la entrevista, irrumpió en el plató la actriz que encarna a Yolanda Díaz (otros días hace de doble de Ayuso). Y el presidente no se contuvo: "Yolanda, yo contigo al fin del mundo".
Antes, se había mostrado convencido de que en las elecciones generales podrá revalidar el pacto de gobierno, porque en los comicios del 28-M hubo una dispersión de los votantes por la fragmentación de la izquierda, que "afortunadamente Yolanda ha terminado de recomponer en Sumar".
No hubo preguntas excesivamente incómodas, ni el Gran Wyoming lanzó a bocajarro: "¿Y por qué nos ha mentido tanto entonces, presidente?", como hizo Carlos Alsina.
Pero la alusión a los pactos de Vox permitió a Sánchez lanzar una advertencia: "España no se merece un Gobierno de Feijóo con Abascal, sería una desgracia para España y malo para Europa (...) La amenaza de la ultraderecha es real no sólo porque hay gente que la apoya: sobre todo porque hay un PP que ha abierto de par en par las puertas a gobernar con Vox y asume sus tesis".
El Gran Wyoming respondió a la cortesía del jefe del Ejecutivo planteándole preguntas como la siguiente: "Tiene un cuerpo escultural, ¿cuál es su secreto? ¿Camina rápido como Rajoy o es de tableta de chocolate como Aznar?".
Sánchez recordó su tiempo de jugador en el Estudiantes y aclaró que ahora practica más ciclismo: "Cuando puedo, me gusta irme por la montaña, perderme con la bici".
Y explicó una anécdota de su primera visita a la Moncloa: "Me llevaron directamente en cuanto gané la moción de censura, el equipo de seguridad, que es magnífico. Rajoy ya había sacado todos sus trastos". Pero el expresidente había dejado en la antesala del dormitorio una cinta para caminar ("una plancha para caminar rápido", lo llama Sánchez). Así evocó la imagen de Mariano Rajoy, caminando cada mañana sin salir de la habitación, y sin ir a ningún lado, después de leer el Marca.